"Estoy aqu¨ª de turismo, se?or polic¨ªa"

Diez agentes suben las escaleras a toda velocidad. Llevan las porras en las manos. Irrumpen en el bar del hotel. "?Que nadie se mueva!". Un polic¨ªa se dirige al centro de la sala: "Apague la m¨²sica y encienda las luces de la sala". La penumbra que domina el garito queda rota por unos potentes focos de blanca luz. Decenas de chicas ligeras de ropa intentan huir despavoridas, pero un funcionario vestido con traje de antidisturbios se lo impide. "?Todas quietas!". Es una redada que efect¨²a la Brigada Provincial de Extranjer¨ªa en el hotel Flower's Park, en Las Matas, a ¨²ltimas horas de la noche del pasado mi¨¦rcoles.

Otros agentes de paisano, con petos reflectantes en los que se lee "Polic¨ªa", empiezan a registrar las tres plantas del inmueble. Los acompa?an tres mujeres de la limpieza que tienen las llaves maestras de las habitaciones. "Vayan saliendo y bajen a la entrada", repiten los agentes. Las j¨®venes se muestran sorprendidas por la rapidez con la que ha entrado la polic¨ªa en este hotel pr¨®ximo a la autov¨ªa de A Coru?a (A-6). Algunas est¨¢n somnolientas, mientras que otras tienen que despedir a los clientes con los que comparten habitaci¨®n.

Algunos clientes se visten r¨¢pidamente y piden abandonar el local por las salidas de emergencia

Hay hombres que se muestran contrariados por la presencia policial. Se visten r¨¢pidamente y evitan hablar del percance. "Agente, ?puedo salir por una escalera de emergencia? No quiero que nadie me vea", pregunta un cliente, que ronda los 40 y viste traje y corbata. El polic¨ªa de paisano le mira y le dice que s¨ª con la cabeza. Instantes despu¨¦s se pierde por el pasillo enmoquetado y con piso de m¨¢rmol.

Las puertas de las habitaciones est¨¢n a ambos lados del pasillo. Dan acceso a un cuarto de ba?o com¨²n y a dos habitaciones en las que dominan una gran cama de matrimonio. Las dos plantas superiores de este particular hotel constan de un centenar de reservados. Sorprende el fuerte olor a ambientador que impera en todos los rincones. Es la forma de enmascarar los eventuales malos olores que haya en el lugar. Poco a poco, van bajando las 180 chicas que trabajan en el Flower's Park.

La recepci¨®n de este peculiar hotel parece una convenci¨®n internacional en la que se mezclan multitudes de acentos: desde brasile?as a rusas, pasando por rumanas y colombianas, entre otras.

Los polic¨ªas del Grupo VII de la Unidad contra Redes de Inmigraci¨®n Ilegal y Falsificaci¨®n (Ucrif) de la Brigada Provincial de Extranjer¨ªa y Documentaci¨®n, con formaci¨®n espec¨ªfica en operaciones especiales, empiezan el verdadero trabajo, que les va a llevar dos horas como m¨ªnimo. En primer lugar, obligan a las mujeres a apagar los tel¨¦fonos m¨®viles para que no se puedan comunicar con el exterior. "Vamos a ver. Ahora vais a subir acompa?adas de un polic¨ªa a recoger el pasaporte y la documentaci¨®n. Las que no est¨¦n de forma legal en Espa?a se vendr¨¢n con nosotros a la brigada", les grita un mando policial, ante la mirada atenta de los comisarios responsables de Extranjer¨ªa.

Las chicas cogen su documentaci¨®n y bajan a una de las suites de la planta baja. Esta habitaci¨®n es muy distinta al resto. Tienen camas redondas y jacuzzi, entre otros complementos. Los agentes comprueban las identidades de las mujeres, que dan todo tipo de explicaciones para evitar ser detenidas.

"Estoy aqu¨ª de turismo, se?or polic¨ªa". El sello de entrada que figura en el pasaporte lo corrobora: acaba de entrar a Europa por Par¨ªs, por lo que dispone de tres meses de estancia legal en Espa?a. Otras, por el contrario, esgrimen hasta el libro de familia. Como tienen hijos nacidos en Madrid, con la consiguiente nacionalidad espa?ola, no ser¨¢n expulsadas. Las que tienen la documentaci¨®n en regla pasan a otras habitaciones. Un joven polic¨ªa de la secci¨®n de noche de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, conocidos como Centauros, se encarga de vigilarlas para que no se desperdiguen por el Flower's Park. Los polic¨ªas rellenan las fichas de identificaci¨®n, cuyos datos ser¨¢n incorporados despu¨¦s a los archivos de Extranjer¨ªa.

"Comprobaremos qu¨¦ permisos de trabajo tienen, porque no es l¨®gico que hayan conseguido la tarjeta de residencia con un contrato de trabajo en el campo en Almer¨ªa y est¨¦n ejerciendo la prostituci¨®n en Madrid", comenta un mando policial. "Si hay alg¨²n caso as¨ª, pediremos que sea expulsada por cometer un fraude de ley", a?ade.

La encargada y el responsable de sala se muestran tranquilos en todo momento, al igual que las limpiadoras y los camareros. El jefe del Grupo VII les advierte de que deber¨¢n ir a la brigada en los pr¨®ximos d¨ªas. Si alguna de las mujeres se presta a declarar, podr¨¢n ser acusados de un delito contra los derechos de los trabajadores.

En la regi¨®n funcionan unos 500 clubes de alterne, adem¨¢s de pisos y chal¨¦s de lujo que resultan m¨¢s dif¨ªciles de cuantificar. La Brigada de Extranjer¨ªa hace redadas como ¨¦sta peri¨®dicamente por toda la regi¨®n. Eso se tradujo en que s¨®lo el Grupo VII hiciera en 2005 cerca de 2.000 detenciones.

Al final, la redada del Flower's Park concluye con 37 mujeres que no superan los 30 a?os conducidas a la sede de la brigada, en la avenida de los Poblados (Carabanchel). A 35 de ellas se les incoar¨¢ el correspondiente expediente de expulsi¨®n por infringir la Ley de Extranjer¨ªa. De hecho, siete mujeres ser¨¢n deportadas de manera inmediata en las pr¨®ximas 72 horas. Las otras dos chicas fueron trasladadas a comisar¨ªa a efectos de identificaci¨®n. Tras comprobar su documentaci¨®n, quedaron en libertad. Tambi¨¦n les fueron tomadas las huellas dactilares para remitirlas a la polic¨ªa cient¨ªfica.