Pedagog¨ªa y tabaco
Como profesora de instituto, quiero dar las gracias al Gobierno por su fabulosa medida de prohibir el tabaco en los institutos, quit¨¢ndonos la peque?a salita de fumadores que ten¨ªamos en la mayor¨ªa de ellos -a la que llam¨¢bamos "leproser¨ªa"
- (para fumar a escondidas los alumnos), por aquello de no dar mal ejemplo a los menores de edad.
Ahora, en cambio, fumamos todos, alumnos y profesores, en la puerta del instituto; lo cual crea, evidentemente, unos v¨ªnculos especiales que estrechan las relaciones y pueden llegar a establecer una de esas amistades para siempre, como las de la mili o las de los internados, porque no hay nada que una m¨¢s a los seres humanos que la adversidad. Sentirse perseguido, discriminado, forzado a salir a la calle (llueva o truene), compartir el paraguas, enfrentarse a las miradas de los no fumadores, escuchar incluso algunos consejos: "Se?o, no fume, que es malo". Claro que eso tambi¨¦n es pedagog¨ªa, ?no? S¨ª, el Gobierno ha tenido una buena idea; ahora los alumnos pueden saber qu¨¦ profesores fumamos y cu¨¢les no, y sentirse m¨¢s o menos identificados con los unos o con los otros; sienten que no hay diferencias, todos estamos sometidos a la misma prohibici¨®n, todos vamos en el mismo barco y eso nos acerca much¨ªsimo, tanto que, aunque parezca pol¨ªticamente incorrecto, es, sin duda, pedag¨®gicamente adecuado. ?Qui¨¦n me lo iba a decir a m¨ª, despu¨¦s de 30 a?os de profesi¨®n -fumando incluso en las aulas, al principio-, que iba a acabar en la mism¨ªsima calle, compartiendo tabaco y pulmon¨ªa con muchos de mis alumnos? Toda una lecci¨®n de pedagog¨ªa moderna, ?no os parece.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.