La soledad final del atleta de ¨¦lite
Sola, presidente de la comisi¨®n del COE, opina que ahora se puede ayudar mucho m¨¢s al deportista
"Nos estamos ocupando del tema porque hay mucho que hacer. Hay un campo enorme y creo que se pueden obtener resultados y que pueden dar satisfacciones a todos". Ignacio Sola (Bilbao, 1944), el legendario pertiguista que llen¨® con letras de oro muchas p¨¢ginas del mejor atletismo espa?ol, conoce bien el dif¨ªcil problema de la reconversi¨®n de los deportistas al terminar su etapa en la alta competici¨®n. ?l mismo ha estado muy cerca de Jes¨²s Roll¨¢n, fallecido el pasado d¨ªa 11, y de su familia en un caso que ha evidenciado las carencias existentes. Se quieren medallas y el precio a veces es la tragedia. Piensa que puede haber circunstancias inevitables, pero que, si se planifica a tiempo la labor de reconversi¨®n y educaci¨®n de los deportistas para su nueva vida, se podr¨¢n evitar casos tristes de inadaptaci¨®n y extremos como el final de una estrella del waterpolo, campe¨®n ol¨ªmpico y mundial.
"Elija entre los Juegos de Tokio o las matem¨¢ticas", le dijo un profesor a un destacado atleta espa?ol
Sola siempre ha sido valorado dentro y fuera de las pistas y lo sigue siendo ahora como presidente de la comisi¨®n de deportistas del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol. Y es optimista: "Se pueden hacer muchas cosas bien y evitar problemas. Y como dinero tambi¨¦n hay, pues, bien utilizado y dirigido, se pueden tener resultados buenos a corto plazo. En nuestra ¨¦poca no hab¨ªa dinero. La gente se retiraba a los 25 o 26 a?os para terminar la carrera que hab¨ªa aplazado y en el atletismo, lo que m¨¢s conozco, est¨¢ generalmente bien instalada. Pero ahora todo es distinto".
Perteneci¨® Sola a una generaci¨®n que brill¨® en los a?os 60 y que en plena actividad "ya estaba en el futuro". Y cuenta una an¨¦cdota: "A m¨ª, en la Escuela de Aparejadores, me lleg¨® a decir un profesor: 'Si usted va a Tokio [Juegos Ol¨ªmpicos de 1964] elija entre Tokio o las matem¨¢ticas'. Y fui [15?, con 4,40 metros]. Ahora se ha corregido esto con facilidades para compatibilizar los estudios".
El atleta, que lleg¨® a tener 35 minutos el r¨¦cord ol¨ªmpico en los Juegos de M¨¦xico 68, donde acab¨® noveno, con 5,20 metros, tiene claro que son otros tiempos: "En el deporte ha habido un punto de inflexi¨®n clar¨ªsimo cuando el deportista empieza a ganar dinero. Mucha gente se dedica plenamente, pero, por desgracia, no suele dar lo suficiente como para vivir de ¨¦l lo restante de la vida. S¨®lo hay raras excepciones".
El problema de la reconversi¨®n es m¨¢s grave ahora, cuando el n¨²mero de deportistas con triunfos internacionales, y que por ello se sienten con "m¨¢s razones" para exigir buenos puestos de trabajo, ha aumentado. Y a?ade Sola: "Muchas veces el deportista se queda sorprendido porque dice que tiene muchas medallas, pero que no le valen de nada a los 30 a?os. Y hay que decirle que eso es muy bueno porque muchos pueden as¨ª ser populares y reconocidos, pero s¨®lo les servir¨¢ como acompa?amiento de algo que haya aprendido, de una preparaci¨®n, ante un cambio de vida radical. A m¨ª mismo, a¨²n ahora, me sigue sucediendo en mi trabajo. 'T¨² eres el que saltaba, ?no?', me dicen muchos directivos de empresas. El programa Adecco nos ayuda a buscar empleos, pero hay deportistas que llegan incluso sin saber leer y s¨®lo pueden aspirar a puestos muy limitados. Vienen y me dicen: 'Es que tengo un nivel, tres medallas ol¨ªmpicas, dos t¨ªtulos mundiales, y me ofrecen s¨®lo ser conserje de una instalaci¨®n'. ?Qu¨¦ les van a ofrecer?".
Sola tambi¨¦n habla de la lucha que hay que tener con las federaciones: "Entiendo que se ocupen mucho m¨¢s de los resultados deportivos, lo que les piden, y no de los acad¨¦micos, de cuidar la salud mental y de todo tipo del atleta. Hay una obsesi¨®n ahora, y est¨¢ muy bien, con la salud f¨ªsica y con evitar el dopaje, pero, si no se cuida la cabeza la gente, se puede meter en cosas que no debe. Por eso estamos aprovechando para ir a las concentraciones con el tutor que tenemos del deportista para explicarles que se deben ir preparando y las ayudas que les ofrecemos. A¨²n hay un porcentaje elevad¨ªsimo que en la vor¨¢gine de la competici¨®n gana dinero y se olvida de reconvertirse a la vez porque requiere otro sacrificio adicional".
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