Los jefes policiales encargados del 11-M afirman que la bolsa bomba siempre estuvo bajo control

Los cinco m¨¢ximos responsables de la investigaci¨®n policial sobre el 11-M se declaran estupefactos ante las variopintas hip¨®tesis de lo ocurrido que leen en alg¨²n medio de comunicaci¨®n. Su trabajo se ha extendido a hechos ocurridos antes, durante y despu¨¦s del ataque combinado de Madrid, y lo han realizado con el actual Gobierno socialista y con el anterior del PP. Les han acusado incluso de ama?ar la investigaci¨®n. Un comisario, dos inspectores jefes y dos subinspectoras de la Unidad Central de Inteligencia (UCI) y de la Unidad Central de Informaci¨®n Exterior (UCIE) se han prestado a detallar conjuntamente a EL PA?S qu¨¦ han investigado, c¨®mo lo han hecho y hasta d¨®nde han llegado.

"Todos los indicios se han investigado desde el principio y sin sesgo ni presi¨®n alguna. Y ah¨ª est¨¢n todas las pruebas"

"La ejecuci¨®n material tiene nombre y apellidos, y son los conocidos. No tengo duda de que es una c¨¦lula islamista local"

"En el Ifema, hab¨ªa que acreditarse para pasar a la zona donde se encontraba el explosivo desactivado"

- La bolsa bomba. Es uno de los cap¨ªtulos sobre los que han le¨ªdo hip¨®tesis que les indignan. Sobre todo porque se ha llegado a insinuar que la bolsa bomba que no lleg¨® a estallar en el tren que se detuvo en la estaci¨®n de El Pozo pudo ser depositada a posteriori por una mano negra con el fin de involucrar a los terroristas que, en efecto, resultaron ser los presuntos autores del m¨²ltiple atentado, como sostienen sin dudar los investigadores. "Al llegar al Pozo, lo primero que se hizo fue tender cordones de seguridad y auxiliar a las personas que estaban all¨ª. Hubo gente que ayud¨® a sacar efectos de los trenes, que se amontonaron en el and¨¦n, pero esa gente estuvo poco porque luego se encargaron los bomberos. Seg¨²n los Tedax, ellos revisaron los efectos que continuaban dentro de los trenes, pero no con perros". Las mochilas, abrigos y otros efectos que estaban junto a los cad¨¢veres sobre el and¨¦n fueron recogidos por el Selur [un servicio especial de limpieza], y cargados en dos furgonetas policiales, "siempre bajo control policial". "El dispositivo era tan enorme que a veces las decisiones fueron contradictorias". Una de las subinspectoras se refiere a que primero fueran llevados los efectos a la comisar¨ªa de Vallecas, luego (sin sacarlos de las furgonetas) al Ifema y de nuevo a la comisar¨ªa. "A las nueve o nueve y media se dej¨® todo en un local de los bajos de la comisar¨ªa, bajo llave y custodiado... Hasta que se ordena hacer inventario". Un inspector hace entonces una reflexi¨®n: "?Qui¨¦n ha dicho que se pod¨ªa anular esa prueba? Se ha obtenido sin vulnerar derechos fundamentales, sin actuaciones il¨ªcitas, que es cuando se podr¨ªa anular. Incluso si se hubiera roto la cadena de custodia, que en absoluto ha sido as¨ª porque en el Ifema estaba bajo control policial y para pasar a la zona donde se encontraba hab¨ªa que acreditarse, tampoco se invalidar¨ªa lo obtenido a partir de ella". "As¨ª que asunto resuelto hasta que se inventen otra cosa. La teor¨ªa de la manipulaci¨®n de la prueba de la mochila es absurda", sentencia el otro inspector. "Adem¨¢s, la mochila era igual a otra que los Tedax explosionaron".

- La tesis de ETA. De ETA no han visto ni rastro. Est¨¢n convencidos, y tienen pruebas de ello, de que el 11-M fue obra de una c¨¦lula islamista local con dos l¨ªderes: Jamal Ahmidan, el Chino, el jefe operativo, y Serhane Fakhet, el Tunecino, doctorando en Econ¨®micas y cabeza pensante. "La ejecuci¨®n del 11-M tiene nombre y apellidos y son los que todo el mundo conoce", sentencian.

Los cinco reunidos, que se niegan a ser identificados o fotografiados (trabajan en la calle y no quieren problemas), no entienden a qu¨¦ obedece el intento de descalificar el trabajo de miles de funcionarios. "La Comisar¨ªa General de Informaci¨®n en pleno se puso a trabajar con todos sus medios y comprobando todo en medio del caos del 11-M. Miramos todo por si aparec¨ªa algo, lo que fuera. Hasta que apareci¨® algo", rubrica un inspector: la Renault Kangoo hallada en Alcal¨¢ de Henares, la mochila bomba desactivada y las ropas tiradas por los terroristas en la estaci¨®n de Vic¨¢lvaro, que era la primera prueba (fue recogida el 11-M a las 9.30). El resto de pruebas remachan lo conocido. Por partes.

- La furgoneta de Alcal¨¢. "Al principio, tras comprobar que era robada, fue revisada con un perro que no detect¨® las sustancias vol¨¢tiles del explosivo, entre otros motivos porque el peque?o resto que hab¨ªa estaba en una bolsa herm¨¦tica", explican. Las huella de Daoud Ouhnane y restos de ADN de Abdenabi Kounjaa, Rifaat Anouar Asrih y Allekema Lamari se hallaron m¨¢s tarde.

- La trama asturiana. "Los detonadores, no los explosivos, ni la tarjeta ni el tel¨¦fono hallados en el Pozo, son los que nos llevan a Asturias. De lo de los tel¨¦fonos nos enteramos en Asturias, el 16 de marzo por la tarde", explican los investigadores. "Fuimos a comprobar de qu¨¦ mina hab¨ªan podido salir los detonadores. Descubrimos que en Asturias hab¨ªa alguien que hab¨ªa trabajado en Caolines de Merill¨¦s que pod¨ªa saber algo". Era Jos¨¦ Emilio Su¨¢rez Trashorras. "Tuvimos cuatro entrevistas con ¨¦l. En la tercera se derrumb¨®. Dijo que ten¨ªa contactos con un tal Rafa [Zouhier], a quien conoce por su cu?ado [Antonio Toro]. Y lo de ETA no sali¨® por ninguna parte, pero, de haber salido, los de informaci¨®n interior lo hubieran trabajado. All¨ª hab¨ªa gente de informaci¨®n exterior, de interior, del CNI... Pero es que no aparece nada de eso, salvo informaciones period¨ªsticas. Todos los indicios o v¨ªas que han surgido se han investigado sin sesgo ni presi¨®n alguna", subrayan. "Cuando ya se derrumba Trashorras, identifica a Zouhier y habla de un tal Mogli [Jamal Ahmidan]. Cuando le preguntamos por los explosivos nos dijo que no sab¨ªa nada pero admiti¨® que los moritos se llevaron explosivos y detonadores". "Cuando a¨²n se est¨¢ en Asturias", agregan, "es cuando nos enteramos de lo de los tel¨¦fonos y vemos, sin que lo sepa Trashorras, que la l¨ªnea de investigaci¨®n de los detonadores y la de los tel¨¦fonos cuadran".

- La sudadera de Vic¨¢lvaro. Es en realidad la primera prueba. Se obtiene gracias a que varios testigos ven c¨®mo varias personas se alejan a toda velocidad de los trenes, se quitan parte de la ropa que llevaban y la echan a un contenedor. Las prendas las recoge la Guardia Civil y son sometidas a pruebas de ADN. "Al principio se obtienen cuatro perfiles gen¨¦ticos an¨®nimos, que no se sabe si tienen relaci¨®n con los atentados. Es mucho m¨¢s tarde, cuando se produce el suicidio de los terroristas, cuando se obtienen sus perfiles gen¨¦ticos, cuando se ve que los cuatro rastros de ADN, hasta entonces an¨®nimos, eran de Otman el Ghanout (preso), Rifaat Anouar Asrih, Abdenabi Kounjaa y Mohamed Oulad Akcha (suicidas)". La primera prueba obtenida tambi¨¦n cierra el c¨ªrculo sobre la c¨¦lula islamista del 11-M.