Los mayores que dejan el tabaco recaen menos que los j¨®venes
El tabaquismo interfiere en la recuperaci¨®n del alcoholismo
S¨®lo un 16% de las personas mayores que dejan el tabaco vuelve a fumar. Este dato, aportado por un reciente estudio, contrasta con investigaciones anteriores sobre el abandono del tabaquismo en poblaciones m¨¢s j¨®venes, cuyas tasas de reincidencia a los dos a?os son del 35% al 40%. El estudio con ancianos, publicado en el n¨²mero de marzo de The Journal of the American Geriatrics Society, revela tambi¨¦n que los ¨ªndices de mujeres que dejan el tabaco y no recaen en el h¨¢bito parecen ser m¨¢s elevados que los de los hombres de su franja de edad, y que tanto los hombres como las mujeres mayores tienen m¨¢s probabilidades de dejar el tabaco si se les ha diagnosticado un c¨¢ncer.
Los investigadores reconocen que el bajo ¨ªndice de reca¨ªda en ancianos podr¨ªa deberse en parte a unas tasas de mortalidad m¨¢s elevadas, pero que tambi¨¦n podr¨ªa reflejar una diferencia fundamental en los fumadores que cambian sus h¨¢bitos a una edad avanzada, afirman. "Algo nuevo puede incitar a esos ancianos a dejar de fumar: o bien est¨¢n realmente motivados para abandonar el h¨¢bito, o factores que no pueden controlar est¨¢n influyendo en la decisi¨®n de hacerlo", se?ala el geriatra Heather Whitson, uno de los autores del trabajo.
Las tasas de reca¨ªda de mayores son m¨¢s altas entre hombres que entre mujeres
Otros factores que podr¨ªan influir en el abandono del tabaco incluyen la p¨¦rdida de transporte (y, por tanto, la p¨¦rdida de acceso a los cigarrillos), el inicio de la demencia, las limitaciones econ¨®micas o el traslado a un hogar de ancianos o a la casa de un familiar en la que no se permite fumar.
El equipo de Whitson pretend¨ªa saber si los factores que predicen mejor el abandono del tabaco en fumadores m¨¢s j¨®venes tambi¨¦n estar¨ªan asociados con el abandono del h¨¢bito en gente mayor. "Los patrones de abandono del tabaco en ancianos son bastante diferentes de lo que han demostrado investigaciones anteriores en poblaciones m¨¢s j¨®venes", indica Whitson. "Se necesita m¨¢s investigaci¨®n, pero con una mayor comprensi¨®n de las motivaciones para dejar de fumar en estadios posteriores de la vida, podr¨ªan desarrollarse mejores programas para esta poblaci¨®n".
Por otra parte, otro estudio publicado en la edici¨®n de marzo, Alcoholism: Clinical and Experimental Research, ha venido a mostrar que el cerebro de los alcoh¨®licos fumadores en rehabilitaci¨®n no se recupera tan bien f¨ªsica o cognitivamente como el cerebro de los no fumadores. Al parecer, el tabaco interfiere en la capacidad del cerebro para recuperarse de los efectos del abuso cr¨®nico del alcohol, seg¨²n este estudio.
Despu¨¦s de un mes de sobriedad, los alcoh¨®licos fumadores en rehabilitaci¨®n mostraron una mejora significativamente inferior a la de los no fumadores, tanto en la funci¨®n cerebral como en los indicadores neuroqu¨ªmicos de salud neuronal. El estudio indica, seg¨²n los autores, que para una mejor recuperaci¨®n cerebral, puede ser beneficioso que los alcoh¨®licos, en las primeras fases de abstinencia, tambi¨¦n dejen de fumar.
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