Suspendida la regularizaci¨®n de 13.900 inmigrantes por deudas de sus empleadores
La Delegaci¨®n del Gobierno deniega solicitudes por multas impagadas por los empresarios
Un ¨²ltimo obst¨¢culo, ajeno a su responsabilidad y que desconoc¨ªan hasta ahora, acecha a 13.900 inmigrantes de la regi¨®n que intentan regularizar su situaci¨®n. Son las deudas que las personas o empresas que les hab¨ªan ofrecido trabajo mantienen con la Seguridad Social o Hacienda. La Delegaci¨®n del Gobierno en Madrid admite que ha denegado la solicitud de regularizaci¨®n a 13.900 personas por este motivo, aunque a?ade que ha logrado resolver favorablemente en un mes otros 9.000 casos similares. Comisiones Obreras denuncia los perjuicios que sufren los solicitantes.
"La normativa es clara en este sentido. Toda solicitud de regularizaci¨®n en la que el empleador no est¨¦ al d¨ªa con Hacienda o con la Seguridad Social debe ser denegada", explica Miguel ?ngel Rodr¨ªguez Villanueva, secretario general de la Delegaci¨®n de Gobierno en Madrid.
En algunos casos, estas deudas son abultadas cantidades de dinero que una empresa tiene pendientes con la Seguridad Social o el Ministerio de Hacienda. En muchos otros, sin embargo, la regularizaci¨®n del inmigrante puede irse al traste por una multa de tr¨¢fico impagada por el padre de familia que pensaba emplearlo en su servicio dom¨¦stico. "A efectos legales, igual da una situaci¨®n que la otra", admite Rodr¨ªguez Villanueva.
El sindicato CC OO denuncia la "enorme injusticia" que supone terminar de este modo con las esperanzas -justo cuando ve¨ªan la luz al final del t¨²nel- de miles de inmigrantes que llevan a?os viviendo con el miedo a la expulsi¨®n y soportando empleos en la econom¨ªa sumergida, seg¨²n Ana Gonz¨¢lez, responsable de Pol¨ªticas Sociales de CC OO. "El inmigrante ha cumplido con todo lo que se le ped¨ªa y es para ¨¦l un golpe muy duro que por una deuda con la que no tiene nada que ver se ponga en peligro su regularizaci¨®n", a?ade.
Estudio caso a caso
Rodr¨ªguez Villanueva asegura que la Delegaci¨®n del Gobierno est¨¢ "estudiando caso a caso, buscando la mejor forma de resolver la situaci¨®n en beneficio del inmigrante si ¨¦ste cumple con todos los requisitos".
De las 171.321 solicitudes presentadas en la regi¨®n en el proceso de regularizaci¨®n iniciado hace un a?o por el Gobierno central, 22.832 (el 13% del total) hab¨ªan sido denegadas el pasado 27 de febrero por deudas de los empleadores, seg¨²n un informe de CC OO.
"Desde entonces hemos logrado solventar la situaci¨®n de casi 9.000 personas que hab¨ªan recurrido la denegaci¨®n", explica Rodr¨ªguez Villanueva. "Hay dos opciones para hacerlo. La primera es que el empleador pague la deuda, sea ¨¦sta una multa en el caso dom¨¦stico o cualquier deuda en el caso de una empresa. La segunda es que el inmigrante consiga otro empleo", a?ade.
La delegaci¨®n asegura que, una vez presentado el recurso, el inmigrante tiene plena seguridad jur¨ªdica para permanecer en Espa?a. Pese a ello, Rodr¨ªguez Villanueva admite que algunos inmigrantes se han salvado en el ¨²ltimo momento de ser expulsados de Espa?a. "Ha habido casos en los que la expulsi¨®n ya estaba en marcha y hemos tenido que intervenir para frenarla porque estaba pendiente de resolver el recurso", afirma.
Quedan, sin embargo, 13.900 solicitudes denegadas que est¨¢n pendientes de que el empleador pague sus deudas o de que el inmigrante consiga hacerse con otra oferta de empleo. La Delegaci¨®n del Gobierno en Madrid conf¨ªa en que "logren resolverse otras 10.000 solicitudes m¨¢s de forma favorable", prosigue Rodr¨ªguez Villanueva.
Las casi 4.000 restantes, seg¨²n calcula la Delegaci¨®n del Gobierno, ser¨¢n finalmente denegadas. La mayor¨ªa de ¨¦stas (alrededor del 70%) ser¨¢n imputables a la empresa, seg¨²n la Delegaci¨®n del Gobierno. "En estos casos, si la empresa no salda sus deudas y el inmigrante no logra otro empleo, jur¨ªdicamente estamos obligados a denegarla", afirma Rodr¨ªguez Villanueva. El 30% de casos restantes ser¨¢n denegados porque el inmigrante cuenta con antecedentes policiales graves o penales, o porque incumple otros requisitos exigidos.
Ana Gonz¨¢lez, de CC OO, denuncia los "graves perjuicios" que esta situaci¨®n est¨¢ causando en los inmigrantes. "Apreciamos la buena voluntad de la Delegaci¨®n del Gobierno, pero no es menos cierto que para el inmigrante, adem¨¢s de la ansiedad sufrida, el quebranto econ¨®mico es importante, porque debe esperar varios meses o un a?o m¨¢s para ser regularizado, tiempo en el que no cotiza a la Seguridad Social", afirma.
Comisiones Obreras denuncia tambi¨¦n la situaci¨®n de 4.000 extranjeros que, pese a haber sido regularizados, a¨²n no han sido dados de alta en la Seguridad Social por los empresarios. "Es un grave incumplimiento de sus obligaciones", concluye.
"S¨®lo quiero, por mi hijo y por mi familia, que todo se resuelva"
Walter (nombre ficticio) vol¨® de los Andes a Madrid como turista. Tras cruzar la aduana de Barajas, sin embargo, se convirti¨® en uno m¨¢s de los cientos de miles de inmigrantes que han llegado a la regi¨®n buscando un futuro mejor.
Lleg¨® en 2000, cuando ten¨ªa 23 a?os, y s¨®lo estuvo una semana parado. "El tiempo que necesit¨¦ para contactar con mis conocidos, sacarme el abono transporte y encontrar trabajo", explica. Su primer empleo fue en la construcci¨®n, "en unas obras que s¨®lo duraron un mes".
Luego salt¨® al reparto de publicidad, durante algunas semanas. En los 12 meses siguientes, siempre trabajando sin contrato y temiendo que la polic¨ªa le expulsara, fue alternando los trabajos de la construcci¨®n con el buzoneo.
A finales de 2001, encontr¨® la estabilidad en una empresa de reparto de publicidad, lo que le permiti¨® ir a vivir con su pareja y tener su primer y hasta ahora ¨²nico hijo. "He estado trabajando all¨ª cuatro a?os. Siempre de forma ilegal. Siempre buscando la forma de regularizar mi situaci¨®n y siempre con miedo de que alg¨²n d¨ªa me expulsaran de Espa?a y me separaran de mi mujer y mi ni?o", relata.
El a?o pasado, al fin, se le present¨® la oportunidad que tanto tiempo llevaba esperando. "Con el proceso de regularizaci¨®n nos ilusionamos todos much¨ªsimo", recuerda. Pero los impagos de su empresa a la Seguridad Social frenaron su euforia.
"Nos quedamos todos muy fastidiados. Pero despu¨¦s de todo lo que hab¨ªamos pasado, no pod¨ªamos rendirnos", insiste Walter.
El caso de su empresa es complejo. S¨®lo tiene ocho trabajadores legales, pero en realidad 60 inmigrantes reparten publicidad para ella. "La empresa no ha querido regularizarnos a todos de golpe porque nuestra situaci¨®n irregular hubiera quedado en evidencia. Lo que hizo fue hacerlo poco a poco, en grupos peque?os de trabajadores", cuenta.
Mientras los primeros iban siendo regularizados, los dem¨¢s presentaban sus solicitudes. "Pero no ha pagado algunas altas y cuotas a la Seguridad Social y el resto seguimos sin poder regularizarnos", se lamenta Walter. "S¨®lo quiero, por mi hijo y por mi familia, que todo se resuelva pronto", suspira.
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