El cari?o del portero a Ronaldo

Declaraba C¨¦sar, portero del Zaragoza, el d¨ªa anterior al partido que Ronaldo, ex compa?ero suyo en el Madrid, necesitaba "el cari?o de la afici¨®n". Consiga recuperar o no la estima de la grada del Bernab¨¦u, la que no le falta a Ronaldo es la de C¨¦sar, que ayer alivi¨® todos los males que acosaban al delantero brasile?o. Fue en aquella jugada en la que el bal¨®n vol¨® enviado por Beckham, que luch¨® Zidane en el salto junto a un defensa, que C¨¦sar intent¨® atrapar de forma precipitada... Poco hab¨ªa hecho Ronaldo hasta ese momento, pero el bal¨®n fue a caer a sus pies. Un quiebro y gol, gol de Ronaldo tras m¨¢s de un mes de sequ¨ªa.

Ronie se persign¨® dos veces al inicio del choque y el cuero se le difumin¨® a la vista. Al principio tuvo a bien tirar de orgullo y quiso demostrar sus ganas por agradar. Pero para ello deb¨ªa tocar la pelota. El Madrid no trenz¨® y Ronaldo opt¨® por salir de su sitio al dar varios pasos hacia atr¨¢s. En la medular no hac¨ªa da?o y la zaga aragonesa le esperaba en casa. El primer bal¨®n que toc¨®, sin embargo, entra?¨® una peligrosidad notoria; le devolvi¨® una pared a Cicinho que Toledo zanj¨® con penalti. El ¨¢rbitro no lo pit¨®. En su segunda intervenci¨®n, Ronaldo prob¨® a C¨¦sar.

Cuando Diego Milito marc¨® el gol, Ronaldo baj¨® la mirada, lade¨® la cabeza y torci¨® el morro. S¨®lo hab¨ªa logrado conectar tres pases, uno a Baptista, otro a Robinho, y un ¨²ltimo a Zidane. Ronaldo luch¨® anoche contra el Zaragoza, contra la afici¨®n aragonesa, que le tild¨® de gordo, y contra la soledad del delantero madridista. Pero encontr¨® el premio, all¨¢ en el instante final. Quiz¨¢ el domingo encuentre el cari?o de la afici¨®n del Madrid. Ayer, C¨¦sar le ayud¨® a conseguirlo.