El Depor gana por fin en Riazor y hunde al M¨¢laga

La desesperaci¨®n bien manejada puede ser un perfecto estimulante para el f¨²tbol, como se pudo constatar anoche en Riazor. Primero lo demostr¨® el M¨¢laga que, hundido en la tabla, luch¨® por su suerte con valent¨ªa y algunos apuntes de clase. Luego, la desesperaci¨®n azuz¨® al Depor, que ya se ve¨ªa con otra derrota en casa despu¨¦s de tres meses sin ganar. Sali¨® a toque de corneta tras el descanso, dio la vuelta al partido y expuls¨® por fin los malos esp¨ªritus de su estadio.

Tan descolgado viaja el M¨¢laga en la cola de la Liga que para ¨¦l ya no hay mucha diferencia entre un empate y una derrota. En esa situaci¨®n l¨ªmite se present¨® en A Coru?a el equipo de Manolo Hierro y, en la primera parte, respondi¨® del mejor modo posible: actu¨® a la desesperada, pero administr¨® la ansiedad en las dosis justas. Sus urgencias le obligaron a ser audaz, a jugar con dos puntas y un centro del campo ofensivo, a no pensar ni un segundo en la posibilidad de la especulaci¨®n. Y, al mismo tiempo, no incurri¨® en precipitaciones ni busc¨® atajos incorrectos para su f¨²tbol. En el despliegue a pecho descubierto del M¨¢laga tuvieron el protagonismo que se le exige a sus futbolistas m¨¢s dotados. Quiz¨¢s el mejor sea Duda, autor de un gol espl¨¦ndido: recibi¨® un bal¨®n a media altura, al borde del ¨¢rea, y conect¨® una par¨¢bola imposible para Molina. Duda hab¨ªa perdido poco antes una ocasi¨®n clamorosa tras un centro magn¨ªfico de Manu S¨¢nchez.

La situaci¨®n ofrec¨ªa sus posibilidades al Depor, que se encontraba con un partido m¨¢s parecido a los que gana fuera que a los que pierde en casa. Esta vez no hab¨ªa en Riazor un rival sin m¨¢s empe?o que obturar el juego -como todos los que se han llevado alg¨²n bot¨ªn de A Coru?a en las ¨²ltimas 14 semanas-, sino un partido abierto, con fases de ida y vuelta. As¨ª y todo, el Depor se vio superado durante la primera fase y no reaccion¨® de verdad hasta que le alcanz¨® su propia desesperaci¨®n. Fue tras el descanso, cuando Caparr¨®s tambi¨¦n se lanz¨® sin paraca¨ªdas y situ¨® tres delanteros, dos de ellos, Iago y Xisco, de la cantera. La f¨®rmula aplac¨® las ¨ªnfulas del M¨¢laga, obligado a recular. Para voltear el partido, el Depor tuvo que buscar otros recursos. Llegaron con dos faltas casi gemelas de V¨ªctor, convertidas con cierta colaboraci¨®n de la defensa y el portero del M¨¢laga, que, tras el empaque que mostr¨® al inicio, acab¨® sucumbiendo a las circunstancias.