Douglas Gordon llena el arte de suspense
La Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona presenta una retrospectiva con los v¨ªdeos y textos del artista
Douglas Gordon est¨¢ vivo. Ayer se paseaba cerveza en mano por las salas de la Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona, donde hasta el 4 de junio se presenta una retrospectiva de sus obras sonoras, textuales y videogr¨¢ficas. Lleva por t¨ªtulo Lo que quieres que te diga... Yo ya estoy muerto, y en el cat¨¢logo dos amigos glosan su muerte. Pero es ficci¨®n, o tal vez otra de sus obras... El Gordon fallecido es como Robert de Niro en Taxi driver o Linda Blair en El exorcista, personajes de una ficci¨®n cargada de suspense y belleza, como las obras de este joven artista escoc¨¦s que se ha convertido en una de las figuras del arte del momento. De ah¨ª la oportunidad de esta retrospectiva, la primera en Espa?a, aunque se han exhibido obras suyas en numerosas colectivas.
"Mi generaci¨®n ha crecido con la televisi¨®n y el cine, y todo esto se refleja en mi trabajo"
El t¨ªtulo de la exposici¨®n tambi¨¦n est¨¢ relacionado con una de las piezas de Gordon (Glasgow, Escocia, 1966) que se exhiben en la muestra. What you want me to say (1998) consiste en una instalaci¨®n sonora en la que una docena de altavoces negros distribuidos por el suelo van repitiendo la frase "I love you", que suena en un disco rayado en un viejo tocadiscos, tambi¨¦n situado en el suelo. Gordon, en una actitud displicente, entre t¨ªmida y arrogante, explic¨® ayer el origen de la pieza. Para hacerlo cont¨®, sin escatimar detalles y sensaciones -est¨¢ claro que le apasiona el cine y le gusta contar historias-, el argumento de Brighton Rock (1947), filme de John Boulting basado en una novela de Graham Greene, Brighton, parque de atracciones, en la que un g¨¢nster se casa con la testigo de uno de sus cr¨ªmenes. En un momento determinado, para resumir, ella le pide a ¨¦l que grabe su voz y ¨¦l, sin que ella lo oiga, graba un mensaje en el que le dice "quieres que diga te amo pero en realidad te odio". Al final, el disco se raya y ella s¨®lo oye "te amo".
Es un buen ejemplo de la manera en la que Douglas Gordon utiliza el cine o la televisi¨®n para abordar los temas de la percepci¨®n, la comunicaci¨®n o la interpretaci¨®n de las relaciones y situaciones humanas. El montaje de la muestra es, de hecho, un paseo f¨ªlmico en el que cada pieza es una nueva sorpresa, un sobresalto hecho a base de reconocimiento y fascinaci¨®n por las nuevas lecturas e interpretaciones que el artista propone de im¨¢genes e historias conocidas por el gran p¨²blico. En el montaje abundan los juegos de espejos, tanto los reales que se incluyen en las piezas textuales de la serie Cartas no enviadas, como los que sugieren las dobles proyecciones que realiza de pel¨ªculas o de fragmentos de las mismas. "Provengo de una generaci¨®n que ha crecido con la televisi¨®n y el cine, y todo esto se refleja en mi trabajo", indica Gordon, que lleva tatuados en sus antebrazos las palabras forever y always (¨¦sta escrita al rev¨¦s como si fuera el reflejo en un espejo).
La exposici¨®n incluye sus piezas m¨¢s conocidas, como 24 hour psycho (1993), una gran pantalla en la que se proyecta por las dos caras y sin sonido la pel¨ªcula Psicosis, de Hitchcock, pero con un sistema de v¨ªdeo que ralentiza el pase, por lo que el espectador la ve fotograma a fotograma en una lentitud a¨²n m¨¢s angustiosa. El filme dura 24 horas, es decir, resulta imposible seguir la trama. "Cada museo es libre de empezar cada d¨ªa el filme de nuevo o de continuar, una vez cierra sus salas, en el punto en el que se qued¨® la pel¨ªcula", indic¨® ayer el artista.
Tambi¨¦n de otro cl¨¢sico de Hitchcock, V¨¦rtigo, est¨¢ tomada la instalaci¨®n Feature (1999), que ya pudo verse con otro montaje hace unos meses en Caixaf¨®rum. En este caso, el artista rod¨®, con abundancia de planos cortos, el concierto de la banda sonora interpretado por la orquesta de la ?pera de Par¨ªs. En un peque?o monitor situado en el suelo se puede ver sin sonido la pel¨ªcula, aunque ¨¦sta act¨²a s¨®lo como apunte ya que el suspense se consigue con la m¨²sica y los hipn¨®ticos planos de las manos y la batuta del director James Conlon.
La utilizaci¨®n de filmes cl¨¢sicos puede resultar un recurso f¨¢cil, pero en cualquier caso hay que decir que Gordon lo borda. La instalaci¨®n Through a looking glass (1999), en la que dos grandes pantallas enfrentadas van pasando 71 segundos del filme Taxi driver (1976), cuando un desquiciado Robert de Niro se mira en el espejo jugando a dispararse a s¨ª mismo, es tambi¨¦n de antolog¨ªa, y tiene la ventaja de que es una de sus instalaciones f¨ªlmicas m¨¢s cortas. No es el caso de otra de las perlas de la muestra, Between darkness and light (after William Blake) (1997), que se presenta en la sala del Espai 13 de la fundaci¨®n y que consiste en una gran pantalla con proyecciones a uno y otro lado, en los que se superponen de forma ¨ªntegra y en un estramb¨®tico e inquietante di¨¢logo La canci¨®n de Bernadette (1943) y El exorcista (1973), en lo que Rosa Maria Malet, directora de la fundaci¨®n, consider¨® "una reflexi¨®n sobre el bien y el mal en la que el artista parece hablarnos de lo inquietante de las posesiones sin distinguir entre las angelicales o las malignas". Para ¨¦l, es l¨®gico este inter¨¦s por el bien y el mal como un juego de espejos ambiguo y reflectante porque es, sencillamente, lo que nos encontramos en nuestra vida diaria.
Hay m¨¢s referencias f¨ªlmicas -en una pieza recupera los besos, inusuales, del capit¨¢n Kirk de la serie televisiva Star Treck-, pero la exposici¨®n recupera tambi¨¦n algunas instalaciones con textos o fotograf¨ªas menos conocidas. Es el caso de la que abre la muestra, De Dios a nada (1996), en la que escribe en una raya en la mitad del muro de la sala una sucesi¨®n de textos en los que se enumeran miedos -comienza con el miedo a Dios y acaba con el miedo a nada, aunque en el ¨ªnterin hay miedos a despertarse o a re¨ªr-, en un montaje muy similar al de la pieza tambi¨¦n textual titulada Ahora no (1998).
Zidane o el hombre del siglo XXI
Algunos aficionados merengues recordar¨¢n tal vez que hace casi un a?o, en el partido Real Madrid-Villarreal, se rod¨® una pel¨ªcula cuyo ¨²nico protagonista era Zinedine Zidane. Pues bien, uno de los directores del filme, junto al franc¨¦s Philippe Parreno, es Douglas Gordon, lo que sirve de aviso de que no ser¨¢, realmente, una pel¨ªcula sobre f¨²tbol.
"Busc¨¢bamos hacer el retrato de un hombre del siglo XXI, y result¨® que este hombre es Zidane", explic¨® ayer Gordon. "?l puede representar algo importante para muchos aficionados al f¨²tbol, y al mismo tiempo representa algo que va m¨¢s all¨¢ del f¨²tbol. Es interesante que aunque naci¨® en Marsella sus padres son de Or¨¢n, como Parreno, y tambi¨¦n como Albert Camus, que por cierto fue portero del equipo nacional de f¨²tbol de su pa¨ªs".
El filme, titulado Zidane, un retrato del siglo XXI, se estrenar¨¢ en doble versi¨®n, como un largometraje de 90 minutos, en cine y tambi¨¦n con doble proyecci¨®n y diferente montaje en salas de exposiciones. "Ahora, el rodaje ya est¨¢ acabado y falta s¨®lo la banda sonora", indic¨® ayer. "Conf¨ªo en que podr¨¢ estrenarse este a?o, pero que nadie espere un documental porque es m¨¢s un retrato psicol¨®gico, el reflejo de un estado mental, que un biopic".
Pese a su juventud, Gordon tiene una amplia trayectoria a sus espaldas, as¨ª como varios galardones, como el famoso Premio Turner, que gan¨® en 1996. En la exposici¨®n puede apreciarse la variedad de su trabajo centrado en las dualidades y la oposici¨®n de contrarios en Pretty much every film and video, una instalaci¨®n con 48 monitores que recogen sus v¨ªdeos y filmes desde 1992.
De forma paralela a la retrospectiva en la Fundaci¨®n Mir¨®, realizada con la colaboraci¨®n del British Council y en cuyo montaje y selecci¨®n de piezas ha intervenido el artista directamente, la galer¨ªa barcelonesa Estrany-de la Mota (www.estranydelamota.com) inaugura esta noche una exposici¨®n con una selecci¨®n de las ¨²ltimas obras del artista en fotograf¨ªa y textos. La muestra, titulada The rules of the game, incluye unas 50 fotograf¨ªas relacionadas con la serie Mirrored blind, que inici¨® en 2002 y en la que utiliza fotograf¨ªas de actrices y actores del Hollywood cl¨¢sico a los que recorta los ojos para situar en este agujero un espejo en el que se refleja el espectador.
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