Camps reina pero no gobierna

Les juro que la frase no me la ha dictado Eduardo Zaplana ni me la ha sugerido Joan Ignasi Pla. Es creaci¨®n propia, aunque estoy seguro haberla escuchado en alg¨²n cen¨¢culo de campistas. El presidente de la Generalitat reina, pero no gobierna el Consell. Al menos no gobierna de la manera que se entiende debe hacer un jefe de gobierno. Mandando. Liderando la sociedad. Y poniendo orden en el partido que lo sustenta. Las encuestas electorales s¨®lo reflejan un coyuntural estado de ¨¢nimo que no resuelve la pregunta pol¨ªtica de si Francesc Camps s¨®lo reina o tambi¨¦n gobierna.

?C¨®mo se hace eso? ?C¨®mo lo hac¨ªa Pujol con s¨®lo un carraspeo? ?C¨®mo lo consigue Zapatero a base buen rollito? Dos f¨®rmulas diferentes con exitoso resultado. Pero a mi me da la sensaci¨®n de que Francesc Camps simplemente le gusta reinar pero no gobernar. Y vale la pena resaltarlo hoy, antes de que se apruebe el Estatut, por si a¨²n hay tiempo de introducir alguna nueva cl¨¢usula. Aunque me temo que, como mucho, la aprobaci¨®n del Estatut s¨®lo afectar¨¢ pol¨ªticamente al nombre de las conseller¨ªas.

Y no es que esta manera de llevar la cosa pol¨ªtica signifique que el asunto va mejor o peor. Cada maestrito tiene su librito. Joan Lerma ten¨ªa una habilidad y una paciencia infinita para poner de nuevo al final del mont¨®n aquellos expedientes urgentes que necesitaban pronta respuesta. Ni Ximo Puig consegu¨ªa volver a poner el cartapacio en su prime time. El tiempo todo lo curaba. Desde las broncas con Josep Borrell hasta los l¨ªos con UGT.

Eduardo Zaplana no dejaba tiempo ni a que se publicaran las decisiones en el Diario Oficial de la Generalitat. Antes de cada pleno del Consell ya estaban tomadas las decisiones oportunas, que los consellers rubricaban gozosos pese a las sombras. Que alguien haga memoria sobre c¨®mo destituy¨® a Luis Fernando Cartagena en un hotel de Castell¨®n a poco de que aparecieran ligeras sospechas en la c¨¢rcel de papel. Como ahora los l¨ªos de Carlos Fabra o Jos¨¦ Manuel Medina. Igualito, igualito. Por eso Ricardo Costa en el partido (PP) y Gonz¨¢lez Pons en el Consell apagan fuegos como pueden. M¨¢s bien los prenden. Menos mal que presupuestan un mill¨®n de euros para dejar las cosas claras como el agua.

Camps tiene otro estilo. El Diario Oficial de la Generalitat puede estar sin salir unas cuantas semanas y nadie protestar¨¢ en los quioscos. No hay saltos mortales, entre otras cosas porque Ana Michavila (su jefe de Gabinete) no se lo permitir¨ªa. Ella tiene las llaves del calabozo. Y luego, cada conseller¨ªa es una unidad de negocio, que dir¨ªan en el IESE, o una unidad de destino, que dicen zaplanistas o campistas en defensa de sus propios territorios. ?Qu¨¦ hacen los grandes validos? ?Gerardo Camps?, ?Esteban Gonz¨¢lez Pons? ?V¨ªctor Campos? ?Alejandro Font de Mora, conocido como el m¨¢s jarrai? Estoy seguro de que hay m¨¢s de uno que lleva meses rezando para pasar de este c¨¢liz. Madrid tira mucho. Con Camps no hay papeles que esconder en los cajones, ni se acumulan en la puerta del DOG. Simplemente no hay papeles. Ni libreta azul o roja, aunque ahora se vuelva a hablar de remodelaci¨®n. Es otra forma de reinar. Aunque hay que reconocer que le va bien, entre otras cosas porque Joan Ignasi Pla ni reina, ni gobierna, ni se le espera en palacio. Esto pese a que en Madrid se van a empe?ar a muerte con la foto de Zapatero como cartel electoral. La cosa para el PSPV-PSOE ser¨¢ una dulce derrota.

Aunque quien m¨¢s sufre esta modalidad pol¨ªtica es la sociedad civil, que mira en todas las direcciones para encontrar el l¨ªder pol¨ªtico que encabece la manifestaci¨®n. La sociedad civil ha pasado de ser instrumento a ¨²nico protagonista. Demasiado para un fenicio. ?Para qu¨¦ entonces queremos a los pol¨ªticos? Pero no desesperen. Recuerden cuando Charles Chaplin aparece por casualidad al frente de unas masas desbocadas y con una bandera que recoge por el camino se convierte en due?o de la manifestaci¨®n. Por eso Coalici¨®n Valenciana y Garc¨ªa Sentandreu hacen temblar a los del PP.

Una sociedad civil que asiste expectante al Duelo a garrotazos que Goya represent¨® con dos hombres enterrados hasta la cintura y moli¨¦ndose a golpes. Sin apenas poder valerse, con todas las circunstancias en contra, Francesc Camps y Eduardo Zaplana resucitan lo mejor de la autoinmolaci¨®n que refleja la cruda escena goyesca. Y adem¨¢s el presidente del Consell y del PP reina pero no gobierna. ?Qui¨¦n manda entonces en la Comunidad Valenciana? Ya saben: unidades de negocio o unidades de destino.

Por eso hay que traducir a nuestras circunstancias aquella famosa frase de Andreotti: "El poder desgasta sobre todo a quien no lo tiene". Yo dir¨ªa que "el poder desgasta sobre todo a quien no lo ejerce".

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