135 nuevos electores seis meses antes de los ¨²ltimos comicios
La Audiencia de Navarra inhabilita al alcalde de Pitillas por consentir una inscripci¨®n masiva de vecinos previa a su victoria electoral
Paz Azkona habla indignada: "?ste es un pa¨ªs bananero". Azkona denunci¨® en abril de 2003 que en los tres meses anteriores su pueblo, Pitillas, en Navarra, hab¨ªa pasado de 540 empadronados a 622, un crecimiento espectacular para el tranquilo pueblo del valle del Cidacos. A Azkona le iba mucho en el asunto del censo, porque se presentaba a alcaldesa de este municipio navarro como cabeza de lista de la Alternativa Democr¨¢tica de Pitillas (ADP).
Finalmente, las elecciones las gan¨® Rafael Esparza, de la Agrupaci¨®n Independiente de Pitillas (AID), por 74 votos de ventaja. Los 15 votos que obtuvo la lista de Pitillas Solidaria eran insuficientes para arrebatarle la alcald¨ªa a Esparza.
De nada hab¨ªa servido el recurso de Azkona ante la Junta Electoral Central sobre la manipulaci¨®n del censo. Azkona destac¨® que la mayor¨ªa de los 135 empadronados se hab¨ªan registrado en casas de personas afines a Esparza. De nada le sirvi¨® demostrar que no viv¨ªan all¨ª.
Las elecciones municipales se celebraron con normalidad. El azar coloc¨® a dos de los nuevos vecinos como miembros en la mesa electoral. Los habitantes de Pitillas se sorprend¨ªan al verlos antes de votar. No conoc¨ªan a esas personas, pese a que les ped¨ªan el DNI como si vivieran all¨ª. De nada sirvi¨® el rosario de quejas previas a las elecciones. Azkona perdi¨®, pas¨® a la oposici¨®n y comenz¨® el litigio en los tribunales.
Acus¨® al alcalde, a una administrativa, al ex teniente de alcalde y a un ex concejal de prevaricaci¨®n, falsedad, delito electoral y una falta de desobediencia. En el proceso descubri¨® que el fiscal estaba investigando por su cuenta y que la Oficina del Censo Electoral hab¨ªa enviado a unos inspectores a estudiar el misterioso caso de Pitillas. Pero tambi¨¦n supo que los inspectores del censo s¨®lo llegaron al pueblo despu¨¦s de las elecciones.
Azkona gan¨® el caso. El 28 de julio de 2005, la Audiencia de Navarra conden¨® a Rafael Esparza "como autor penalmente responsable de un delito de prevaricaci¨®n administrativa [..] a la pena de ocho a?os, seis meses y un d¨ªa de inhabilitaci¨®n especial para empleo o cargo p¨²blico municipal". Todos los dem¨¢s acusados fueron absueltos. Esparza ha recurrido al Tribunal Supremo y sigue en el cargo. Este diario ha intentado, sin ¨¦xito, obtener la versi¨®n de Esparza.
Casas sin electricidad
La sentencia considera probado que Esparza sab¨ªa que los nuevos empadronados "no resid¨ªan en Pitillas", pese a lo cual consinti¨® el empadronamiento masivo. El tribunal destac¨® en la sentencia que algunas personas se hab¨ªan empadronado en casas que carec¨ªan de electricidad o incluso que una de las direcciones que aportaron correspond¨ªa a una f¨¢brica deshabitada. La sentencia se?al¨® tambi¨¦n que, en menos de nueve meses tras las elecciones, 59 de los nuevos empadronados se dieron de baja en el censo.
Pero ya era tarde para Azkona y para la Alternativa Democr¨¢tica de Pitillas, que espera ganar las pr¨®ximas elecciones, en junio de 2007 de forma limpia, con un censo claro y sin votantes fantasmas.
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