Papeletas de colores largas como bufandas
A mediod¨ªa, los electores del colegio n¨²mero 22 de Kiev, como en muchos otros en toda Ucrania, hac¨ªan cola ante las cabinas para marcar sus preferencias en secreto. En la mano llevaban las papeletas que deb¨ªan depositar en las urnas, unas tiras de papel de colores, largas como bufandas. Nada menos que 77 cent¨ªmetros de longitud med¨ªa la lista de partidos que aspiraban a pasar el list¨®n del 3% requerido para conseguir alguno de los esca?os de la Rada Suprema (Parlamento). Los ciudadanos pod¨ªan optar entre 45 formaciones distintas o el "voto contra todos", que ocupaba una casilla suplementaria.
La lista de formaciones que aspiraban a situarse en el Ayuntamiento de Kiev, que tambi¨¦n se eleg¨ªa ayer, comprend¨ªa 59 partidos y med¨ªa 90 cent¨ªmetros. Con tanto papel y tantos nombres parecidos no era extra?o que los electores tardaran mucho m¨¢s que en comicios anteriores. La presidenta del colegio 22, Irina Voitenko, se quejaba de la lentitud de las votaciones, ya que el tiempo habitual se hab¨ªa multiplicado por cuatro por lo menos.
A escala estatal, el Comit¨¦ de los Electores de Ucrania consideraba que las votaciones podr¨ªan prolongarse hasta la medianoche en algunos colegios, ya que cada elector necesitaba hasta m¨¢s de una hora para recoger los boletines, rellenarlos y depositarlos en las urnas.
Las urnas, que se abrieron a las siete de la ma?ana, deb¨ªan cerrarse a las 22.00 de Kiev (una hora menos en Espa?a). "Los que trabajamos aqu¨ª somos unos patriotas de Ucrania", afirmaba Voitenko refiri¨¦ndose a la ardua tarea por delante. "Tuvimos que pedir voluntarios, y son muchos los que se niegan a trabajar tres d¨ªas sin parar y sin compensaciones", a?ad¨ªa refiri¨¦ndose a los miembros de la comisi¨®n electoral, 19 personas elegidas por sorteo entre los representantes de los partidos y que reciben 150 grivnias (menos de 30 euros) del Estado.
Lecci¨®n de civismo
El ambiente en los colegios 22, 18 y 20, situados todos ellos en un barrio del sureste de Kiev, donde esta corresponsal ya estuvo en anteriores comicios, era distendido y estaba en las ant¨ªpodas del que reinaba el domingo anterior en Minsk, la capital de Bielorrusia, durante las elecciones presidenciales, que concluyeron con la adjudicaci¨®n de la victoria a Alexandr Lukashenko.
A diferencia de Minsk, donde los ap¨¢ticos observadores no ocultaban su papel formal, los de Kiev daban una lecci¨®n de civismo y sab¨ªan perfectamente cu¨¢l era su misi¨®n, sus derechos y sus obligaciones. "Nos quedaremos aqu¨ª para presenciar el recuento de votos, despu¨¦s pediremos los protocolos sellados y los llevaremos a nuestras respectivas centrales", dec¨ªan representantes de diversos partidos. Entre los votantes con los que habl¨® esta corresponsal, el bloque de Yulia Timoshenko era el favorito. "Timoshenko dice lo que piensa y nunca nadie ha demostrado que robara", afirmaba la economista Tatiana.
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