Barcelona necesitar¨¢ 58 juzgados de proximidad para pleitos menores
Cuando se desarrolle la justicia de proximidad con jueces que atender¨¢n los juicios de faltas, las reclamaciones civiles de menor cuant¨ªa -en principio hasta 3.000 euros- y las demandas de contencioso con un techo marcado inicialmente en los 1.000 euros, a Barcelona le har¨¢n falta 58 juzgados de proximidad. ?se es el n¨²mero calculado en un estudio preliminar realizado por el Consejo General del Poder Judicial a la hora de calibrar el impacto de la creaci¨®n de un nuevo ¨®rgano judicial. Seg¨²n esa aproximaci¨®n, en toda Espa?a se podr¨ªan crear unos 750 juzgados de proximidad en las capitales de provincia y ciudades de m¨¢s de 175.000 habitantes. Madrid requerir¨ªa 114 juzgados; Valencia, 44, y Sevilla, 32. Siempre teniendo en cuenta que es un c¨¢lculo preliminar.
El proyecto de ley se encuentra en periodo de presentaci¨®n de enmiendas, prorrogado seis veces
Barcelona quiere que el Ayuntamiento sea tenido en cuenta antes de decidir la ubicaci¨®n de las oficinas
El c¨¢lculo inicial del Consejo General del Poder Judicial se?ala un total de 750.000 asuntos anuales en Espa?a
El Ayuntamiento de Barcelona comparte inicialmente el c¨¢lculo de 58 juzgados de proximidad, n¨²mero que se ha fijado teniendo en cuenta el volumen de asuntos que pasar¨ªan a ser competencia de los nuevos juzgados y la carga de trabajo de cada juez, situada en 1.100 asuntos al a?o. La mayor¨ªa de ellos, el 66%, corresponden a juicios de faltas, a excepci¨®n de los casos de violencia contra la mujer. El 30% son procesos civiles, por ejemplo desahucios.
Pero todas esas concreciones se ver¨¢n m¨¢s adelante, cuando el Congreso empiece la tramitaci¨®n en comisi¨®n -y despu¨¦s en pleno- de la modificaci¨®n de la Ley del Poder Judicial en materia de justicia de proximidad y consejos de justicia. El proyecto de ley se encuentra en periodo de presentaci¨®n de enmiendas. De hecho, se ha prorrogado en seis ocasiones. Fuentes jur¨ªdicas apuntan que todo indica que en abril los grupos parlamentarios presentar¨¢n las enmiendas.
El que ha elaborado una serie de criterios para la presentaci¨®n de enmiendas es el Ayuntamiento de Barcelona. Unos criterios que han sido discutidos por todos los grupos municipales, que en algunos casos han expresado sus reservas, como el Partido Popular.
Aire municipal
El Ayuntamiento de Barcelona intenta, por la v¨ªa de las enmiendas, municipalizar en la medida de lo posible los nuevos juzgados de proximidad. Es un intento pr¨¢cticamente a la desesperada porque el articulado del proyecto de ley poco tiene que ver con el dise?o que hizo el consistorio en la Carta Municipal en cuanto a justicia de proximidad. Barcelona propon¨ªa crear unos juzgados con titulares que no fueran jueces de carrera, s¨®lo juristas que estar¨ªan un periodo determinado de a?os -en principio seis-y que ser¨ªan elegidos por el futuro Consejo de Justicia -el nuevo ¨®rgano que supone la territorializaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial en algunas autonom¨ªas, como la catalana- a propuesta de una terna aprobada por dos tercios del pleno del Ayuntamiento. Esa propuesta decay¨® totalmente tras un demoledor informe del Consejo General del Poder Judicial. Y el proyecto de ley que se discutir¨¢ en el Congreso establece, de hecho, que los jueces de proximidad ser¨¢n una categor¨ªa de entrada a la carrera judicial, aunque de forma distinta al resto. No har¨¢n oposiciones, pero s¨ª tendr¨¢n que superar un concurso de m¨¦ritos. Deber¨¢n ser juristas con m¨¢s de seis a?os de ejercicio profesional. Y entre los m¨¦ritos que se tendr¨¢n en cuenta - adem¨¢s del conocimiento de la lengua- figura el conocimiento de los asuntos que les pueden ser atribuidos. Tambi¨¦n se incluye una prueba pr¨¢ctica. El proyecto de ley establece que la permanencia m¨ªnima ser¨¢ de nueve a?os, tras los cuales podr¨¢n optar a ascender de categor¨ªa.
En el punto de los a?os de experiencia previa, el Ayuntamiento plantea que a los candidatos se les exija un m¨ªnimo de ocho a?os de experiencia jur¨ªdica, en lugar de seis, para propiciar que sean personas con m¨¢s bagaje jur¨ªdico. Y apunta que se considere m¨¦rito preferente haberse dedicado a la abogac¨ªa o haber sido fiscales sustitutos, adem¨¢s del conocimiento de la lengua. El consistorio tambi¨¦n propone elevar a 6.000 euros la cuant¨ªa m¨¢xima de los pleitos contenciosos.
Cercana a la realidad
Una de las enmiendas que propone el Ayuntamiento defiende que el Consejo General del Poder Judicial antes de concretar el n¨²mero de plazas de jueces de proximidad tenga en cuenta mediante informe previo o consulta el criterio de los municipios y el de la comunidad aut¨®noma. "Nos parece l¨®gico, ya que si se trata de asuntos de proximidad, son las ciudades las que conocen mejor la realidad del territorio", apuntan fuentes del servicio jur¨ªdico del consistorio barcelon¨¦s.
Lo que no est¨¢ claro ni esbozado es la distribuci¨®n y ubicaci¨®n de las oficinas judiciales, un asunto que tendr¨¢ que ser resuelto por la comisi¨®n ya creada entre el Ayuntamiento y el Departamento de Justicia de la Generalitat. El consistorio quiere que se sit¨²en en edificios de titularidad municipal, ya que los recursos personales y materiales competen a Justicia. Pero no se sabe si habr¨¢ una oficina judicial com¨²n para los juzgados de proximidad y si las salas de vistas estar¨¢n descentralizadas por los 10 distritos de la ciudad. "En lo civil y lo contencioso la ubicaci¨®n no importa, pero en las faltas s¨ª puede ser importante que los juzgados est¨¦n en la misma ¨¢rea donde se ha producido el problema que hay que resolver", opina un t¨¦cnico municipal.
Prietas las filas
En Francia, Inglaterra y otros pa¨ªses de Europa existen ¨®rganos judiciales con diferentes nombres que resuelven los asuntos de menor importancia con jueces que no son de carrera. Son abogados con experiencia y en muchos casos ni siquiera eso, porque para atender buena parte de las reclamaciones -muchos conflictos derivados de la convivencia- no es imprescindible una formaci¨®n jur¨ªdica.
La propuesta de salida del Ayuntamiento de Barcelona de la justicia de proximidad se inspiraba en esas experiencias y era una apuesta por desjudicializar los problemas m¨¢s leves, lo que los propios jueces califican de bagatelas. Se trata de un n¨²mero ingente de asuntos calculados en no menos de 750.000 al a?o. Ese intento se ha visto completamente frustrado por la oposici¨®n firme de la judicatura. Y no s¨®lo de los sectores conservadores, porque buena parte de los jueces y magistrados alineados en las filas de la judicatura m¨¢s "progresista" y "abierta" tambi¨¦n cerraron filas ante el intento de abrir el mel¨®n de la Administraci¨®n de justicia. Aunque fuera con una propuesta formulada desde una ciudad, en este caso Barcelona.
El ¨®rgano de control de los jueces, el Consejo General del Poder Judicial, aleg¨® que la ley de Barcelona supon¨ªa una politizaci¨®n de la justicia de proximidad y con ella un peligro para la sacrosanta "independencia" judicial. Lo que al final ha propuesto el Ministerio de Justicia es algo semejante a los juzgados de distrito que desaparecieron a finales de la d¨¦cada de los ochenta. Eso s¨ª, bajo control estrictamente judicial.
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