Conmovedor

Durante su primer fin de semana el IV festival P¨®rtico de Zamora ha facilitado un viaje a la inversa por la Historia de la m¨²sica. De Claudio Monteverdi el viernes, a Lasso y Palestrina el s¨¢bado, o a las m¨¢s antiguas polifon¨ªas medievales inglesas y francesas el domingo, el recorrido ha sido did¨¢cticamente eficaz. M¨¢s vale no manifestarse sobre las conclusiones, porque la belleza es variable y las sensibilidades m¨²ltiples. Pero no est¨¢ de m¨¢s defender la variedad de lo mostrado y el nivel de las interpretaciones. Dicho esto, si tuviera que escoger un concierto determinado, y s¨®lo uno, mis preferencias se ir¨ªan sin duda al del Ensemble Dialogos.

Se especulaba sobre si la actuaci¨®n del cuarteto masculino del Hilliard Ensemble el d¨ªa anterior iba a ejercer una presi¨®n psicol¨®gica sobre el cuarteto femenino que esta vez representaba al Dialogos. Nada m¨¢s lejos de la realidad. El grupo que dirige la croata Katarina Livljanic est¨¢ muy por encima de las comparaciones con quien sea, y haga lo que haga -en cuarteto, en sexteto- impone su irresistible personalidad. Tienen tendencia a teatralizar lo que cantan e incluso en esta ocasi¨®n, de contenidos sobrios, se adornaron con una procesi¨®n al principio. Algo anecd¨®tico, efectivo, pero no imprescindible. Lo imprescindible es el nivel de fascinaci¨®n que levantan cantando juntas Marie Barenton, Katarina Livljanic, Clara Coutouly y Aurore Tillac. El programa se inmiscu¨ªa en las polifon¨ªas medievales de m¨¢s recio abolengo interpretadas en las catedrales y monasterios del norte de Francia e Inglaterra entre los siglos X y XIV. La b¨²squeda de una sonoridad id¨®nea desemboca, con mayor o menor fortuna, en una reconstrucci¨®n hipot¨¦tica. En cualquier caso, hay dos tratados a los que agarrarse como tabla de salvaci¨®n: la M¨²sica Enchiriadis, del siglo IX, y el de Guido d'Arezzo a principios del XI.

Lo fundamental es la credibilidad que despierta Livljanic, fundadora del grupo Dialogos en 1997, doctora en musicolog¨ªa en la Universidad de La Sorbona y asesora del Festival de Utrecht. La dualidad entre teor¨ªa y pr¨¢ctica es incuestionable. Y el propio mundo musical medieval suena mucho m¨¢s cercano. Salta la emoci¨®n, prevalece el asombro, se reinventan los di¨¢logos culturales. El ¨¦xito en Zamora fue de los que emocionan y marca un hito en la breve historia del Festival.