Los fraudes del censo

El art¨ªculo y el editorial denunciando los numerosos empadronamientos sospechosos detectados por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica y en los que, con vistas a las municipales del a?o pr¨®ximo, se ha impuesto la revisi¨®n del censo de 5.856 poblaciones, sobre un total de 8.109 municipios, ya que las inscripciones fraudulentas en el padr¨®n municipal de habitantes "es un viejo truco para ganar alcald¨ªas, especialmente cuando soplan vientos inmobiliarios", vienen a reafirmarme en mis opiniones: los ayuntamientos (siquiera los de pueblos con menos de 2.000 habitantes, que son los que van a ser revisados por el INE) deben estar excluidos de cualquier competencia en materia urban¨ªstica.

En el propio art¨ªculo comentado se se?ala la paradoja de que mientras la vertiente espa?ola de los Pirineos se va llenando de construcciones residenciales o proyectos de ellas que generalmente apenas son utilizadas unas semanas al a?o, en la parte francesa la conservaci¨®n es mod¨¦lica. Evidentemente, la causa de estas diferentes situaciones la encontramos en los diferentes modelos de asignaci¨®n de competencias urban¨ªsticas en Espa?a y en Francia: en el primer caso, un modelo descentralizado hasta l¨ªmites patol¨®gicos; en el segundo, un modelo f¨¦rreamente centralizado en la capital de la Rep¨²blica, que a la postre ha resultado m¨¢s beneficioso para la protecci¨®n del medio ambiente y del patrimonio arquitect¨®nico.