Tensi¨®n sin goles
El Lyon, m¨¢s f¨ªsico, y Milan, m¨¢s t¨¢ctico, se reparten un partido cambiante
Francia espera un campe¨®n de Europa desde 1993, cuando el Olympique de Marsella gan¨® al Milan en M¨²nich. Antes no hab¨ªa ganado nadie; despu¨¦s, tampoco. La apuesta m¨¢s seria es el Olympique de Lyon, que desde hace tres a?os se pasea por la Liga francesa y asombra en Europa... hasta que llega la hora de la verdad y la responsabilidad y no s¨®lo se vence, sino que incluso le cambia la forma de jugar y resulta irreconocible. En los dos ¨²ltimos a?os, dos equipos de menor nivel (PSV y Oporto), acabaron con su pedigr¨ª y le impideron alcanzar las semifinales. Ayer ten¨ªa un toro distinto. El Milan es un equipo con oficio que lo primero que hizo al saltar al campo fue quitarle el bal¨®n a los franceses, que dedicaron 45 minutos a decidir a qu¨¦ jugaban.
OLYMPIQUE DE LYON 0 - MILAN 0
Olympique de Lyon: Coupet; Clerc, Ca?apa, Cris, Abidail; Tiago, Diarra, Pedretti (Cl¨¦ment, m. 68), Malouda; Wiltord y Carew (Fred, m. 62).
Milan: Dida; Costacurta (Maldini, m. 61), Nesta, Kaladze, Serginho; Pirlo (Vogel, m. 85, Gatuso, Seedorff; Kaka; Gilardino (Inzaghi, m. 61) y Shevchenko.
?rbitro: Konrad Plauntz (Austria). Amonest¨® a Costacurta y Tiago.
Unos 39.000 espectadores en el estadio Gerland.
En eso el Milan tiene el arte pegado a la piel. Con Gattuso robando y Pirlo pensando, el Olympique desapareci¨® del campo viendo jugar al rival y con sus principales futbolistas (Malouda, Diarra, Carew) corriendo detr¨¢s del bal¨®n. El Milan, pleno de oficio, de temple y de sabidur¨ªa, se qued¨®, sin embargo, sin gol. Shevchenko tropez¨® tres veces con las piernas de Coupet, Kaka pec¨® de individualismo en una jugada y de falta de punter¨ªa en otra. El Milan era el dominador de un encuentro dirigido con maestr¨ªa por Pirlo, un chico que juega con tanta cabeza como humildad. Pero no tuvo gol. Con el rival asustado, incluso acomplejado, despersonalizado, a su merced, le perdon¨® la vida.
Pero algo pas¨® en el descanso que cambi¨® el partido. El Olympique recuper¨® su habitual cara: juego veloz, de memoria, combinativo. El Milan se meti¨® en su ¨¢rea como se resguarda una presa de su depredador. Y apareci¨® Malouda, el jugador del f¨²tbol franc¨¦s con mas talento y progresi¨®n, que se carg¨® al cuarent¨®n Costacurta que, reventado, se fue al banquillo. Pero es que todo el Milan estaba reventado y el Olympique era una furia imparable que pr¨¢cticamente durante 30 minutos vivi¨® constantemente en el campo del Milan. Una doble ocasi¨®n consecutiva de Carew y de Tiago verificaron el mejor f¨²tbol franc¨¦s en el segundo per¨ªodo.
Pero lo cierto es que ninguno supo traducir su parcial superioridad en ocasiones manifiestas y mucho menos en goles. El Milan se pareci¨® a s¨ª mismo en los primeros 45 minutos aunque su eficacia fuera nula; el Olympique de Lyon necesit¨® 45 minutos de p¨¦rdida para darse cuenta de qui¨¦n era en una competici¨®n que al parecer le supera en los momentos culminantes.
Demasiado respeto y un resultado que, al margen del factor campo, no le garantiza nada a nadie.
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