El turno de Olmert

Una peque?a revoluci¨®n se ha consumado en Israel. El partido Kadima (Adelante) gan¨® el martes las elecciones legislativas en su primera cita con las urnas, pese a su muy reciente creaci¨®n de la mano de un Ariel Sharon que desde el hospital donde yace en estado de coma irreversible ha proyectado parte de su carisma sobre su sucesor, Ehud Olmert. De los comicios sale un claro mandato a favor de la retirada y la separaci¨®n unilateral de Cisjordania que propone Olmert, pero tambi¨¦n un aviso a la clase pol¨ªtica de que no se olvide de los programas sociales en un pa¨ªs en el que ha crecido la pobreza.

La victoria de Kadima ha sido m¨¢s corta de lo esperado, con 28 esca?os sobre 120, y aunque basten para encabezar el Gobierno, no est¨¢ clara su formaci¨®n. Olmert puede contar con los 20 puestos del laborismo de Amir Peretz, tambi¨¦n debutante que ha salvado los muebles, y, con mayores dificultades, con los 13 de los ultraortodoxos sefard¨ªes del Shas, partido que aunque tiene como preocupaci¨®n b¨¢sica que le compren a buen precio el apoyo al Gobierno de turno, no es partidario de sostener a Kadima en su plan, a¨²n modesto, de retirada de Cisjordania. El gran derrotado es el Likud del ex primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu, que se desploma de 40 a 11 esca?os, lo que contrasta con el ¨¦xito de Nuestro Israel (12 esca?os), otra formaci¨®n de la derecha dura en la misma l¨ªnea del Likud. Pero salvo el laborismo, ning¨²n otro partido va a ofrecer f¨¢cilmente su apoyo a Olmert para desmantelar colonias en los territorios ocupados.

El paso adelante del nuevo l¨ªder israel¨ª con respecto a su mentor Sharon es el de haber anunciado de forma bastante precisa qu¨¦ fronteras, impuestas unilateralmente, ofrecer¨ªa para la paz: la evacuaci¨®n de algo m¨¢s de la mitad de Cisjordania, de forma que Israel se anexionara los territorios que ya abraza el muro empezado a construir por su antecesor, m¨¢s el valle del Jord¨¢n, d¨ªcese en este caso que por razones de seguridad. Nada de eso es aceptable, sin embargo, para el presidente Mahmud Abbas, y menos para el gobierno del movimiento integrista y terrorista Ham¨¢s, ganador de las legislativas palestinas de enero, cuyos miembros juraron precisamente ayer el cargo junto al primer ministro, Ismail Haniye.

La paz no est¨¢ hoy m¨¢s pr¨®xima que ayer en Palestina, pero si Olmert comienza a desmantelar colonias, como Sharon hizo el a?o pasado en Gaza, ese movimiento podr¨ªa acabar siendo favorable al proceso pol¨ªtico negociador en la zona.