Olmert busca una coalici¨®n para fijar las fronteras definitivas del Estado de Israel
El l¨ªder de Kadima, Ehud Olmert, ha ordenado comenzar las negociaciones para formar Gobierno. Tiene por delante una ardua tarea, porque los 28 esca?os que su partido ha logrado en las elecciones, con el 99% de los votos escrutados, han reducido su capacidad de maniobra frente a los laboristas y los ultraortodoxos del partido Shas, que se han hecho con 20 y 13 esca?os, respectivamente. Exigir¨¢n ministerios importantes y un giro socialdem¨®crata a la pol¨ªtica econ¨®mica impuesta desde 2003 por el Likud, formaci¨®n de la que se desgaj¨® Kadima.
Todo sea por aplicar la evacuaci¨®n de entre 60.000 y 90.000 colonos de Cisjordania, que el jefe del Ejecutivo se propone llevar adelante durante su mandato para fijar las fronteras definitivas de Israel antes de 2010. A la derecha radical, aunque sumara a otros grupos m¨¢s moderados, no le cuadran las cuentas para frenar los planes de Olmert.
La extrema derecha y el Likud carecen de esca?os suficientes para frenar el proyecto de evacuaci¨®n de Cisjordania
La alianza con los laboristas obligar¨¢ al nuevo Gobierno israel¨ª a imprimir un giro social a su pol¨ªtica econ¨®mica
Con s¨®lo 28 de los 120 esca?os del Parlamento, Kadima negocia ya con laboristas y ultraortodoxos
Cuando Ariel Sharon fund¨® Kadima (Adelante, en lengua hebrea), en noviembre pasado, sus asesores esperaban que el partido venciera contundentemente en las elecciones celebradas el martes. Hasta 50 diputados auguraban los m¨¢s optimistas. Tras la hemorragia cerebral que sufri¨® el ex general el 4 de enero, que le mantiene en coma en un hospital de Jerusal¨¦n, el declive del partido no ces¨® en las encuestas. Y los resultados de los comicios son peores que cualquiera de los sondeos.
El 36,8% de abstenci¨®n, la m¨¢s alta de la historia israel¨ª, frustr¨® la pretensi¨®n de Olmert de evitar las negociaciones a demasiadas bandas. Kadima fue el partido m¨¢s perjudicado por el desapego de los ciudadanos, y ahora las concesiones se imponen si el primer ministro interino desea formar un Gobierno de amplia mayor¨ªa con el que acometer su plan de retirada unilateral de una parte de la Cisjordania ocupada, excluyendo los asentamientos adyacentes a Jerusal¨¦n, Bel¨¦n, Hebr¨®n y el de Ariel, en el oeste del territorio palestino.
Lo que es evidente, porque los n¨²meros as¨ª lo confirman, es que la extrema derecha y el Likud, que roza ya a los extremistas en sus posiciones pol¨ªticas, no disponen de una mayor¨ªa para abortar el programa del partido vencedor, siempre que ¨¦ste se mantenga sin fisuras. Yisrael Beiteinu (Nuestra Casa Israel) suma 12 diputados; el Likud se ha hundido hasta los 11 esca?os, y la coalici¨®n radical de Uni¨®n Nacional y el Partido Nacional Religioso se ha quedado en nueve. Aunque se unieran los 13 legisladores de Shas y los seis de Unidad por la Tor¨¢ y el Juda¨ªsmo (UTJ) -grupos de derecha que, a diferencia de los tres anteriores, pueden transigir con el abandono de parte de los territorios ocupados-, s¨®lo llegar¨ªan a 51 esca?os, insuficientes para bloquear la mayor¨ªa.
Las campa?as electorales en Israel siempre han sido dominadas por el conflicto ¨¢rabe-israel¨ª. La que concluy¨® el martes no fue la excepci¨®n. Pero en esta ocasi¨®n, los ciudadanos han pensando tambi¨¦n en las penurias econ¨®micas que padece buena parte de la poblaci¨®n. Las cesiones deber¨¢n comenzar con el Partido Laborista. Haim Ramon, uno de los m¨¢ximos dirigentes de Kadima, apunt¨® ayer que el laborismo puede ser un "socio central" y que los asuntos sociales "no ser¨¢n un estorbo en las negociaciones" para constituir un Gobierno de coalici¨®n. Mario Sznajder, profesor de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad Hebrea de Jerusal¨¦n, apuesta por ese Ejecutivo, pero se?ala que las conversaciones no van a ser tan sencillas. "Olmert va a pagar en ministros un precio muy alto", asegura. "Kadima es un partido personalista construido en torno a las carteras que se puedan repartir y alrededor de una persona carism¨¢tica [Sharon], y ahora el heredero no tiene ese carisma. Ha demostrado un liderazgo muy d¨¦bil". Lo previsible es que el Laborismo exija, entre otros, el Ministerio de Hacienda, adem¨¢s de un cambio sustancial en la pol¨ªtica econ¨®mica, no un simple arreglo presupuestario para satisfacer demandas coyunturales de los sectores que sufren m¨¢s carencias.
Escuelas religiosas
Es esto lo que plantean precisamente los dirigentes del sefard¨ª Shas. Aunque su l¨ªder, el rabino Ovadia Yosef, dijo en campa?a que quienes votaran a Kadima "ir¨ªan al infierno", el partido no tiene m¨¢s remedio que negociar con el equipo de Olmert. Al margen del Gobierno, tal y como han permanecido los tres ¨²ltimos a?os, han pasado demasiado fr¨ªo. Exigen subvenciones para sus escuelas religiosas, construcci¨®n de sinagogas y de ba?os p¨²blicos en los que los jud¨ªos ortodoxos se sumergen para recibir el shabat sin impurezas. "Tienen una interpretaci¨®n teol¨®gica del Estado social", comenta Sznajder. Algo similar sucede con la UTJ y el Partido de los Pensionistas, que al cosechar siete esca?os son la sorpresa de los comicios.
Olmert tendr¨¢ que hacer concesiones a sus socios: la oposici¨®n de la fan¨¢tica derecha religiosa y sionista promete ser dura. "El campo nacional debe consolidarse para luchar contra el plan de convergencia de Olmert", indic¨® ayer el dirigente del Likud Gilad Erdan.
Con el movimiento fundamentalista Ham¨¢s, que no renuncia a la violencia, al frente de la Autoridad Nacional Palestina, cualquier rebrote del terrorismo supone un serio obst¨¢culo para Olmert, cuyo partido no es precisamente monol¨ªtico en lo que a la cuesti¨®n palestina se refiere. Poco tiene que ver el halc¨®n Saul Mofaz, actual ministro de Defensa, con otros diputados de Kadima procedentes del Partido Laborista.
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