La belleza tiene mil caras

Escritor prol¨ªfico y vers¨¢til, Joaqu¨ªn P¨¦rez Aza¨²stre (C¨®rdoba, 1976) ha alimentado su talento en la gran tradici¨®n contempor¨¢nea, que ha hecho del desmoronamiento de muros y del allanamiento de g¨¦neros un signo de identidad. Sus novelas Am¨¦rica (2004) y El gran Felton (2005) son muestra de la ¨®smosis entre ficci¨®n y biograf¨ªa, guiadas por la figura de Scott Fitzgerald. Tras los libros de poemas Una interpretaci¨®n (2001; Premio Adonais de 2000) y Delta (2004), El jersey rojo ha obtenido el Premio Loewe a la creaci¨®n joven. Frente a la iconoclasia de los nov¨ªsimos antes de renunciar a la marca t¨®pica -para ejemplo el Carnero del ¨²ltimo libro-, a Aza¨²stre le interesa m¨¢s asimilar tendencias que erigir su mundo sobre las ruinas de lo anterior. Su poes¨ªa rinde homenaje a la poes¨ªa, o, mejor, a la mitolog¨ªa de quienes le han influido, aunque rebasa la mimetizaci¨®n epigonal. As¨ª, un poema como 'Breve historia del gin t¨®nic', que desarrolla la madeja socioliteraria de los barceloneses del cincuenta (recu¨¦rdese 'En el nombre de hoy', de Jaime Gil de Biedma), trasciende la banalidad anecd¨®tica en el epifonema, absolutamente propio; y d¨ªgase lo mismo de sus composiciones sobre motivos cinematogr¨¢ficos.

En este volumen multifac¨¦tico coexisten poemas en verso y en prosa, piezas de sustancia referencial junto a ejercicios de lenguaje, y la ret¨®rica convencional se codea con arriesgadas apuestas formales. Hay poetas grandes con menos ingredientes, y medianos con m¨¢s, porque lo decisivo no es la riqueza de la panoplia, sino la adecuaci¨®n de los recursos a la raz¨®n emocional. S¨®lo as¨ª puede el autor salvarse de la reiteraci¨®n de una cultura al final de todas las culturas y del aire de lo d¨¦j¨¤ vu, pues no hay mal que cien a?os dure ni vanguardia que sobreviva -viva- a su codificaci¨®n hist¨®rica. El jersey rojo, en fin, es un tributo de reconocimiento a sus maestros, entre ellos los sesentayochistas que, como Pere Gimferrer, hicieron del psiquismo poli¨¦drico su modo de ser. Pero lo moderno pronto deja de serlo, y la originalidad es lo concerniente al origen; lo dijo Miquel Barcel¨® tras visitar Altamira: "Ha sido como volver al origen, que es el sitio m¨¢s f¨¦rtil".