La Generalitat da 13 d¨ªas de plazo para proyectos de nuevas escuelas

A los constructores no les gustan las prisas. Por motivos t¨¦cnicos y por motivos de eficacia. De ah¨ª que se quejaran hace unas semanas por la convocatoria de ocho concursos para construir otras tantas escuelas con car¨¢cter de urgencia. El plazo para presentar proyecto y presupuesto era de 13 d¨ªas. En cinco casos s¨®lo hubo una propuesta. El Departamento de Educaci¨®n justifica la urgencia para evitar tener que construir barracones.

Las relaciones entre la C¨¢mara de Contratistas, representante de los constructores de obras p¨²blicas, y GISA (empresa p¨²blica que licita la mayor parte de las obras de la Generalitat) no est¨¢n en su mejor momento. En los ¨²ltimos d¨ªas ha habido un cruce de cartas entre los presidentes de ambos organismos. Cartas correctas pero escasamente amables. Los constructores, cuyo presidente es Rafael Romero, se quejan de la forma de proceder de GISA, cuya presidenta, Pilar de Torres, lamenta la escasa colaboraci¨®n en obras destinadas al bien com¨²n.

La ¨²ltima chispa ha saltado a partir de un concurso en el que se licitaban obras para ocho escuelas, todas ellas por el m¨¦todo de urgencia. El plazo para presentar los proyectos y las obras era de 13 d¨ªas y la ejecuci¨®n se preve¨ªa en plazos que van de cinco a nueve meses. Los constructores se?alaron a De Torres que estos concursos tienen dos consecuencias: fomentan la chapuza, por trabajar con prisas, y expulsan de los concursos a no pocas empresas que no disponen de departamentos que puedan elaborar los proyectos con esta premura.

El resultado de la apertura de plicas, hace una semana, parece dar la raz¨®n a los constructores. En cinco de los ocho concursos s¨®lo hubo una empresa concursante. En otro concurrieron dos firmas y en los otros dos fueron cuatro las que optaron a realizar las obras. El a?o pasado, la media de ofertas fue de nueve por concurso. Este a?o, s¨®lo de tres.

Un portavoz de GISA da otras razones. "Este tipo de obras son para empresas medias, por su importe, que apenas supera el mill¨®n de euros, de ah¨ª que haya tan pocas ofertas". El caso es que el pasado a?o GISA no actu¨® igual. En los 21 concursos urgentes estableci¨® un plazo m¨¢s amplio (20 d¨ªas en vez de 13) y el periodo de ejecuci¨®n de obras era tambi¨¦n mayor: 20 meses de media, frente a los 6 de este a?o.

El Departamento de Educaci¨®n justifica las prisas porque "el 1 de septiembre los alumnos tienen que empezar el curso". En su opini¨®n, la urgencia est¨¢ m¨¢s que justificada. Primero, explic¨® Jordi Roca, director general de Centros Educativos, porque se trata siempre de obras de tipo "industrial", es decir, con materiales prefabricados. Adem¨¢s, se trata de evitar la construcci¨®n de barracones, que resultan un dispendio p¨²blico porque son una inversi¨®n temporal que luego ya no sirve. La urgencia responde a la necesidad de adaptar, dijo, las situaciones, sobre todo en el ¨¢rea metropolitana, a las nuevas realidades. Una promoci¨®n se llena, por ejemplo, en el Vall¨¨s, y faltan aulas. Conseguir suelo en condiciones es muy dif¨ªcil porque los centros de primaria exigen un m¨ªnimo de 7.500 metros cuadrados y los institutos, un m¨ªnimo de 10.000 metros.

Los constructores dicen que comprenden la situaci¨®n, pero recuerdan que la escolarizaci¨®n empieza a los tres a?os y que ning¨²n ni?o nace con esa edad. Si un ayuntamiento promueve vivienda, hay que hacer la escuela en paralelo, no esperar luego a ir con prisas, que son siempre, recuerdan, p¨¦simas consejeras.