La justicia limpia su fama de corrupta en Marbella
La Operaci¨®n Malaya contra la corrupci¨®n urban¨ªstica en el Ayuntamiento de Marbella, y la de Ballena Blanca contra el blanqueo de dinero en la Costa del Sol, ambas instruidas por el juez Miguel ?ngel Torres, han servido a la administraci¨®n de Justicia para restituir una imagen que ha estado tradicionalmente empa?ada por sombras de corrupci¨®n.
Ello ha venido propiciado adem¨¢s por una amplia renovaci¨®n de la plantilla de jueces y la creaci¨®n de tres nuevos juzgados, la designaci¨®n en los ¨²ltimos tres a?os de un fiscal contra los delitos urban¨ªsticos y otro anticorrupci¨®n adscritos a la Audiencia de M¨¢laga, y el refuerzo de las fuerzas de seguridad con la creaci¨®n de grupos Udyco y Udef.
Las sospechas de corrupci¨®n en Marbella no s¨®lo han afectado a la actividad pol¨ªtica; tambi¨¦n a la judicial, campo hasta el que se extendieron las redes del gilismo, simbolizada de manera singular en la juez Pilar Ram¨ªrez y su padre, Juan. Sobre los manejos de este oficial de los juzgados ya alert¨® en 1987 Baltasar Garz¨®n, entonces inspector del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). En aquel informe recomend¨® vigilar a Ram¨ªrez, uno de los personajes m¨¢s conocidos e influyentes de Marbella, que hizo de intermediario en alguna operaci¨®n inmobiliaria en la zona del que fuera vicepresidente del CGPJ, Jos¨¦ Luis Manzanares, considerado su protector.
En 1993, la juez Blanca Esther D¨ªez denunci¨® a Ram¨ªrez por corrupci¨®n y orden¨® su ingreso en prisi¨®n. Pero perdi¨® el pulso, los fiscales alegaron defectos de forma, el caso cambi¨® a otro juez y en 1994 D¨ªez fue inhabilitada por el Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa (TSJA). Un a?o despu¨¦s, el Tribunal Supremo la rehabilit¨®.
Faltas muy graves
En 1999, la que fuera juez decana de Marbella, Pilar Ram¨ªrez, fue suspendida durante cuatro a?os por el Tribunal Supremo -inicialmente el CGPJ la expuls¨® de la carrera judicial- por dos faltas muy graves: incumplir su deber de abstenci¨®n en un asunto que afectaba al Ayuntamiento de Marbella y a su familia, y por ejercer como juez en una localidad con menos de 100.000 habitantes entonces, donde su padre ten¨ªa importantes negocios.
La juez Ram¨ªrez protagoniz¨® pulsos por los turnos de los casos con el juez Santiago Torres, que en enero de 1999 encarcel¨® a Jes¨²s Gil por desviar dinero del Ayuntamiento para el Atl¨¦tico de Madrid, y que abandon¨® la ciudad poco despu¨¦s.
Muy sonado fue el robo de 13 sumarios de casos en los que estaba implicado Gil en agosto de 2001, que se archiv¨® sin que aparecieran sospechosos. El principal, un funcionario judicial, se suicid¨® mientras la polic¨ªa registraba su casa.
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