El Gobierno de Ecuador advierte que no tolerar¨¢ m¨¢s protestas ind¨ªgenas
Las organizaciones campesinas rechazan el Tratado de Libre Comercio con EE UU
La Confederaci¨®n de Nacionalidades Ind¨ªgenas del Ecuador (Conaie) ha desafiado al Gobierno con reanudar las protestas y los bloqueos de carreteras si no suspende la negociaci¨®n del Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE UU. Los ind¨ªgenas quieren eliminar la posibilidad de cualquier pacto, aprovechando el malestar en Washington por una nueva ley de hidrocarburos que incrementa las aportaciones de las petroleras a las arcas del Estado ecuatoriano.
El Ejecutivo ecuatoriano insiste en que el estado de excepci¨®n decretado hace m¨¢s de una semana sigue en vigor, y que impedir¨¢ cualquier reuni¨®n o manifestaci¨®n como las que los campesinos ten¨ªan previsto celebrar ayer en Riobamba. Manuel Castro, portavoz de la Conaie, reitera que la negociaci¨®n del acuerdo de libre comercio debe suspenderse y que los ind¨ªgenas est¨¢n dispuestos a todo para que as¨ª sea.
"El cap¨ªtulo agr¨ªcola es nefasto para nuestra subsistencia y nuestra cultura", dice. "Lo que ha negociado este Gobierno no s¨®lo nos matar¨¢ de hambre, sino que adem¨¢s nos quitar¨¢ nuestro orgullo. ?Sabe cu¨¢l es una de las bajezas mayores del pacto? Que nos arrebatan la propiedad intelectual sobre nuestras medicinas ancestrales. Las compa?¨ªas farmac¨¦uticas podr¨¢n apoderase de ellos sin pagar nada".
La Conaie pretend¨ªa celebrar ayer una cumbre ind¨ªgena en la ciudad de Riobamba, en la zona andina central del pa¨ªs, para pactar entre todas las comunidades la estrategia para forzar la ruptura del acuerdo. "Vamos a evaluar lo que hemos conseguido con las movilizaciones hasta el momento, vamos a analizar nuevamente la posici¨®n del Gobierno frente al tratado de libre comercio y vamos a organizarnos para intensificar la protesta en Quito a partir del lunes", explica Castro.
El ministro del Interior, Felipe Vega, ha advertido de que el estado de excepci¨®n sigue vigente y que las reuniones y manifestaciones no se permitir¨¢n. Pero la Conaie no afloja. Castro y los suyos creen que es un buen momento para socavar una negociaci¨®n que durante la ¨²ltima semana ha pasado por horas muy bajas.
El jueves, el jefe de la delegaci¨®n comercial ecuatoriana en Washington, Manuel Chiriboga, tuvo que salir al paso de unos rumores que indicaban que las negociaciones estaban a un paso de romperse. Dijo que se avanzaba, pero reconoci¨® que en el cap¨ªtulo agr¨ªcola, uno de los m¨¢s delicados, las conversaciones estaban bloqueadas.
Nueva realidad petrolera
El aparente malestar lo produjo la aprobaci¨®n por parte del Congreso ecuatoriano, el pasado mi¨¦rcoles, de una nueva Ley de Hidrocarburos que incrementa las futuras aportaciones de las petroleras a las arcas p¨²blicas. La medida obliga a renegociar los contratos y afecta especialmente a la estadounidense Occidental Petroleum y la hispano-argentina Repsol-YPF, que son las dos con mayor presencia del total de las 15 extranjeras que operan en Ecuador. El presidente de la Asociaci¨®n de la Industria de Hidrocarburos, Ren¨¦ Ortiz, puso el grito en el cielo y avis¨® de que la nueva norma pondr¨ªa en peligro la inversi¨®n privada en el sector, gracias a la cual, seg¨²n sus datos, la extracci¨®n de crudo pas¨® de 60.000 barriles diarios en 1993 a los actuales 350.000.
Legisladores de la izquierda recordaron que la normativa s¨®lo se adaptaba a la nueva realidad del negocio, y que cuando se firmaron muchos de los contratos, hace a?os, el barril de crudo se cotizaba en unos 15 d¨®lares y las petroleras se llevaban un margen de alrededor del 20%. Hoy, el barril vale 60 d¨®lares y los m¨¢rgenes oscilan entre el 120% y 200%, seg¨²n los expertos, que a?aden que por no haber reformado la ley antes, el Estado dej¨® de ingresar unos 730 millones de d¨®lares entre 2003 y 2005, a?os de subidas de los precios de la energ¨ªa. Los ingresos por las ventas petroleras aportan el 35% del presupuesto del Estado ecuatoriano.
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