Ant¨²nez, el 'proletario' de Radio Mosc¨²
Sevilla, 25 de enero de 1946, las ocho de la tarde. Estaci¨®n de Plaza de Armas. "Llevas el salvoconducto. S¨²bete el cuello del abrigo y no te quites el sombrero por lo que m¨¢s quieras. Si te reconocen, est¨¢s perdido". La instalaci¨®n ferroviaria est¨¢ llena de b¨¦ticos a la caza del hombre. El mismo que dos d¨ªas antes ha sido vendido por los dirigentes del Betis, un club al borde de la quiebra, al Sevilla por 81.000 pesetas.
Con todo firmado, el presidente b¨¦tico quiere desmontar la operaci¨®n. Acusa a sus directivos de haber hecho la venta a sus espaldas. Deposita el dinero recibido en un banco y echa al beticismo a la calle proclamando que el eterno rival les ha robado un jugador. Ordena al entrenador verdiblanco que Francisco Ant¨²nez sea citado para el partido del domingo 27 contra el Tarragona.
El Betis recurri¨® el fichaje del jugador por el Sevilla ante el todopoderoso general Moscard¨®
Sale el tren hacia Madrid con la expedici¨®n sevillista. Ant¨²nez no ha aparecido. Los b¨¦ticos respiran. A pocos minutos de la salida, el tren se detiene en la estaci¨®n de Los Jer¨®nimos. El hombre del abrigo y el sombrero sube al tren.
El Sevilla empata dos d¨ªas despu¨¦s en el estadio Bernab¨¦u. Ant¨²nez es titular. El beticismo se siente traicionado y comienza el pleito federativo. En los aleda?os del campo sevillista aparecen pasquines que rezan: "Somos pobres, pero honrados". Radio Mosc¨² informa del incidente en su emisi¨®n en castellano tratando el hecho como una injusticia del sistema espa?ol imperante y apoyando a los b¨¦ticos en su "proletaria lucha" contra los "capitalistas" del Sevilla.
La situaci¨®n es dram¨¢tica para el futbolista, que recibe todo tipo de amenazas y an¨®nimos, como una curiosa foto vestido del Betis en cuyo reverso se le dice : "Como en el Betis ya no est¨¢s, esta foto en mi casa est¨¢ de m¨¢s".
En pleno proceso judicial federativo, Ant¨²nez disputa los ¨²ltimos diez partidos con el Sevilla, que se proclama campe¨®n. La ¨²nica Liga que ha ganado este equipo. Mientras tanto, el Betis, en una crisis deportiva y econ¨®mica absoluta, desciende a Tercera. Ant¨²nez era la excusa ideal para desviar la atenci¨®n del fracaso. La federaci¨®n territorial y la espa?ola dan la raz¨®n al Sevilla. El Betis, entonces, decide recurrir a la instancia pol¨ªtica pertinente: la Delegaci¨®n Nacional de Deportes, presidida por el todopoderoso general Moscard¨®.
El cariz de los acontecimientos y las connotaciones pol¨ªticas que se derivaban de los mismos hacen que este organismo tome un decisi¨®n arbitraria sorprendente: anula el traspaso de Ant¨²nez, dando la raz¨®n al Betis y dejando en rid¨ªculo a las instancias federativas, que dimiten. En la sentida carta de dimisi¨®n que env¨ªa el 17 de abril, Javier Barroso, el presidente del comit¨¦ directivo de la federaci¨®n territorial, al responsable de la DND, pregunta por qu¨¦ toma en cuenta el reglamento al pie de la letra para dar la raz¨®n al Betis, aludiendo a que el traspaso se hace sin la firma del presidente, y no para decir que hay alineaci¨®n indebida en esos diez partidos porque provocar¨ªan "una perturbaci¨®n deportiva de enorme volumen".
Un mes despu¨¦s, Ant¨²nez vuelve a ser vendido al Sevilla por los rectores b¨¦ticos, recibe de ¨¦stos un reloj de oro como regalo y se convierte en el ¨²nico jugador que ha sido traspasado dos veces por el Betis al Sevilla.
El 16 de agosto de 1994 muri¨® Ant¨²nez. Ese d¨ªa se jugaba un Betis-Sevilla en un trofeo veraniego. Lopera, el actual presidente b¨¦tico, le neg¨® el minuto de silencio.
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