Se busca ¨®vulo de mujer, 5.000 d¨®lares
500 empresas de EE UU ofrecen grandes sumas de dinero a mujeres j¨®venes, sanas e inteligentes que se conviertan en donantes
El anuncio asegura confidencialidad, explica que se trata de ayudar a una pareja sin hijos y con la garant¨ªa de una considerable compensaci¨®n. Eso s¨ª, la joven que est¨¦ dispuesta a ser parte del trato tiene que reunir ciertos requisitos: que est¨¦ sana, que no pase de 30 o 31 a?os y, desde luego, que sea inteligente. A cambio de varios miles de d¨®lares, 5.000 (4.118 euros) si es una donante media o 10.000 (8.237 euros) si es especial -con ciertas caracter¨ªsticas f¨ªsicas o intelectuales-, y en algunos casos excepcionales, hasta decenas de miles d¨®lares -si es inteligente, atl¨¦tica, alta y rubia...-, lo que se le pide a la joven es que acepte donar varios de sus ¨®vulos.
Anuncios como ¨¦stos aparecen todos los d¨ªas en las anuncios clasificados de los peri¨®dicos estudiantiles de las universidades estadounidenses. Lo que comenz¨® hace un par de d¨¦cadas como un experimento acad¨¦mico en la Universidad de California de Los ?ngeles (UCLA), escogiendo a un grupo de mujeres j¨®venes como "sujetos humanos" para que donaran sus ¨®vulos por 50 d¨®lares (por los desplazamientos y el tiempo invertido), se ha convertido hoy en una industria millonaria.
Gracias a los avances m¨¦dicos en t¨¦cnicas de inseminaci¨®n artificial y a que en EE UU cerca del 15% de las parejas tiene problemas de fertilidad, existe una gran demanda de ¨®vulos de j¨®venes saludables. Las universidades se han convertido en el principal blanco del reclutamiento de donantes.
Por ejemplo, en el Harvard Crimson, peri¨®dico de la Universidad de Harvard, apareci¨® un anuncio en el que una pareja de San Diego ofrec¨ªa hasta 50.000 d¨®lares (41.186 euros) por los ¨®vulos de una mujer joven. En cuesti¨®n de d¨ªas se supo que m¨¢s de 30 estudiantes hab¨ªan respondido y estaban dispuestas a someterse a las pruebas para determinar si eran lo que dec¨ªan ser en t¨¦rminos de salud f¨ªsica, belleza e inteligencia, como se solicitaba.
"Cualquier d¨ªa del a?o tenemos un promedio de 200 personas listas para iniciar el proceso de donaci¨®n", explica Stacy Gel, de la firma Center for Egg Options, en Los ?ngeles, y una de las m¨¢s de 500 empresas dedicadas en EE UU a reclutar a donantes y efectuar el proceso de extracci¨®n de los ¨®vulos y posterior inserci¨®n en la mujer recipiente. Hay, adem¨¢s, otras compa?¨ªas que funcionan como intermediarias dedicadas a buscar las donantes. Seg¨²n Gel, m¨¢s que un negocio lo suyo es un servicio "para ayudar a las parejas que no pueden tener hijos".
La donaci¨®n de ¨®vulos, sin embargo, ha generado cr¨ªticas, sea por razones pol¨ªticas y econ¨®micas o bio¨¦ticas. Debora Spar, profesora de la Universidad de Harvard, acaba de publicar El negocio de los beb¨¦s: c¨®mo el dinero, la ciencia y la pol¨ªtica determinan el comercio de la concepci¨®n. Andrea Gurmankin, de la misma universidad, o profesores de filosof¨ªa y ¨¦tica como Jim Kellemberger, de la Universidad de Northridge en Los ?ngeles, cuestionan tanto "el intercambio de dinero" como el hecho de que la donaci¨®n en general no est¨¦ regulada por el Estado.
"La tecnolog¨ªa de la reproducci¨®n es un negocio, con la oferta, la demanda y el precio formando parte de la transacci¨®n", se?ala Spar en el servicio de noticias de la Universidad de Harvard. Y se pregunta: "?Debemos, como sociedad, prohibir a las mujeres que vendan sus ¨®vulos? ?O est¨¢ bien que permitamos a los padres seleccionar las potenciales caracter¨ªsticas de sus hijos?". Otros, como Gurmankin, centran su denuncia en las empresas que seleccionan donantes sin informarles adecuadamente de los riesgos que el procedimiento implica.
Varias j¨®venes entrevistadas en UCLA se?alaron que hab¨ªan visto los anuncios en el Daily Bruin, pero consideraban que no era algo correcto. "Es algo impersonal", afirm¨® Anna, una rubia y atractiva estudiante de ingl¨¦s, de 21 a?os, con un perfil acorde con los solicitados en los anuncios. "Es posible que al no necesitar el dinero no haya pensado en la posibilidad de donar", a?adi¨®.
El dinero es precisamente uno de los aspectos m¨¢s controvertidos. Algunos cuestionan incluso que las j¨®venes que aceptan ser donantes tengan necesidades econ¨®micas en una universidad privada que cuesta al a?o 30.000 d¨®lares (24.700 euros). Algunas de ellas, incluso, son donantes por segunda o tercera vez. Rebeca, una de estas donantes, citada en la p¨¢gina de Internet de una de las agencias intermediarias, dice: "El dinero s¨ª fue un incentivo, pero no la raz¨®n principal para convertirme en donante. Veo muchas parejas que quieren un ni?o y s¨¦ que puedo ayudarles".
No son unas "mercenarias", argumenta Pamela Madsen, directora ejecutiva de la Asociaci¨®n Americana de Fertilidad. "El dinero que se les paga a las j¨®venes es simplemente una compensaci¨®n por su tiempo y esfuerzo y, por supuesto, por lo que donan", a?ade, "pero los ¨®vulos no son una mercanc¨ªa".
La atenci¨®n de los seleccionadores se centra en las universitarias porque ofrecen una mayor seguridad a la pareja que paga. Adem¨¢s, "se trata de j¨®venes con la edad legal para decidir por s¨ª mismas, y siendo universitarias tienen m¨¢s opciones en su vida", agrega Madsen.
La Sociedad Americana de Medicina Reproductiva determina que 5.000 d¨®lares es una cifra aceptable como pago por los ¨®vulos, si bien esta regla se aplica de manera voluntaria. Y reconoce que, a pesar de que hay abusos y riesgos emocionales y f¨ªsicos en el procedimiento, debido "a los altos incentivos econ¨®micos" que se ofrecen, la donaci¨®n de ¨®vulos est¨¢ cada d¨ªa m¨¢s extendida.
Jennifer, una estudiante de UCLA dispuesta a ser donante, aparece con foto y todos sus datos en la lista de potenciales donantes de Fertility Futures International. Ella asegura que quiere donar porque "no hay nada como dar ayuda a otros". Quien quiera los ¨®vulos de esta estudiante deber¨¢ pagar 5.000 d¨®lares, con lo cual se asegurar¨¢ unos 20 o 30 ¨®vulos de una joven de ojos verdes, de 23 a?os, pelo casta?o y de padres blancos. Sumados el pago al intermediario y los gastos del procedimiento m¨¦dico de la extracci¨®n e inserci¨®n de ¨®vulos, la pareja que est¨¦ interesada en lo que Jennifer ofrece deber¨¢ pagar al menos 20.000 d¨®lares, sin ninguna garant¨ªa de que al final tendr¨¢n un beb¨¦.
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