Hijo del agobio

Bien alejado de los circuitos comerciales convencionales, el proyecto musical tras el que se encuentra el cantautor gaditano Jos¨¦ Luis Figuereo -Selu, para sus amigos- es como un cicl¨®n que arrasa por dondequiera que va. Un ejemplo se ha visto este fin de semana en Madrid, donde El Barrio ha llegado a concentrar en dos noches la friolera de 30.000 personas. Todas se sab¨ªan sus canciones de arriba abajo, y un n¨²mero muy elevado acudieron adem¨¢s ataviadas con id¨¦ntico sombrero al que saca el artista en sus portadas de discos.

Nada m¨¢s ponerse a la venta su ¨²ltimo disco, Las playas del invierno, vendi¨® en menos de una semana m¨¢s de cien mil copias legales; sin embargo, el dato apenas fue reflejado en la lista de ventas oficial de Espa?a.

El Barrio conquista a su gente a golpes de filosof¨ªa popular, poses de artista humilde y canciones directas que entroncan con la canci¨®n espa?ola y el rock andaluz de los setenta. Figuereo es un hijo del agobio, en el mismo sentido que acu?¨® Triana al titular as¨ª uno de sus discos, cuando hace 30 a?os lideraba el movimiento de rock andaluz. A Triana le debe tanto El Barrio que no le importa reconocerlo. Y as¨ª se toma como homenaje que viejas canciones del tr¨ªo sevillano sonaran antes de su actuaci¨®n, mientras el p¨²blico se acomodaba. Incluso, m¨¢s obvio, Figuereo y su banda abordan Tu frialdad, que hacen a su manera sin renunciar al sonido original trianero. Ruibal, Medina Azahara, El ?ltimo de la Fila e incluso M¨®dulos (de ellos hizo Todo tiene su fin) est¨¢n tambi¨¦n en su paleta de influencias. De la media docena de valerosos discos que El Barrio posee antes de Las playas del invierno, casi todos ¨¦xitos, a pesar de que siempre queden al margen del conocimiento medi¨¢tico y de los premios oficiales, poco se supo en su concierto del s¨¢bado. Su ¨²ltimo disco predomin¨® en el repertorio escogido, que despach¨® con profesionalidad, pero con cierto acartonamiento que le rest¨® pasi¨®n y credibilidad.