La muerte de Donaldson pone en cuesti¨®n el fin de la violencia
La muerte de Denis Donaldson cogi¨® ayer a contrapi¨¦ al primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, y a su hom¨®logo irland¨¦s, Bertie Ahern, que en principio ten¨ªan previsto viajar ma?ana al Ulster para lanzar sus propuestas de restablecimiento parcial de la autonom¨ªa de la provincia, que sigue suspendida desde octubre de 2004. Aunque ni Londres ni Dubl¨ªn quisieron especular con la posibilidad de que el IRA est¨¦ detr¨¢s del asesinato del topo, su muerte pone en el aire la credibilidad del fin de la violencia entre los paramilitares brit¨¢nicos.
La muerte de Donaldson quiz¨¢ no haya sido decidida por el aparato pol¨ªtico republicano, pero no hace m¨¢s que dar argumentos al unionismo m¨¢s extremista para negarse a formar un Gobierno con el Sinn Fein y devolver as¨ª la coherencia institucional al proceso de paz en Irlanda del Norte. El l¨ªder unionista radical, el reverendo Ian Paisley, se apresur¨® ayer a apuntar hacia "el IRA / Sinn Fein", a declararse "profundamente horrorizado" por el crimen y a asegurar: "Seg¨²n mis informaciones, ha sido una emboscada".
Bertie Ahern declar¨®: "Esperamos que, sea quien sea el responsable de este cruel acto, sea llevado ante la justicia lo antes posible". El ministro brit¨¢nico para Irlanda del Norte, Peter Hain, se declar¨® "enormemente consternado" por lo que defini¨® como "un acto b¨¢rbaro".
"Creo que esto va a da?ar seriamente la confianza en el IRA y en lo que est¨¢ haciendo, si se llega a probar que son los responsables de este asesinato", declar¨® Jeffrey Donaldson, uno de los hombres fuertes del Partido Unionista Democr¨¢tico del Ulster de Paisley, y antiguo cabecilla del ala dura del UUP, el partido de los unionistas moderados.
Aunque el IRA no sea responsable de la muerte de Donaldson, el asesinato no deja de poner en cuesti¨®n la amplitud del desarme de los republicanos y la posibilidad de que algunos elementos disidentes mantengan la violencia pol¨ªtica en el conflicto irland¨¦s, pese a que oficialmente los republicanos han renunciado a la lucha armada y han destruido completamente sus arsenales.
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