Ibarretxe insiste

Hay una l¨®gica en la prioridad otorgada por Zapatero a su entrevista con Ibarretxe tras la celebrada la semana pasada con el principal l¨ªder de la oposici¨®n, Mariano Rajoy. Ante el periodo que viene, es decisivo que el nacionalismo vasco contribuya a deslegitimar las maniobras con que el todav¨ªa brazo pol¨ªtico de ETA intentar¨¢ poner a prueba la resistencia del Estado de derecho. Ayer mismo, la ilegalizada Batasuna convoc¨® para el pr¨®ximo fin de semana un acto pol¨ªtico similar al prohibido en enero por decisi¨®n judicial.

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, est¨¢ demostrando lealtad al compromiso suscrito al votar la resoluci¨®n aprobada en mayo pasado por el Congreso. Dej¨® claro que la prioridad del momento es afianzar la paz y no plantear iniciativas como la mesa de partidos; resisti¨® las presiones para sumar al PNV a la manifestaci¨®n del s¨¢bado pasado en defensa de la autodeterminaci¨®n y por el regreso de los presos a Euskadi; se mostr¨® comprensivo con la convocatoria del Pacto Antiterrorista como forma de asociar al PP; y, sobre todo, ha insistido en separar "conceptualmente y en el tiempo" las iniciativas para asegurar la paz de eventuales negociaciones sobre el marco pol¨ªtico.

El lehendakari no parece tenerlo tan claro. Tras su entrevista de ayer con Zapatero, insisti¨® en la mesa extraparlamentaria, con presencia de Batasuna, como parte del proceso, aunque reconoci¨® que su convocatoria puede no ser inmediata, y volvi¨® al mantra de la "consulta popular", que constitu¨ªa uno de los ejes de su plan soberanista, rechazado hace 14 meses por el Parlamento. Tras la reuni¨®n, la vicepresidenta Fern¨¢ndez de la Vega dijo que no es el momento de hablar de esa cuesti¨®n, y adelant¨® que no puede haber di¨¢logo democr¨¢tico al margen de la legalidad. Ayer mismo, sin embargo, un portavoz de Batasuna anunci¨® que concurrir¨¢n a las elecciones sin cambiar de nombre, argumentando que "el problema es del Gobierno, por haber aprobado la Ley de Partidos".

Se trata, sin duda, de una provocaci¨®n para tantear la actitud del Estado de derecho. El Gobierno ya ha dicho que Batasuna como tal no podr¨¢ tener existencia legal, y advertido de que para que la tenga otro partido que integre a sus actuales componentes deber¨¢ pasar el cedazo de la Ley de Partidos, que piensa mantener en vigor. Cuanto antes d¨¦ pruebas ETA de que su abandono de la violencia es irreversible, antes podr¨¢ ponerse en marcha el mecanismo previsto en la resoluci¨®n del Congreso, y antes recuperar¨¢ la izquierda abertzale la legalidad y la capacidad de presentarse a las elecciones. Y una vez legalizada, no habr¨¢ necesidad de mesas extraparlamentarias. Para que ¨¦se sea el camino ser¨¢ necesario que el nacionalismo democr¨¢tico coopere en defensa del principio de legalidad. De ah¨ª la importancia del di¨¢logo Zapatero-Ibarretxe, que ambos se comprometieron ayer a mantener de manera permanente en todo el apasionante proceso que ahora se inicia.