Un pr¨®logo esencial
POR SU magnitud, por su car¨¢cter enciclop¨¦dico y tan detallado, La Segunda Rep¨²blica espa?ola de Josep Pla ofrece muchos niveles de lectura. El primero, sin duda, es el seguimiento cronol¨®gico. El lector diletante podr¨¢ detenerse s¨®lo en los art¨ªculos de ciertos d¨ªas clave de todo el periodo, como la sublevaci¨®n de Sanjurjo, los alzamientos anarquistas en Catalu?a y Arag¨®n o la dimisi¨®n de Lerroux por el estraperlo. Otra forma de entrar en el libro es jugando a las comparaciones con la pol¨ªtica actual, por ejemplo, en torno a la aprobaci¨®n del Estatuto de Catalu?a y sorprenderse de ciertas similitudes. En este sentido, se agradece la minuciosa edici¨®n de Destino, a cargo de Xavier Pericay, con ¨ªndices de nombres y art¨ªculos, con una cronolog¨ªa y un dramatis personae aclarador al final del libro. Tambi¨¦n resulta esencial, como gu¨ªa para adentrarse en el volumen, el pr¨®logo que ha escrito Valent¨ª Puig, 'Josep Pla: el periodismo y la pol¨ªtica'.
Valent¨ª Puig, profundo conocedor de la obra de Pla, es probablemente quien mejor ha entendido el perfil ideol¨®gico y la evoluci¨®n literaria del escritor desde sus inicios como periodista corresponsal. La introducci¨®n que ha escrito tiene un doble recorrido: por una parte describir el paisaje de la prensa que Pla se encuentra al llegar a Madrid y, por la otra, definir el pensamiento, pol¨ªtico y period¨ªstico, que le sit¨²a frente a la llegada de la Rep¨²blica. "Para Pla", escribe, "la naturaleza es el caos y la cultura es el orden". Valent¨ª Puig es un escritor l¨²cido, preciso y sagaz, que comparte con Pla "formas de humor". De su texto emana un gran conocimiento del autor ampurdan¨¦s, acaso una admiraci¨®n razonada que se refleja en estas palabras que le dedica al final del pr¨®logo: "
no pudo ser un escritor burgu¨¦s, entre otras cosas porque los burgueses de Barcelona no le comprend¨ªan, si no es que recelaban de sus sarcasmos. Tuvo que ver c¨®mo se le achacaban comportamientos pol¨ªticos sin prueba alguna, anecdotarios de anciano intempestivo. ?l prosegu¨ªa escribiendo bajo la campana de la chimenea del mas familiar, entre humos rebotados por la tramontana y la azulada sombra de un cigarrillo que queda en espera cuando el escritor requiere el mot juste".
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