Voto de los 'coglioni'
Italia necesita un cambio pol¨ªtico, por su propio bien y por el de Europa. Cuando los italianos acudan a votar el domingo y el lunes, muchos se habr¨¢n rascado el bolsillo y se habr¨¢n percatado de que la econom¨ªa lleva varios a?os estancada, aunque haya bajado ligeramente el desempleo. Silvio Berlusconi no ha sido capaz de llevar a cabo las reformas estructurales que necesita el pa¨ªs. No es seguro que Romano Prodi lo consiga con un programa que contempla volver a adelantar la jubilaci¨®n de los 60 a los 57 a?os. Pero quiz¨¢ un Prodi II, tras su paso al frente de la Comisi¨®n Europea, sin la angustia de la reelecci¨®n, pudiera sorprender.
Italia ha vivido unos a?os de anomal¨ªa pol¨ªtica con un primer ministro magnate de los medios, que ha tratado al Estado como un predio privado y se ha hartado de legislar para protegerse a s¨ª mismo de los varios juicios por corrupci¨®n que tiene pendientes a la espera de que deje el cargo. Tras una campa?a melodram¨¢tica, al final sus excesos se le pueden volver en contra, a pesar de que maneja, desde el sistema p¨²blico y del suyo privado, m¨¢s de un 85% de la audiencia televisiva. Una de sus ¨²ltimas payasadas, al calificar de coglioni (equivalente a gilipollas en espa?ol) a los que no voten por ¨¦l, s¨®lo parece haber servido para movilizar al electorado de centro-izquierda y sacarlo de su relativo sopor.
Flanqueado por la xen¨®foba Liga Norte y los neofascistas de calados varios, con Berlusconi se ha agravado la crisis de credibilidad internacional y de europe¨ªsmo que ven¨ªa arrastrando Italia. Una victoria de Prodi no s¨®lo garantizar¨ªa que Italia no se saliera del euro, sino que le llevar¨ªa a cumplir su promesa de retirar las tropas italianas de Irak, quiz¨¢ de forma menos brusca que Zapatero; con lo que, en parte, una derrota de Berlusconi lo ser¨ªa asimismo para la pol¨ªtica de Bush en Irak. Tambi¨¦n a la inversa.
A pesar de todo, y de que la publicaci¨®n de las encuestas est¨¦ prohibida dos semanas antes de los comicios, la campa?a parece haber tenido poca influencia, con el centro-izquierda ligeramente por delante, y con el peligro de que Berlusconi mantenga el control del Senado aunque pierda la C¨¢mara, lo que paralizar¨ªa el sistema pol¨ªtico y podr¨ªa llevar a nuevas elecciones.
El lunes habr¨¢ respuesta para una sociedad dividida, como tantas en estos d¨ªas.
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