Ibarretxe someter¨¢ su plan de paz y convivencia a debate en la C¨¢mara

El lehendakari Ibarretxe se comprometi¨® ayer a enviar al Parlamento, en el plazo de las pr¨®ximas semanas, el plan de paz y reconciliaci¨®n que prometi¨® para diciembre pasado en la sesi¨®n de investidura de junio de 2005. Ibarretxe dijo tambi¨¦n en p¨²blico lo que s¨®lo hab¨ªa comentado en privado: que ese plan llegar¨¢ totalmente abierto al debate parlamentario y a las incorporaciones o eliminaciones que los grupos quieran proponer.

Hasta hace pocas fechas, medios cercanos al lehendakari no ten¨ªan clara la conveniencia de someter a debate parlamentario este plan, y todav¨ªa no est¨¢ definido si su discusi¨®n tendr¨¢ como escenario la Comisi¨®n de Derechos Humanos o el pleno de la C¨¢mara y si habr¨¢ propuestas de resoluci¨®n. Pero al menos Ibarretxe s¨ª dijo en el Parlamento lo que s¨®lo hab¨ªa manifestado hace varias semanas, al mostrarse en un encuentro con periodistas totalmente abierto a las modificaciones que los grupos de la oposici¨®n puedan plantear; ya sea mediante la incorporaci¨®n de nuevas ideas o de eliminaci¨®n de aspectos que resulten irreconciliables.

El lehendakari, sin ofrecer ninguna explicaci¨®n sobre el cambio, se refiri¨® a este proyecto con el nombre definitivo que tendr¨¢: "plan para la paz y la convivencia". El t¨¦rmino "reconciliaci¨®n" que ¨¦l us¨® en la investidura, se ha eliminado, a instancias de la Direcci¨®n V¨ªctimas del propio Gobierno, que estima prematura la pretensi¨®n de dar por abierta esa fase con el uso de dicha expresi¨®n.

Presidencia barajaba a¨²n la posibilidad de incluir alguna referencia a ese concepto, de forma que el plan se denomine "para la paz y la convivencia en una sociedad reconciliada". La presentaci¨®n se retrasar¨¢ muy probablemente hasta finales de abril o mayo.

Ibarretxe realiz¨® su anuncio aprovechando un intercambio dial¨¦ctico con el portavoz del PP, Leopoldo Barreda, durante el pleno de ayer. Fue lo m¨¢s parecido que ha vivido la C¨¢mara a un pleno de control, ya que la mayor¨ªa de las otras iniciativas hab¨ªan quedado zanjadas en la sesi¨®n del jueves.

Barreda hab¨ªa interpelado a Ibarretxe sobre el Consejo Pol¨ªtico que constituy¨® a principios de a?o con EA y EB en el seno de su Gobierno. Este ¨®rgano ser¨¢ el que formalmente asuma la autor¨ªa del plan de paz, pero Barreda lo consider¨® ¨²nicamente un instrumento para el protagonismo del lehendakari y, en todo caso, para "afinar" la sinton¨ªa entre los socios del Ejecutivo. "Cuando usted habla del protagonismo de la sociedad vasca piensa en su propio protagonismo y matiza hasta al Papa con tal de sacar cabeza", a?adi¨®. Barreda dijo que el alto el fuego de ETA ha dejado al Gobierno "reducido a la condici¨®n de espectador", y que el Consejo Pol¨ªtico y sus proyectos se han visto "superados por los acontecimientos: forman parte del pasado".

El portavoz popular, citando varios episodios de las ¨²ltimas fechas en que los socios han realizado manifestaciones o actuaciones diferentes, afirm¨® que en el tripartito "cada uno va a lo suyo" y que los tres partidos trataron de "marcar la posici¨®n" del lehendakari ante su visita del martes al presidente del Gobierno. Tambi¨¦n resalt¨®, tach¨¢ndolo de "ninguneo", el hecho de que, durante su ausencia ese d¨ªa, los presidentes del PNV y EA se reunieran "para hablar de la coalici¨®n que le sustenta a usted".

El lehendakari devolvi¨® la acusaci¨®n de estar fuera de juego: si alguien representa tras el alto el fuego "la figura del boxeador noqueado", replic¨®, ¨¦se es el PP, "anclado en el pasado" y acumulando "desprop¨®sitos".

Tambi¨¦n el consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, Javier Madrazo, se vio cuestionado por el PSE por el retraso en dar a luz la ley de Mediaci¨®n Familiar, que en 2001 anunci¨® antes de dos a?os. Madrazo prometi¨® enviar el proyecto "en los pr¨®ximos meses", tras atribuir el retraso al proceso de contraste con todos los concernidos. La respuesta no dej¨® satisfecha a la socialista Gemma Zabaleta, que ironiz¨® con la necesidad de cinco a?os para ese contraste y le pidi¨® una explicaci¨®n m¨¢s "rigurosa". "De lo contrario, tendr¨¦ que pensar que es consecuencia directa de su incompetencia", zanj¨®.