Los saharauis juegan con una carta nueva: petr¨®leo
Los recursos potenciales en hidrocarburos pueden tener un papel clave para el futuro del territorio
El pasado 17 de mayo, un representante del Gobierno de la Republica ?rabe Saharaui Democr¨¢tica (RASD) anunciaba en Londres la apertura de un proceso de concesi¨®n de licencias para la exploraci¨®n de hidrocarburos en el S¨¢hara Occidental, que disputa con Marruecos. La superficie ofertada inclu¨ªa seis bloques en tierra firme y otros 12 en aguas del Atl¨¢ntico. La iniciativa, dise?ada siguiendo los principios legales y usos habituales en la industria del petr¨®leo, se ajustaba escrupulosamente a la normativa dictada por Naciones Unidas para este tipo de operaciones en territorios sin gobierno propio. Un calificativo que refleja la no celebraci¨®n de un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n con posterioridad al proceso de descolonizaci¨®n.
Los permisos de la RASD han sido adjudicados sobre todo a empresas con sede en el Reino Unido que no podr¨¢n explorar si sigue el control marroqu¨ª
Las cifras son insignificantes a escala mundial, pero interesantes a nivel regional. Triplicar¨ªan las reservas pendientes en Marruecos
Las concesiones, otorgadas unilateralmente por un pa¨ªs ocupante, han desatado una intensa campa?a de protestas y fuertes presiones internacionales
El resultado de la ronda de concesiones se ha dado a conocer hace unas pocas semanas. Los permisos han sido adjudicados mayoritariamente a empresas con sede en el Reino Unido, las cuales gozar¨¢n de interesantes condiciones contractuales, aunque no podr¨¢n iniciar los trabajos de exploraci¨®n mientras Marruecos siga ejerciendo el control de la zona. Tres de las concesiones se localizan en tierra firme y otras seis en aguas marinas frente a las costas del S¨¢hara. Los contratos terrestres han sido adjudicados a Europa Oil & Gas y a un consorcio integrado por Maghreb Exploration, Osceola Hydrocarbons y Nighthawk Energy. Los contratos marinos han sido asignados a EnCore Oil, Comet Petroleum, Ophir Energy y Premier Oil. Estas dos ¨²ltimas compa?¨ªas se han asegurado, mediante acuerdos conjuntos, cuatro licencias que cubren, aproximadamente, la misma ¨¢rea otorgada en 2001 por Marruecos a la compa?¨ªa estadounidense Kerr-McGee.
Marcado simbolismo
La iniciativa de la RASD tiene un marcado simbolismo e intencionalidad pol¨ªtica. Por un lado, la convocatoria del pasado a?o aprovechaba la fecha del 30? aniversario de la ocupaci¨®n para reafirmar el derecho del pueblo saharaui a ejercer su soberan¨ªa sobre la zona de exclusividad econ¨®mica que desde la l¨ªnea de costa se adentra 200 millas n¨¢uticas en el Atl¨¢ntico. Por otro, el otorgamiento de las concesiones se produc¨ªa a un mes escaso de que el Consejo de Seguridad de la ONU se re¨²na para considerar si la tarea del Minurso -un organismo internacional que tiene por misi¨®n la realizaci¨®n del refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n- se prolonga con posterioridad al pr¨®ximo 30 de abril.
Algunos observadores consideran que posiblemente la RASD esperaba atraer a la regi¨®n a algunas de las grandes petroleras europeas y estadounidenses, las cuales, con su influencia en Bruselas y Washington, podr¨ªan haber presionado al Gobierno de Rabat a buscar una salida a la actual situaci¨®n de impasse sobre el futuro del S¨¢hara Occidental. En cualquier caso, pese a este aparente fracaso, la iniciativa de la RASD contrarresta una operaci¨®n emprendida hace unos a?os por el Gobierno de Rabat.
En octubre de 2001, el ministro marroqu¨ª de Energ¨ªa autorizaba las prospecciones petroleras en aguas del S¨¢hara Occidental, firmando un contrato de exploraci¨®n con la sociedad estadounidense Kerr-McGee, una petrolera especializada en la exploraci¨®n y producci¨®n de hidrocarburos en aguas profundas. El contrato se centraba en una franja costera de 110.000 kil¨®metros cuadrados situada a la altura del cabo Bojador, en una zona declarada de exclusividad econ¨®mica. Quince d¨ªas m¨¢s tarde, la compa?¨ªa francesa Total anunciaba que hab¨ªa firmado un contrato similar para un ¨¢rea de 115.000 kil¨®metros cuadrados, situada mar adentro frente a la ciudad de Dajla.
Sin embargo, estas concesiones, otorgadas unilateralmente por un pa¨ªs ocupante que desde 1992 viene bloqueando la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n, acordado por Naciones Unidas, desataron una intensa campa?a de protestas y fuertes presiones internacionales. Entre estas destacan las ejercidas por la influyente Norwegian Petroleum Fund. Bajo la amenaza de retirar sus inversiones, este organismo gubernamental logr¨® en 2003 que la compa?¨ªa de servicios noruega TGS-Nopec, contratada por Total y Kerr-McGee, abandonara sus intereses en la regi¨®n cuando ya hab¨ªa completado el 85% de los trabajos geof¨ªsicos encomendados. TGS-Nopec se limit¨® a comentar que a la espera de nuevos acontecimientos pol¨ªticos hab¨ªa decidido no abordar ning¨²n nuevo proyecto en el S¨¢hara Occidental. Un a?o mas tarde, en 2004, era Total la que decid¨ªa no renovar sus permiso de exploraci¨®n, alegando razones "de negocios". Estas retiradas, junto a las de otras compa?¨ªas m¨¢s modestas, como la de la australiana Baraka Petroleum a finales de enero de este mismo a?o, han dejado sola a Kerr-McGee y a sus socios minoritarios Pioneer Natural Resources y Kosmos Energy. Pese a que el Norwegian Petroleum Fund acus¨® a Kerr-McGee de comportamiento contrario a la ¨¦tica y de minar los esfuerzos de paz de la ONU, penalizando a la compa?¨ªa con una desinversi¨®n por valor de 52 millones de d¨®lares, la petrolera decidi¨®, a finales del pasado mes de octubre, prorrogar su contrato por otros seis meses. Desde entonces, dos fondos de inversiones suecos han anunciado que emprender¨ªan acciones similares y Pioneer tambi¨¦n se ha situado en el punto de mira de la campa?a.
Seg¨²n fuentes de la RASD, el empecinamiento del grupo liderado por Kerr-McGee obedece a su firme determinaci¨®n de rentabilizar el tiempo y el esfuerzo invertidos, perforando un pozo en el futuro inmediato. Aunque la compa?¨ªa no ha confirmado este supuesto, el Frente Polisario ha advertido que tal acto, considerado ilegal, podr¨ªa acarrear graves consecuencias para la seguridad del personal implicado en las operaciones.
Toda esta fren¨¦tica actividad en aguas del S¨¢hara Occidental parece sugerir un gran potencial en materia de hidrocarburos. ?Hasta qu¨¦ punto es eso cierto? Los permisos ofertados por la RASD se localizan en las denominadas cuencas sedimentarias de El Aaiun y Tinduf, unas zonas de ?frica que pueden considerarse pr¨¢cticamente inexploradas, al menos por lo que se refiere a la utilizaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas desarrolladas por la industria petrolera con posterioridad a los setenta. La exploraci¨®n en tierra firme y zonas costeras durante la ¨¦poca colonial permiti¨® constatar la existencia de indicios de petr¨®leo, aunque, contrariamente, a Mauritania y Marruecos, en el S¨¢hara Occidental todav¨ªa no se ha localizado ning¨²n yacimiento de hidrocarburos.
Reservas interesantes
Y las previsiones no son espectaculares. Seg¨²n estimaciones del Servicio Geol¨®gico de EE UU efectuadas en 2000, los permisos en aguas marinas del S¨¢hara Occidental podr¨ªan albergar un promedio de 14 millones de barriles de petr¨®leo y 2.150 millones de metros c¨²bicos de gas natural. Unas cifras modestas, pr¨¢cticamente insignificantes a escala mundial, pero interesantes a nivel regional. En el caso del petr¨®leo, las cifras apuntadas triplicar¨ªan las reservas que quedan por descubrir en Marruecos, aunque resultar¨ªan unas cuatro veces inferiores a las de Mauritania. En el caso del gas natural, tanto Marruecos como Mauritania superar¨ªan en un 30% y en un 250%, respectivamente, las reservas por descubrir en el S¨¢hara Occidental.
Los recursos potenciales en hidrocarburos del S¨¢hara Occidental no constituyen, por s¨ª solos, una garant¨ªa de futuro para el pueblo saharaui, pero juegan un papel clave, tanto en sus aspiraciones hacia la independencia como, bien administrados, en su futura consolidaci¨®n como Estado soberano.
Mariano Marzo es catedr¨¢tico de Estratigraf¨ªa y profesor de Recursos Energ¨¦ticos de la Universitat de Barcelona.
La experiencia de Mauritania
CASI AL MISMO tiempo que la RASD anunciaba la concesi¨®n de licencias de exploraci¨®n, Mauritania exped¨ªa hacia China el primer cargamento de petr¨®leo extra¨ªdo del campo de Chinguetti, localizado en aguas atl¨¢nticas, unos 90 kil¨®metros al suroeste de la capital, Nuakchot. El campo, operado por la compa?¨ªa australiana Woodside Petroleum, fue descubierto en el a?o 2001 y es contemplado por los pol¨ªticos locales como el heraldo de un boom exploratorio a lo largo de la costa que se traducir¨¢ en nuevos descubrimientos y en la posibilidad de que en pocos a?os el pa¨ªs pueda exportar 300.000 barriles diarios de crudo.
El camino seguido desde el descubrimiento hasta la actualidad ha estado plagado de dificultades, incluyendo un golpe militar a finales del pasado verano y una agria disputa entre las autoridades de Nuakchot y la Woodside a prop¨®sito de un cambio en las condiciones contractuales acordadas entre la petrolera y el Gobierno anterior. Y, pese a la euforia oficial, el futuro no est¨¢ exento de desconfianza y recelos. En un pa¨ªs catalogado entre los 10 m¨¢s pobres del mundo, son muchos los que temen que los beneficios del petr¨®leo no lleguen a ser distribuidos con equidad entre la mayor¨ªa de la poblaci¨®n. Tan s¨®lo tienen que mirar a otros pa¨ªses africanos para que el eterno dilema de si el petr¨®leo es una bendici¨®n o una maldici¨®n se manifieste en toda su crudeza.
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