Pareja de reinas

Leonor y el virus. Es martes por la tarde, y Leonor Watling se encuentra mien. "Con eme", subraya, exagerando el acento nasal y poniendo una entra?able carita de pena. A veces el cuerpo es capaz de leer la mente. Y Leonor cree que algo se deb¨ªa de oler el suyo cuando, hace un par de d¨ªas, en la recta final de una gira con su grupo, empez¨® a dar se?ales de flaqueza. "Supongo que el cuerpo sab¨ªa que eran los ¨²ltimos conciertos", dice. "En tres a?os que llevamos tocando, nunca me hab¨ªa puesto enferma. Y justo ahora, cuando voy a tomarme un par de semanas de vacaciones, pr¨¢cticamente las primeras en dos a?os, me pongo mala".

Decir que las vacaciones de Leonor son merecidas es quedarse corto. La actriz cantante (o cantante actriz, ustedes mismos, ella pasa) ha descansado poco ¨²ltimamente. Este a?o se estrenan cuatro pel¨ªculas con el nombre de Leonor Watling en sus t¨ªtulos de cr¨¦dito. Ha rodado en Madrid, Barcelona, Extremadura, Portugal, Par¨ªs, Sicilia. Y alg¨²n que otro proyecto, como participar en la nueva pel¨ªcula de Arturo Ripstein, se ha quedado en el camino.

"La m¨²sica te sigue all¨¢ donde est¨¦s: en casa, en el transporte, comiendo, follando. No te deja" (Victoria Abril)

"Siempre quisimos que el grupo Marlango no fuera s¨®lo Leonor que canta" (Leonor Watling)

"Mi enganche con Leonor ha sido, sobre todo, musical" (Victoria Abril)

"Victoria es una actriz incre¨ªble. Siempre me ha gustado mucho, me hac¨ªa ilusi¨®n conocerla" (Leonor Watling)

"Yo, entre Leonor y Victoria, har¨ªa todas las pel¨ªculas de mi vida" (Vicente Aranda)

Luego est¨¢ Marlango, el tr¨ªo de pop jazzero en el que Leonor, de 30 a?os, canta y escribe. Su segundo disco, Automatic imperfection, sali¨® en septiembre pasado y lleva vendidas 60.000 copias. As¨ª que, entre pel¨ªcula y pel¨ªcula, se ha dedicado a recorrer los teatros de Espa?a en furgoneta. "Ha sido un invierno muy duro", reconoce Leonor. "Lo ideal es que no vuelva a ocurrir esto".

De momento, en el terreno musical, su agenda no presenta variaciones a la vuelta. Le esperan conciertos en Espa?a, Inglaterra, Alemania, Austria y Francia; posible visita promocional a Jap¨®n (han vendido 20.000 copias de su anterior disco en aquel pa¨ªs) y viaje a Angola a rodar un reportaje con Intermon Oxfam, ONG con la que el grupo colabora.

De modo que vacaciones merecidas. Pero antes, un ¨²ltimo esfuerzo. Sesi¨®n de fotos con EPS. Y aqu¨ª est¨¢ Leonor, desafiando a la gripe, en uno de los amplios salones de un palaciego piso de Madrid. Pero no esta sola.

Leonor y Victoria. Esta tarde, Leonor comparte fotos con su nueva amiga, Victoria Abril, de 46 a?os, que se encuentra en el mismo sal¨®n, unos metros a la derecha, en manos de su maquillador. Otra hiperactiva actriz cantante, o cantante actriz, con m¨¢s experiencia que ella en lo actoral y algo menos en lo musical. Tres pel¨ªculas a estrenar en 2006, un buen n¨²mero de conciertos con su disco Putcheros do Brasil (100.000 copias vendidas en Francia) y alguna sorpresa: la actriz est¨¢ meditando la oferta de actuar en la versi¨®n del musical Cabaret que va a dirigir Sam Mendes en Par¨ªs. Y participa con un peque?o papel en la nueva pel¨ªcula que Antonio Banderas dirige en M¨¢laga. Quince a?os despu¨¦s de ?tame.

Tienen cosas en com¨²n las dos actrices cantantes (o cantantes actrices). Pero hasta ahora nunca hab¨ªan trabajado juntas. No se hab¨ªan cruzado ni en las m¨¢s de ochenta pel¨ªculas que ha rodado Victoria, ni en las cerca de treinta que ha hecho Leonor.

El encuentro ha venido finalmente brindado por el director Vicente Aranda, que cuenta con las dos actrices en Tirante el Blanco, su nueva pel¨ªcula. Un t¨ªtulo que supone, a su vez, el encuentro del director, de 79 a?os, con un proyecto que ansiaba realizar desde que empez¨® en esto all¨¢ por los a?os sesenta: llevar al cine la gran novela de caballer¨ªas escrita por el valenciano Joanot Martorell en el siglo XV. Volveremos sobre estos encuentros, pero antes un reencuentro: el de Vicente Aranda con Victoria Abril, la que fue su musa durante 20 a?os, hasta que la relaci¨®n se rompi¨® hace siete.

Victoria y Vicente. Victoria M¨¦rida Rojas (as¨ª se llamaba antes de adoptar el apellido art¨ªstico de Abril) trabaj¨® por primera vez a las ¨®rdenes de Vicente Aranda en su pel¨ªcula de 1977 Cambio de sexo. Corr¨ªan los tiempos en que la actriz hac¨ªa de azafata contable en el programa televisivo 1, 2, 3? responda otra vez. Victoria ten¨ªa 18 a?os y encarn¨®, en aquel primer papel protagonista con Aranda, a "Jos¨¦ Mar¨ªa / Mar¨ªa Jos¨¦", un adolescente que descubre que es transexual. Desde entonces han hecho 13 pel¨ªculas juntos. "Veinte a?os es un cachito de vida", cuenta Victoria. "A m¨ª me ha dado tiempo a crecer, a ser mujer, a ser madre, a envejecer. Yo me he formado como actriz para Vicente. Incluso cuando no trabajaba con ¨¦l y ten¨ªa problemas para comprender a un director, cuando estaba perdida, siempre pensaba: 'A ver, si fuera para Vicente, ?c¨®mo lo har¨ªas?'. Y oye, siempre me ha funcionado. Las cosas, cuando las haces dedicadas a alguien, teniendo en cuenta sus recovecos, sus carencias, sus excesos, sus gustos, pues curiosamente encajan".

Pero esa relaci¨®n de musa y director, una de las m¨¢s s¨®lidas y fruct¨ªferas del cine espa?ol, se rompi¨® ruidosamente en 1997 mientras preparaban la pel¨ªcula La mirada del otro. Razones que hoy ambos prefieren no recordar les llevaron a deshacer lazos. Pero el tiempo lo arregla todo.

Victoria y Amelie. Par¨ªs, 16 de junio de 2003. Esta noche, Victoria Abril es la invitada estrella en el programa de televisi¨®n franc¨¦s El fabuloso destino de?, espacio que toma su nombre del t¨ªtulo original de la pel¨ªcula Amelie (Le fabuleux destin d'Am¨¦lie Poulain). La actriz madrile?a reside en Par¨ªs desde 1982, con sus dos hijos adolescentes y su novio. Trabaja alternativamente en Espa?a y en Francia, donde es, por lo menos, tan conocida como aqu¨ª. Por eso le ocurren all¨ª cosas como la de esta noche: que la llevan a un plat¨® de televisi¨®n para recibir una serie de sorpresas. Y entre ellas, una muy especial: el brazo tendido de uno de los hombres m¨¢s importantes de su vida profesional, Vicente Aranda.

"Le hicieron una entrevista sobre m¨ª", recuerda Victoria. "?l dec¨ªa que hac¨ªa siete a?os que no nos ve¨ªamos, que era una pena? Ah¨ª estaba, en la pantalla, rasc¨¢ndose la cabeza, como diciendo que me echaba de menos. Entonces cog¨ª el tel¨¦fono y le dije: 'Vicente, qu¨¦ cosas m¨¢s lindas y m¨¢s bonitas me has dicho". "Vino a mi casa un equipo de la televisi¨®n francesa", recuerda el director, "y me pidieron que hablara de ella. Yo les dije que me encanta Victoria. Que tuvimos un problema, pero que ya ni me acordaba. La quiero mucho, es una mujer incre¨ªble".

As¨ª que se reconciliaron. Y Vicente le cont¨® en qu¨¦ pel¨ªcula andaba metido. Un proyecto que ella recordaba bien. Aquella novela de caballer¨ªa valenciana que el director ten¨ªa en mente desde antes de que se conocieran. Por fin hab¨ªa encontrado productores dispuestos a financiar la aventura. Hab¨ªan pasado treinta a?os, y ella, evidentemente, ya no pod¨ªa hacer de Carmesina, la heredera adolescente del imperio de Bizancio. Pero estaba el personaje de La Viuda Reposada, la madre de leche y consejera de la princesa. Una atractiva mujer de unos cuarenta a?os. Y Victoria acept¨®. No iba a faltar la musa precisamente en este proyecto del director.

Vicente y Leonor. Pero "el papel m¨¢s importante de la pel¨ªcula", en palabras de Aranda, estaba a¨²n por adjudicarse. Y ah¨ª es donde entra Leonor Watling. "Yo ya la hab¨ªa hecho pruebas para Juana la Loca y para Carmen", cuenta el director. "Pero en ambos casos las pruebas fueron mal. Adem¨¢s, por razones muy elementales: se le dieron unas l¨ªneas de di¨¢logo y no se las sab¨ªa. Despu¨¦s yo ve¨ªa sus pel¨ªculas y siempre estaba fenomenal. Y llegu¨¦ a pensar que sencillamente era una de esas personas que tienen una buena relaci¨®n con la c¨¢mara, lo cual ocurre a veces".

El caso es que en esta ocasi¨®n Vicente Aranda confi¨® en Leonor y descubri¨®, dice, "una gran actriz". "Tiene un talento enorme, es disciplinada, muy cari?osa, y hace que el trabajo sea agradable para los dem¨¢s". Sus elogios no se ci?en a su faceta de actriz: "Es que adem¨¢s canta fenomenal", prosigue el director. "Yo no s¨¦ si le puede perjudicar el hacer tantas cosas bien. Leonor nos puede dejar en cualquier momento por el mundo de la m¨²sica, y yo lo lamentar¨ªa, porque es una actriz como la copa de un pino".Leonor acept¨® el papel de Placerdemivida. Y el hecho de que estuviera Victoria Abril en el reparto fue una raz¨®n de peso. "Nunca hab¨ªamos trabajado juntas, y yo en parte quise hacer la pel¨ªcula porque estaba ella", recuerda Leonor. "Me parece una actriz incre¨ªble. Siempre me hab¨ªa gustado mucho y me hac¨ªa ilusi¨®n conocerla. Es de esos nombres que est¨¢n en tu cabeza desde siempre. Adem¨¢s, todo el mundo estaba intrigado por ver c¨®mo iba a ser que Victoria y Vicente estuvieran juntos otra vez. Result¨® que los mejores d¨ªas de rodaje fueron cuando estaba, porque le conoce mucho y Vicente se quedaba muy tranquilo de repente".

Victoria Abril, Leonor Watling, Ingrid Rubio, Rafael Amargo? El reparto se iba cerrando y un a?o y medio despu¨¦s, en marzo de 2005, comenzaba el rodaje de Tirante el Blanco. Un azaroso rodaje, como azarosa fue la vida del autor de aquella monumental novela de caballer¨ªas.

Joanot y Joan. Joanot Martorell, segundo de los siete hijos del caballero Francesc Martorell y de Damiata de Monpalau, naci¨® probablemente en Gand¨ªa en 1413 o 1414 y muri¨® soltero y sin descendencia en 1468. Se sabe que fue armado caballero y que era un hombre pendenciero y agresivo. En su vida tuvo alg¨²n que otro conflicto caballeresco, como el que inici¨® el 12 de mayo de 1437 con una carta en la que requer¨ªa batalla a muerte a su primo Joan de Monpalau por haber roto el juramento de casarse con su hermana despu¨¦s de desvirgarla.

El conflicto est¨¢ documentado en un impagable intercambio epistolar que se conserva en los archivos valencianos. Martorell y Monpalau acuerdan luchar a caballo, armados con lanzas de m¨¢s de tres metros, y dos espadas cada uno, de seis y de cuatro palmos, respectivamente. La correspondencia entre los dos caballeros abarc¨® muchos a?os, sobre todo por la larga discusi¨®n acerca del plazo de que dispone Martorell para encontrar juez. Finalmente no hubo que llegar a las manos y parece que el asunto se zanj¨® con una indemnizaci¨®n econ¨®mica (cuatro mil florines) a la pobre hermana, que se qued¨® soltera.

Pero entre carta y carta, en los a?os que van de 1460 a 1466 (unos 140 a?os antes de El Quijote), Joanot Martorell tuvo tiempo para escribir Tirante el Blanco. Un libro que narra las aventuras del caballero Tirante en su lucha por liberar Constantinopla de los turcos. "Una novela total", en palabras del escritor Mario Vargas Llosa.

El director y el caballero. Tambi¨¦n a Vicente Aranda le gusta Tirante el Blanco. "Pienso que la novela contiene elementos vanguardistas", explica. "Es una obra que podr¨ªa haber marcado la literatura universal. Y desde luego ha influido mucho en mi cine".

Llevar la novela a las pantallas no era labor f¨¢cil. "La dificultad principal de la pel¨ªcula, la raz¨®n por la que no he podido hacerla hasta ahora, es el coste", explica Aranda. "Es dif¨ªcil de asumir en este pa¨ªs. Yo he preferido no intentar abarcar la obra entera, sino limitarme a una parte, la del complot de las mujeres".

Aun as¨ª, el rodaje no estuvo exento de complicaciones. De entrada, no se rod¨® en Estambul, donde transcurre la acci¨®n en la novela, sino en Sicilia, lo cual no gust¨® al director. "Hay una regla en el cine que es no cambiar de caballo en medio del r¨ªo, y a m¨ª me lo cambiaron", asegura. "Me cambiaron Estambul por Sicilia, y la pel¨ªcula transcurre en Constantinopla (que hoy es Estambul). Yo conoc¨ªa la ciudad, hab¨ªa rodado all¨ª La pasi¨®n turca [1994], e incluso llegamos a viajar all¨ª a localizar. Pero en mitad de todo eso me dijeron que ¨ªbamos a Sicilia, y a¨²n no me han explicado por qu¨¦. En fin, debo ir con cuidado, porque tengo fama de conflictivo con los productores".

Tom Waits y Jobim. Palermo, Sicilia, junio de 2005. Victoria Abril y Leonor Watling matan el rato juntas en las esperas del rodaje de Tirante el Blanco. Victoria est¨¢ a punto de terminar la grabaci¨®n de Putcheros de Brasil, su primer disco, una colecci¨®n de 10 versiones de bossa nova. Leonor va ya por el segundo disco de Marlango, su grupo, que toma su nombre de Suzie Marlango, un personaje citado en la introducci¨®n de un tema en un disco en directo de Tom Waits.

"Leonor y yo nos hemos encontrado y conocido en la pel¨ªcula, que ha sido larga", explica Victoria. "Yo no ten¨ªa una imagen formada de ella. La hab¨ªa visto en la pel¨ªcula de Pedro [Almod¨®var Hable con ella] y poquito m¨¢s. Yo estaba haciendo mi primer disco, y Leonor y yo rellen¨¢bamos el tiempo de espera pensando, hablando de mi nueva carrera como cantante y de la suya, ya empezadita, y d¨¢ndome un mont¨®n de consejos. Buenos consejos, por cierto. En realidad, el nuestro ha sido un enganche m¨¢s musical".

Leonor le contar¨ªa, por ejemplo, que al principio le costaba tocar en directo "por esa sensaci¨®n que ten¨ªa de estar pagando un peaje". "Es como si actuara en directo para que la gente viera que estaba cantando yo", explica. "Hab¨ªa un poco de eso al principio. Hoy d¨ªa hay mil m¨¢quinas, puedes no cantar t¨² perfectamente. Desde el principio nosotros quer¨ªamos que esto no fuese s¨®lo Leonor que canta. Y para eso lo ¨²nico que hay es trabajo y tiempo".

En el caso de Victoria, el disco es consecuencia del resultado de los n¨²meros musicales de la pel¨ªcula Sin noticias de Dios (2001). "Me qued¨¦ muy contenta", explica, "y vi que era capaz de hacerlo. Me dije: 'ni?a, qu¨ªtate ya ese sue?o de encima, esa frustraci¨®n'. Siempre me ha apetecido, pero todo eso de la actriz que canta me frenaba. Adem¨¢s hab¨ªa tenido malas experiencias musicales en las que yo no controlaba nada. Para hacer mierda, me dije, yo no canto. Hasta que lleg¨® Sin noticias de Dios. El cine fue el detonador de Putcheros do Brasil. Pero la m¨²sica no es como el cine, que acabas, te quitas la peluca y ya est¨¢. La m¨²sica te sigue all¨¢ donde est¨¦s. En el transporte, en casa, comiendo, follando; la m¨²sica no te deja. Hasta que no lo has resuelto, no tienes hijos, no tienes novio, no hay vida, ni peri¨®dicos, ni realidad. Nada".

La bossa nova se col¨® en la vida de Victoria a los 10 a?os. "Yo estudiaba ballet cl¨¢sico y un d¨ªa me llegaron unos amigos con una cinta de Antonio Carlos Jobim", cuenta. "Y me dije: '?qu¨¦ es esta m¨²sica que parece hecha para m¨ª?'. La bossa me ha gustado siempre porque tiene dos ingredientes que juntos me matan: delicadeza y profundidad".

La actriz est¨¢ encantada con su nueva carrera: "Cuando cumples 40 a?os hay pocos papeles de rompe y rasga. Entonces, justo en ese momento en que el cine te sienta en el banquillo, te pones a hacer conciertos y es un chute de energ¨ªa". Por el momento no planea reducir la velocidad: "Hay que descansar poco, que yo no tengo ya edad para dormirme en los laureles. A lo mejor tengo el coraje de meterle ya mano a un disco con mis propias canciones. Hay de todo. Se llamar¨¢ Interlocal. Se entiende, ?no? Son mis cosas, mis carn¨¦s de viaje, en todos los idiomas. Quiz¨¢ sea capaz de hacerlo ahora que ya he grabado uno. El que hace un cesto hace tres".

Marlango tambi¨¦n tiene nuevas canciones. Unas diecisiete, seg¨²n Leonor. "Las iremos tocando en directo y se ir¨¢ cayendo alguna", asegura. "No paramos nunca. El ritmo s¨®lo est¨¢ marcado por las ganas que tengamos. De momento, a disfrutar de los conciertos. Y puede que en septiembre nos metamos de nuevo a grabar, si yo no tengo ninguna pel¨ªcula". Las dos actrices cantantes (o cantantes actrices), nacidas ambas en un mes de julio, una 16 a?os antes que la otra, seguir¨¢n sus respectivos caminos. Y puede que alg¨²n d¨ªa vuelvan a cruzarse. Vicente Aranda, el que las junt¨® por primera vez, lo tiene claro: "Yo, entre Leonor y Victoria, har¨ªa todas las pel¨ªculas de mi vida".

'Tirante el Blanco', de Vicente Aranda, se proyecta en cines de toda Espa?a. www.tirant-lo-blanc.com.