Paulo Mendes da Rocha gana el Pritzker
Las formas horizontales y compactas caracterizan la obra del gran arquitecto bra sile?o
El Pritzker, el m¨¢s importante galard¨®n de la arquitectura, ha reca¨ªdo por tercera vez en un arquitecto latinoamericano, y por segunda ocasi¨®n, en uno brasile?o. Con una obra simult¨¢neamente universal y local, t¨¦cnica y l¨ªrica, Paulo Mendes da Rocha (Vit¨®ria, Esp¨ªrito Santo, 1928) inscribe su nombre en la prestigiosa lista del premio norteamericano junto al del mexicano Luis Barrag¨¢n, galardonado en 1980, y al de su compatriota ?scar Niemeyer, que lo recibi¨® en 1988. Mendes da Rocha, un arquitecto de l¨ªneas limpias y despojadas de ret¨®rica, recoger¨¢ el premio el pr¨®ximo 30 de mayo, en una ceremonia que, siguiendo la tradici¨®n de escenarios itinerantes del prestigioso premio Pritzker, se celebrar¨¢ esta vez en Estambul (Turqu¨ªa).
El Pritzker se queda por segundo a?o consecutivo en el continente americano, pero cambia de hemisferio. En su edici¨®n anterior, el premio recay¨® en Thom Mayne, un arquitecto estadounidense que vive y trabaja en Los ?ngeles y cuyo nombre ha estado siempre ligado a los vaivenes de las ¨²ltimas vanguardias; en esta ocasi¨®n, un jurado integrado por, entre otros, Balkrishna Doshi, Frank Gehry y Carlos Jim¨¦nez, se ha decantado por Paulo Mendes da Rocha, un arquitecto brasile?o afincado en S?o Paulo y con una trayectoria que representa la continuidad con los valores genuinos de la modernidad heroica.
Nacido en Vit¨®ria, capital del Estado de Esp¨ªrito Santo, hace 78 a?os, Paulo Archias Mendes da Rocha obtuvo el t¨ªtulo de arquitecto en 1954, en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Mackenzie. En 1961, recibi¨® el premio de la VI Bienal de Arquitectura de S?o Paulo por el Club Atl¨¦tico Paulistano, y comenz¨® a impartir clases en la Facultad de Arquitectura de esta ciudad, en la c¨¢tedra de Jo?o Baptista Vilanova Artigas. All¨ª se encontr¨® inmerso en un clima pol¨ªtico de debate acerca de la dimensi¨®n human¨ªstica de la arquitectura y del papel social del arquitecto, un clima caldeado que el Gobierno militar surgido tras el golpe de Estado de 1964 intent¨® enfriar expulsando a una parte del profesorado; en 1969 se le prohibi¨® ense?ar y hasta 1980 no pudo volver a las aulas. Pero de ese mismo a?o en que fue apartado de la docencia es uno de los proyectos m¨¢s valorados de su trayectoria, el del pabell¨®n para la Expo 70 de Osaka.
A partir del Museo Brasile?o de Escultura en S?o Paulo (1988), la biograf¨ªa construida de Mendes da Rocha adquiere una dimensi¨®n internacional. Se trata de un edificio con vocaci¨®n de plaza, del que la cr¨ªtica valora la "po¨¦tica del espacio" resultante, la aparente facilidad con que se disuelven las inevitables oposiciones entre interior y exterior, lleno y vac¨ªo, ¨ªntimo y p¨²blico.
Terminadas un a?o antes, la tienda Forma, tambi¨¦n en S?o Paulo, y la capilla de San Pedro en Campos do Jord?o levitan sobre sus respectivos emplazamientos; con el Poupatempo Itaquera (2000) y el dosel de la Plaza del Patriarca (2002) constituyen una familia de proyectos que delimitan un territorio sin apenas tocar el suelo. Y junto a este grupo de realizaciones que crean nuevas topograf¨ªas y redibujan horizontes, el Premio Mies van der Rohe de Arquitectura Latinoamericana de 2000, otorgado a la restauraci¨®n del edificio neocl¨¢sico que alberga la Pinacoteca del Estado de S?o Paulo, descubri¨® otra faceta del arquitecto, distante y delicado en su aproximaci¨®n a las obras de otros: en este edificio laureado se despeg¨® de lo existente tendiendo puentes met¨¢licos a modo de escenograf¨ªa superpuesta; y en el centro cultural FIESP introdujo unas cajas ligeras de perfiles de acero que reordenan la planta baja de una torre de Rino Levi, y le confieren dimensi¨®n de espacio colectivo.
Mendes da Rocha tuvo sus maestros en Artigas, de quien aprendi¨® a plantear las obras en funci¨®n de la relaci¨®n del individuo con el paisaje construido; y en su padre ingeniero, que le inculc¨® la pasi¨®n por las soluciones t¨¦cnicas y el rigor en los detalles. Otro aspecto que define su obra es el entendimiento del lugar: seg¨²n sus propias palabras, "la arquitectura primera y primordial es la geograf¨ªa", de modo que la manipulaci¨®n del suelo o la reorganizaci¨®n de los flujos de circulaci¨®n expresan la dial¨¦ctica de dominio e integraci¨®n de lo edificado respecto a la naturaleza. Un conjunto de pasarelas elevadas que conectan los edificios del campus de Vigo es el ¨²ltimo proyecto que ocupa a quien en el ¨²ltimo lustro ha expuesto en la Documenta de Kassel o en la Bienal de Venecia, y ha desarrollado una intensa labor de conferenciante. Porque adem¨¢s de seducir con la desnudez de sus obras, este arquitecto persuade con la precisi¨®n de sus palabras. Como sus edificios se despojan de lo accesorio, su discurso est¨¢ limpio de ret¨®rica.
Babelia
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