Darfur, guerra civil entre rebeldes
En representaci¨®n de la ONU, la espa?ola Leire Garrastachu trata de mediar entre las facciones enfrentadas
En las tierras de Cormac, a media hora en helic¨®ptero de El Fashir, decenas de hombres del mismo grupo est¨¢n mat¨¢ndose a tiros. Ya han muerto 130. Pero la gran batalla pretenden librarla en los pr¨®ximos d¨ªas. Pertenecen al Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Sud¨¢n (SLA en ingl¨¦s), el mismo que se alz¨® en febrero de 2003 contra el Gobierno del pa¨ªs para reclamar m¨¢s desarrollo, m¨¢s servicios y m¨¢s autonom¨ªa en la provincia de Darfur. Hace s¨®lo dos a?os este enfrentamiento entre facciones hubiese sido impensable. Hoy no sorprende a nadie.
Desde los barracones de la oficina de derechos humanos de la ONU en El Fashir, capital de Darfur del Norte, la espa?ola Leire Garrastachu mantiene contacto desde hace m¨¢s de un a?o con los m¨¢ximos l¨ªderes tribales (conocidos como ondas) de El Fashir, y a trav¨¦s del tel¨¦fono sat¨¦lite, con los comandantes del SLA que combaten en Cormac. "A veces me desplazo al terreno en helic¨®ptero. Pero ellos mismos, los comandantes, me han advertido ahora que no lo haga. Y cuando te dicen eso es porque realmente la situaci¨®n en Cormac se va a poner muy fea".
No se conoce la raz¨®n de los enfrentamientos dentro del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Sud¨¢n
La cosa se puso fea entre 2003 y 2004, cuando el Gobierno us¨® a las milicias ¨¢rabes y a su aviaci¨®n para matar a 200.000 personas y expulsar a dos millones de sus hogares. Pero entonces nadie pensaba que los fur, los masalit y los zagauas, las tres tribus que formaron el SLA, terminar¨ªan a tiros. La lucha se ha abierto entre los fur (mayoritarios en la regi¨®n y agricultores en su mayor¨ªa) y los zagauas, que son minor¨ªa en Darfur, pero con mayor preparaci¨®n militar.
"Los comandantes m¨¢s viejos de las dos facciones han ido a Cormac", explica Leire Garrastachu. "Y yo les he advertido: 'Ahora est¨¢is a tiempo de pararlo. Al fin y al cabo, ?qui¨¦n es el que va a morir, t¨² o Abdel Wahid [l¨ªder de los fur en el SLA]? Mientras tu mujer est¨¢ aqu¨ª en Darfur, la de ¨¦l est¨¢ en la capital, all¨ª en Jartum. Llevan 10 d¨ªas de enfrentamiento. Los habitantes de Cormac, que son civiles partidarios del SLA, han dejado la ciudad vac¨ªa. La raz¨®n exacta de la pelea no la sabemos".
Garrastachu se apresura a dejar claro que su opini¨®n es personal y no tiene por qu¨¦ coincidir con la visi¨®n oficial de la ONU. Para ella, la comunidad internacional, incluida la ONU, podr¨ªa hacer m¨¢s de lo que est¨¢ haciendo por Darfur. "La comunidad internacional lleva dos a?os en las conversaciones de paz de Abuja [Nigeria], presenciando c¨®mo Minaui y Wahid no son capaces de llegar a ning¨²n acuerdo. Deber¨ªa decirles de una vez: 'No ten¨¦is legitimidad suficiente para estar aqu¨ª representando a vuestras tribus. Volved a vuestra tierra y hasta que no os pong¨¢is de acuerdo y deje de matarse vuestra gente, no regres¨¦is".
La semana pasada, el presidente de la comisi¨®n del alto el fuego, el europeo Francis Giraud, viajaba desde El Fashir a Nigeria por s¨¦ptima vez en cinco meses. "Ya he perdido la cuenta de cu¨¢ntas veces habr¨¦ ido", confesaba. Sin embargo, Giraud se mostraba optimista sobre la marcha de las negociaciones. En contra de lo que informa la funcionaria de la ONU y varias ONG que trabajan sobre el terreno, Giraud desmiente que haya enfrentamientos a tiros entre las dos facciones del SLA. "La gente lucha por muchas cosas en Darfur. Pero ahora son simplemente cuestiones tribales", indicaba Giraud.
Todo el mundo en Darfur parece ser consciente de que el l¨ªder de los fur en el SLA, Abdel Wahid, y el de los zagauas, Mini Minaui, sufren incompatibilidad de caracteres. El de los fur tiene un perfil m¨¢s pol¨ªtico, y el de los zagauas, m¨¢s militar y combativo. Abdel Wahid est¨¢ m¨¢s abierto a la negociaci¨®n con el Gobierno. Y el otro mantiene posturas m¨¢s radicales. Ambos llevan demasiados meses alejados del campo de batalla, sin contacto directo con sus cadenas de mando.
Cada una de las facciones rebeldes acusa a la otra de haberse sentado por su cuenta con el Gobierno en Jartum para negociar el reparto de Darfur. "Al parecer", indica Garrastachu, "tanto Minaui como Wahid han negociado por separado en Darfur. Yo creo que forma parte de la estrategia del Gobierno para dividirlos. Y se lo digo a los comandantes y a los ondas: 'No sab¨¦is c¨®mo se est¨¢ frotando las manos el Gobierno con vuestras divisiones'. La raz¨®n de los enfrentamientos de Cormac no est¨¢ clara. Lo que s¨ª est¨¢ claro es que ni Minaui ni Wahid est¨¢n haciendo gran cosa por evitarlo".
En el campo de desplazados de Shangil Tobaya, los l¨ªderes tribales aseguran que las diferencias entre los fur y los zagauas no existen en el terreno. "S¨®lo hay una falta de entendimiento entre Minaui y Wahid", dice el onda Zacar¨ªas Isa Ahmed, de 85 a?os y perteneciente a la tribu fur. Sin embargo, en campos cercanos a El Fashir, como el de Abushouk, donde habitan m¨¢s de 60.000 desplazados, ya est¨¢n empezando a llegar los mismo recelos que padecen los l¨ªderes de ambas tribus. "El otro d¨ªa me sorprendi¨® un onda fur porque me dijo que me ten¨ªa que contar una cosa, pero no quer¨ªa hacerlo delante de otro onda que es zagaua", comenta un trabajador humanitario. "Y yo le dije: 'Pero si hace una semana te fiabas plenamente. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando ahora?".
El Gobierno ha difundido mapas y documentos en los que se afirma que los zagauas pretenden crear un pa¨ªs que abarcar¨ªa Darfur y parte de Chad, donde los zagauas son un poder f¨¢ctico. "Cuando la gente lo est¨¢ pasando mal es muy f¨¢cil manipularla", indica Garrastachu. "Basta que alguien lance una idea para que se extienda por Darfur enseguida. Pero yo ya les he advertido: 'Ahora os est¨¢is matando entre vosotros. Pero, cuidado, porque dentro de poco pod¨¦is matar a vuestros civiles. El Gobierno tambi¨¦n empez¨® as¨ª: s¨®lo iba contra los rebeldes del SLA. Y viendo que no terminaba con el problema, empez¨® a atacar a los civiles. Pod¨¦is terminar igual".
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