Orden en el mercado

Mientras la velocidad de aumento de los precios de la vivienda comienza a desacelerarse y los conocedores del mercado aseguran que en 2006 el encarecimiento de los pisos ya se medir¨¢ en tasas de una sola cifra, el Ministerio de la Vivienda sigue proponiendo, con su estilo err¨¢tico y difuso, acciones sobre el mercado para racionalizar -o intentarlo- la jungla inmobiliaria.

Insisten ahora Mar¨ªa Antonia Trujillo y su equipo en la antigua idea de regular la intermediaci¨®n inmobiliaria en Espa?a para acabar con los abusos originados por la apresurada liberalizaci¨®n de la profesi¨®n de agente inmobiliario, decidida por el Gobierno del PP y que no ha sido beneficiosa para los ciudadanos. En la pr¨¢ctica, cualquier persona puede ahora intermediar en la compraventa de pisos. Propone el ministerio que, a cambio de tanta manga ancha, compradores y vendedores est¨¦n en el futuro protegidos por un seguro de responsabilidad civil que defienda al consumidor de las pr¨¢cticas fraudulentas; que, al menos, quien se dedique a la intermediaci¨®n carezca de antecedentes penales en delitos inmobiliarios o financieros y que se organice un registro p¨²blico de sus profesionales.

Son medidas que ser¨¢n beneficiosas para la salud econ¨®mica y mental del com¨²n de los ciudadanos; una m¨ªnima garant¨ªa p¨²blica para tranquilizar a los propietarios de vivienda o quienes quieren llegar a serlo, expuestos ahora no s¨®lo a fraudes en la promoci¨®n y construcci¨®n de los pisos, sino tambi¨¦n a abusos de intermediarios sin control. Pero como Vivienda prometi¨® esta correcci¨®n casi un a?o atr¨¢s, ser¨ªa conveniente que, una vez ratificado el apoyo de los agentes de la propiedad inmobiliaria, pasara a la acci¨®n y aprobara cuanto antes la nueva regulaci¨®n. Corremos el riesgo de que se acabe 2006 y la ordenaci¨®n de los intermediarios siga sin concretarse.