"Tenemos estilo propio"
Conversaci¨®n de V¨ªctor Mu?oz y Miguel ?ngel Lotina, entrenadores del Zaragoza y del Espanyol
Los dos nacieron en 1957. V¨ªctor Mu?oz, en marzo. Miguel ?ngel Lotina, en junio. El primero, en Zaragoza. El segundo, en Me?aka (Vizcaya). Y los dos se pirraron por el f¨²tbol. El aragon¨¦s triunf¨® como medio centro del Zaragoza, el Barcelona, el Sampdoria y la selecci¨®n espa?ola. El vasco, delantero, destac¨® en Segunda. Coincidieron en la ¨¦poca, pero no sobre el c¨¦sped. Y una vez desanudadas las botas, se pasaron a los banquillos. Ahora dirigen respectivamente al Zaragoza y al Espanyol. Ma?ana se ver¨¢n las caras en la final de la Copa del Rey.
V¨ªctor Mu?oz. A m¨ª me pic¨® la curiosidad de entrenar bien pronto. Recuerdo que a los 18 a?os ya ten¨ªa el carn¨¦ de juvenil. Y a los 19, el nacional. Luego, cuando cumpl¨ª los 24 y jugaba en el Bar?a, me saqu¨¦ el del INEF. Por eso siempre digo que he sido deportista m¨¢s que futbolista.
V¨ªctor: "Me gustar¨ªa un partido loco. Con muchos goles. Al principio, se me acus¨® de ser defensivo. No lo soy" Lotina: "Apenas he empezado a pensar en el partido. No estoy disfrutando porque tengo el descenso encima"
Lotina: "El Zaragoza est¨¢ muy definido. Una ventaja para m¨ª. Creo que no tienes ni triste idea de c¨®mo voy a jugar" V¨ªctor: "Deduzco que nos llamas favoritos. Pues no lo somos. Si nos lo creemos, no tenemos nada que hacer"
Miguel ?ngel Lotina. A m¨ª me entr¨® el gusanillo a los 25 o los 26 a?os. Como nunca jugu¨¦ en equipos de primera fila ni tuve grandes preparadores, pens¨¦ que se pod¨ªa hacer algo m¨¢s de lo que me ense?aban. Antes, por ejemplo, no se asignaba a nadie para sacar un c¨®rner. Lo tiraba quien estaba m¨¢s cerca del bander¨ªn. Ahora todo ha cambiado. Se insiste m¨¢s en lo f¨ªsico, en lo t¨¦cnico, en lo t¨¢ctico...
V. M. Por fortuna, yo s¨ª tuve grandes entrenadores: Lucien M¨¹ller, Vujadin Boskov, Leo Beenhakker, Udo Lattek... Cada uno ten¨ªa su estilo. Siempre trat¨¦ de quedarme con lo mejor de cada cual. Aunque muchos de sus m¨¦todos no son aplicables ahora.
M. ?. L. Lo que m¨¢s ha cambiado es la situaci¨®n del futbolista. Antes, cuando se perd¨ªa, se le acusaba y no se atrev¨ªa ni a mirar al entrenador a la cara. Ahora es al rev¨¦s. El jugador est¨¢ protegido. Las cr¨ªticas son para el t¨¦cnico.
V. M. Esto es producto de la sociedad. El joven de hoy se cree que nace sabi¨¦ndolo todo. Hay futbolistas con poca experiencia que se permiten decirte c¨®mo entrenar.
M. ?. L. Tambi¨¦n es culpa de los medios y los intermediarios. Si uno no juega, su agente se atreve a quejarse al presidente y exigirle.
V. M. Yo no lo tuve hasta que me fui a Italia tras el Bar?a. Ahora lo tienen antes de los 16 a?os.
M. ?. L. ?A los 16? ?Te quedas corto! Y luego est¨¢n los padres. Para algunos, un partido del ni?o son dos horas de locura. A m¨ª no fueron a verme hasta que jugu¨¦ en San Mam¨¦s. Y fue por el Athletic.
V. M. Mi padre ven¨ªa a vernos a mi hermano y a m¨ª, pues coincidimos en el filial del Zaragoza, pero como no estudi¨¢ramos...
M. ?. L. Eso es otra cosa que tambi¨¦n ha cambiado. Pero para bien. Hace unos a?os, a los futbolistas se les ve¨ªa medio tontos.
V. M. Ha ascendido el nivel cultural de la sociedad. Pero hay muchos que lo dejan a medio camino.
M. ?. L. Normal. Ganan una millonada a los 20 a?os y carecen de voluntad para empezar o acabar una carrera universitaria.
V. M. Quiz¨¢ los entrenadores s¨ª estamos m¨¢s preparados.
M. ?. L. Sobre todo, contra la presi¨®n. Perder tres partidos seguidos puede ser tu destituci¨®n.
V. M. Eres un hombre de f¨²tbol y ya sabes c¨®mo va. Llevas a?os en Primera y me gusta que hayas conferido seriedad a tus equipos. Se nota que trabajan de forma determinada, con un estilo propio.
M. ?. L. T¨² tambi¨¦n muestras un sello. Has apostado por un juego con muchas soluciones ofensivas. Como con el Zaragoza. Empezaste con dudas, pero t¨² alineaci¨®n est¨¢ ahora muy definida. Quiz¨¢ eso es una ventaja para m¨ª en la final. Creo que no tienes ni triste idea de c¨®mo voy a jugar. Este curso no est¨¢n saliendo las cosas demasiado bien. Pero, bueno, con saber una hora antes mi dibujo ya sabr¨¢s por d¨®nde van los tiros.
V. M. Deduzco que nos llamas favoritos. Pues no lo somos. Si se nos considera favoritos y nos lo creemos, no tenemos nada que hacer. Adem¨¢s, el Espanyol es irregular y, por tanto, puede hacer un partido imprevisible.
M. ?. L. Me gusta que se os califique de favoritos. Pero no quiero ir de v¨ªctima. Una final siempre est¨¢ abierta.
V. M. De momento, nos espiamos. Creo que s¨®lo me he perdido dos partidos del Espanyol.
M. ?. L. Yo tengo muchos informes sobre vosotros, pero apenas he empezado a pensar en el partido porque estoy preocupado con la Liga. No estoy disfrutando de la final porque tengo la posibilidad del descenso encima.
V. M. Hace dos a?os, el Zaragoza estaba en la misma situaci¨®n y afrontamos la final [ganada] contra el Madrid como una fiesta. Nos liber¨® para jugar como sab¨ªamos.
M. ?. L. Esta final la determinar¨¢ el f¨²tbol de cada equipo. En un partido as¨ª hay que funcionar como bloque. Si llegan las individualidades, bienvenidas sean.
V. M. Es importante la motivaci¨®n de los jugadores. Los m¨ªos deben ser ambiciosos porque muchos ya ganaron el t¨ªtulo en 2004. En el Espanyol quedan pocos de la Copa de 2000 y les impulsar¨¢ la ilusi¨®n de alzarlo por primera vez.
M. ?. L. Lo cierto es que el t¨ªtulo ilusiona a todos. Es el partido m¨¢s bonito porque se tiene mucho que ganar y poco que perder. Si pierdes, no desciendes. As¨ª que se puede llorar y... poco m¨¢s. Siempre he dicho que prefiero perder la final a no jugarla. Mejor vivirla en el campo que ante el televisor.
V. M. Yo no opino as¨ª. Llegar hasta aqu¨ª es importante. Pero es un desastre si no ganas.
M. ?. L. Espero que no haya muchos goles. Si los hay, malo para nosotros.
V. M. Me gustar¨ªa una final loca. Con muchos tantos. Al principio, se me acus¨® de ser defensivo. No lo soy. Me gusta organizar mi defensa, pero prefiero tener recursos ofensivos. Aunque el ¨¦xito se puede alcanzar de todas las formas si se da con la tecla correcta.
M. ?. L. Hay que encontrar el equilibrio entre el ataque y la defensa. Pero prefiero que mis defensas tengan calidad t¨¦cnica. As¨ª aprenden antes a anticiparse, a leer una jugada, a sacar la pelota... Si son buenos, siempre tendr¨¢n menos obligaciones defensivas porque el bal¨®n estar¨¢ en sus pies.
V. M. Pero no siempre tienes esos jugadores. Lo importante es adecuar las propiedades del equipo a tu estilo. Hay que probar variantes hasta dar en el clavo.
M. ?. L. Cuando haces probaturas, te acusan de tener dudas. ?Y buscas tu estilo! Tambi¨¦n es cierto que a veces configuras un equipo en 15 d¨ªas y otras cuesta un mont¨®n. En ocasiones, un golpe de suerte te vale para hallarlo. En otras, una lesi¨®n te favorece.
V. M. Me pas¨® eso con Ewerthon. Entend¨ªa que me pod¨ªa dar velocidad en la banda, pero aporta mucho m¨¢s como delantero. Cambi¨¦ la pieza correcta cuando hab¨ªa rumores de que me pod¨ªan echar. Si los resultados segu¨ªan sin acompa?arnos, era l¨®gico que, tarde o temprano, se cargasen al entrenador, que siempre es lo f¨¢cil. Pero me sent¨ªa respaldado. En ese aspecto no me ha pasado lo que a ti.
M. ?. L. Desde el club me dicen que es mentira.
V. M. Saber reconducir una situaci¨®n tan cr¨ªtica es muy importante. La afici¨®n te respald¨®, ?no?
M. ?. L. S¨ª. El Espanyol tiene una gran afici¨®n, muy respetuosa. El problema es que Montju?c es muy fr¨ªo porque las tribunas est¨¢n lejos y nunca se llena.
V. M. En La Romareda ya me silbaban de jugador. Es un p¨²blico exigente, pero entendido. Le gusta el buen f¨²tbol.
M. ?. L. Esperemos que se vea un poco de eso en el Bernab¨¦u.
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