Una extra?a tarde electoral
Los partidarios del centro-izquierda concentrados en Roma pasaron en un instante de la alegr¨ªa al desconcierto
Fue la tarde electoral m¨¢s extra?a. Ante la sede de la Uni¨®n, la coalici¨®n de centro-izquierda de Romano Prodi, en la plaza romana de los Santos Ap¨®stoles, una multitud se iba reuniendo mientras aumentaban el desconcierto y la decepci¨®n seg¨²n se iban conociendo los resultados. A s¨®lo unos pocos metros de all¨ª, en la calle de la Umilt¨¢, donde, aunque parezca una broma, se encuentra la sede de Forza Italia, el partido del menos humilde de los pol¨ªticos italianos, Silvio Berlusconi, no hab¨ªa ninguna fiesta prevista (tampoco cabr¨ªa porque se trata de una callejuela muy estrecha). Pero all¨ª el humor fue cambiando r¨¢pidamente: de la sensaci¨®n de derrota se pas¨® a una creciente expectaci¨®n ante los inesperados datos que ofrec¨ªa el escrutinio.
El clima en la sede de la coalici¨®n de Prodi no era el de la victoria que esperaban
El jarro de agua fr¨ªa lleg¨® cuando qued¨® claro que la diferencia en el Senado ser¨ªa m¨ªnima
Las urnas se cerraron a las tres y, tras los buenos resultados que ofrecieron los sondeos a pie de urna, la plaza de los Santos Ap¨®stoles se llen¨® r¨¢pidamente de un creciente optimismo. Se prepar¨® una tribuna en un cami¨®n amarillo en el que pod¨ªa leerse "Prodi presidente", se colocaron los altavoces y se instal¨® una pantalla gigante de televisi¨®n (todo se hab¨ªa dejado para el ¨²ltimo momento). La Uni¨®n convoc¨® una fiesta electoral para las nueve de la noche en la plaza del Popolo, mucho m¨¢s grande y la misma donde cerr¨® su campa?a electoral el viernes, pero tuvo que ser retrasada hasta que quedase claro si hab¨ªa algo que celebrar. A la una de la madrugada, Prodi sali¨® a agradecer la paciencia de sus partidarios y dijo que volver¨ªa a aparecer con los resultados finales.
Cuando la pantalla de televisi¨®n dio los primeros resultados para el Senado, basados en el 15% del escrutinio, fue como si un viento helado hubiese barrido la plaza: el p¨²blico, que ya era bastante numeroso, se qued¨® de piedra, como si les hubiesen pitado un penalti en los ¨²ltimos instantes de una final. Los simpatizantes de los partidos pol¨ªticos han estudiado a fondo la nueva ley electoral y eran conscientes de que la tendencia no era buena y de que, desde luego, la tarde-noche electoral ser¨ªa muy larga.
Del penalti en el ¨²ltimo momento se pas¨® a la pr¨®rroga y al peligro de goleada. Los silbidos cuando la televisi¨®n ofrec¨ªa los datos del escrutinio, primero en el Senado y luego en la C¨¢mara de los Diputados, eran atronadores. Cuando, en cambio, otras prospecciones ofrec¨ªan una estrecha victoria en el Senado, se escuchaban aplausos. Era una sensaci¨®n de creciente desconcierto: una fiesta electoral se hab¨ªa convertido en un seguimiento, minuto a minuto por televisi¨®n, de un baile de cifras.
"Llevaba un a?o esperando esta victoria, desde el triunfo en las regionales; no, mejor dicho, llevaba cinco esperando que volviese la izquierda al poder y no puedo creerme lo que est¨¢ pasando", afirma Domenico, de 39 a?os, un administrativo que llevaba toda la tarde en la plaza padeciendo los vaivenes del escrutinio.
Entre una multitud que cada vez era m¨¢s compacta conforme avanzaba la noche, empezaron a multiplicarse los signos de que las cosas no iban tan bien como hab¨ªan anunciado los sondeos a pie de urna: miles de personas segu¨ªan pendientes minuto a minuto de los resultados que ofrec¨ªa la pantalla gigante de televisi¨®n. Cuando los asistentes a una te¨®rica fiesta electoral hablan de n¨²meros, de mayor¨ªas, de prospecciones, de los ¨²ltimos resultados en una regi¨®n u otra, es que las cosas se est¨¢n torciendo.
"Es una victoria, pero no la victoria que esper¨¢bamos", aseguraba Mauro, un profesor de 60 a?os, que hab¨ªa acudido a la manifestaci¨®n despu¨¦s de trabajar. "Es la ley electoral de Berlusconi. La hizo porque sab¨ªa que iba a perder las elecciones y quer¨ªa reducir da?os", agrega. "Va a ser una mayor¨ªa dif¨ªcil. Es por la ley electoral", afirma un guionista de televisi¨®n, de 38 a?os, que hab¨ªa acudido junto a su esposa y su hijo de un a?o a celebrar una victoria que no acababa anoche de llegar.
Desde la segunda planta del palacio donde tienen su sede tanto Romano Prodi como El Olivo, la principal fuerza de la coalici¨®n de centro-izquierda, el mensaje que lanzaban sus dirigentes era de preocupaci¨®n. "Los resultados son preocupantes, muy preocupantes", se?al¨® una fuente de La Uni¨®n en torno a las ocho de la tarde. Los responsables de prensa anunciaron primero que el l¨ªder de la Uni¨®n iba a comparecer a las seis y media, luego se retras¨® a las siete y media, finalmente hasta que "hubiese resultados que pudiesen ser considerados definitivos". El clima que se respiraba anoche en la sede de la coalici¨®n de Prodi y entre los asesores m¨¢s cercanos al antiguo presidente de la Comisi¨®n Europea no fue en absoluto el de la victoria electoral que esperaban.
Seg¨²n las fuentes de la coalici¨®n, los principales dirigentes del centro-izquierda estaban reunidos, pendientes segundo a segundo de los resultados que ofrec¨ªa el Ministerio del Interior a trav¨¦s de Internet, as¨ª como de los diferentes programas de televisi¨®n. Estaban tratando de asimilar los n¨²meros que, hora a hora, eran m¨¢s desconcertantes.
En algunos momentos, ni siquiera la victoria en la C¨¢mara baja estaba clara. En cualquier caso, el aut¨¦ntico jarro de agua fr¨ªa lleg¨® ya a media tarde, cuando qued¨® claro que la diferencia en el Senado era m¨ªnima, lo que pod¨ªa hacer que Italia fuese ingobernable. Se trata de un sistema bicameral perfecto, que exige que todas las normas sean aprobadas por las dos instancias. La ley electoral firmada por el Gobierno de Berlusconi en diciembre, con una contundente protesta de la oposici¨®n, que no par¨® de criticar la norma durante la campa?a, prev¨¦ un premio para la mayor¨ªa a nivel nacional en el Congreso, pero regi¨®n a regi¨®n en el Senado.
En la sede del Partido de Berlusconi, desde las primeras declaraciones qued¨® claro que las cosas no eran tan sencillas como parec¨ªan. A primera hora de la tarde, tras reconocer la victoria del centro-izquierda, el senador de Forza Italia Paolo Guzzanti se?al¨® ante un grupo de periodistas: "Todav¨ªa no sabemos si la Uni¨®n llegar¨¢ a formar un Gobierno. Todo depende de lo que ocurra en el Senado. No hay que descartar el escenario de que haya que repetir las elecciones". Cuando Guzzanti pronunci¨® estas palabras, el escrutinio acababa de empezar y la extra?a tarde electoral ni siquiera hab¨ªa comenzado a ofrecer sus aut¨¦nticas sorpresas.
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