Conducir con epilepsia
Un reciente informe de la Uni¨®n Europea minimiza la peligrosidad de los epil¨¦pticos al volante cuando est¨¢n bien controlados
El paciente con epilepsia siempre ha despertado desconfianza en la conducci¨®n. Un informe de la UE, Epilepsia y conducci¨®n en Europa, dado a conocer en Espa?a a finales de febrero muestra que los epil¨¦pticos controlados tienen un riesgo de siniestralidad bajo y que se puede establecer una relaci¨®n entre este riesgo y la posibilidad de tener un accidente en el siguiente a?o. El reto de los neur¨®logos reside ahora en la evaluaci¨®n del riesgo individual de cada paciente. De las recomendaciones de este documento, en el que han participado dos expertos espa?oles, se basar¨¢ la legislaci¨®n futura de la conducci¨®n de estos pacientes en los pa¨ªses miembros.
La epilepsia es una enfermedad neurol¨®gica que afecta a seis de cada 1.000 europeos. Se caracteriza por la repetici¨®n de crisis epil¨¦pticas no provocadas como consecuencia de una descarga excesiva de neuronas. El alcohol, la falta de sue?o, el estr¨¦s y la fotosensibilidad son algunos de los factores desencadenantes m¨¢s frecuentes. Alrededor del 60% de los pacientes responden bien al tratamiento y de ellos la mitad pueden estar libres de medicaci¨®n entre los dos y cinco a?os sin crisis.
Los neur¨®logos tienen ahora el reto de evaluar el riesgo individual de cada paciente
El peligro de accidente en un epil¨¦ptico es similar al de una mujer con la menstruaci¨®n
Para realizar los c¨¢lculos de riesgo se analizaron las estad¨ªsticas globales de siniestralidad de la UE de 2004 y 2005 y se estableci¨® el riesgo relativo (m¨¢s exactamente, una proporci¨®n de riesgos que t¨¦cnicamente se denomina odds ratio) que tiene la poblaci¨®n general de sufrir un accidente de coche, en diferentes circunstancias partiendo de la base de un riesgo de 1 para los conductores sanos. El trabajo refleja que los pacientes epil¨¦pticos tienen un riesgo de 1,8, cifra ligeramente superior a la del riesgo que tienen las mujeres cuando conducen en alguna fase de la menstruaci¨®n (1,6), o ligeramente inferior a los que conducen con niveles de alcohol permitidos en sangre (2). Los j¨®venes varones menores de 25 a?os o las personas que conducen con somnolencia alcanzan los mayores riesgos relativos (7).
"Uno de los datos m¨¢s importantes que se ha obtenido derivado de la odds ratio es deducir el riesgo que tiene cada enfermedad o grupo de pacientes de sufrir un accidente en el pr¨®ximo a?o. As¨ª, por ejemplo, para una persona que tiene un odds ratio de dos a tres, el riesgo de accidente oscila entre el 20% y el 40%, los que tienen una odds ratio de 7 tienen un riesgo superior al 60%.
Dado que la odds ratio del epil¨¦ptico no llega a dos, el riesgo de sufrir un accidente en el siguiente a?o no llega al 20%. Estas cifras pueden ser una herramienta muy ¨²til para los facultativos, que pueden analizar, a partir de estas cifras, el riesgo individual que tendr¨ªa cada paciente", explica Jaume Burcet, uno de los dos expertos espa?oles que han participado en el informe europeo y presidente del comit¨¦ de Neurolog¨ªa y Tr¨¢fico de la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa (SEN).
En el informe europeo, que se present¨® a la comunidad cient¨ªfica en el congreso Internacional de Epileptolog¨ªa celebrado en 2005 en Par¨ªs, se define la epilepsia como aquella situaci¨®n en la que una persona sufre dos o m¨¢s crisis epil¨¦pticas en un periodo inferior a los cinco a?os. En todas las situaciones se distingue entre los conductores no profesionales (grupo 1) y los profesionales (grupo 2). En estos ¨²ltimos, el c¨¢lculo del riesgo de accidente es diferente y mucho m¨¢s restrictivo porque, entre otras variables, se tiene en cuenta el n¨²mero de horas al volante, los kil¨®metros recorridos, el transporte de pasajeros o mercanc¨ªas peligrosas.
Entre otras conclusiones del trabajo, se destaca la necesidad de disponer de un informe m¨¦dico en el que se establezca el periodo de prohibici¨®n de la conducci¨®n, as¨ª como el de seguimiento por el neur¨®logo de forma continua. Tambi¨¦n subraya que adem¨¢s del tipo de crisis y del intervalo libre de crisis, en los accidentes relacionados con epilepsia hay que tener en cuenta el tipo de medicaci¨®n que precisa el paciente, el cumplimiento del tratamiento o la presencia de otras enfermedades. Adem¨¢s, se?ala que los enfermos tendr¨ªan que tener la obligaci¨®n de declarar la enfermedad a las autoridades responsables de tr¨¢fico de cada pa¨ªs, frente a la posibilidad de que lo haga el m¨¦dico, ya que esto deteriora la confianza entre el m¨¦dico y el paciente.
En Espa?a las autorizaciones del permiso de conducir las concede el Estado a trav¨¦s de la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico (DGT). Los centros de reconocimiento de conductores (CRC) son los responsables de hacer los ex¨¢menes m¨¦dicos para renovar los carn¨¦s de conducir, un sistema ¨²nico en Europa en el que se cumplen protocolos de actuaci¨®n homog¨¦neos en todo el territorio espa?ol.
"Si a la luz de los resultados de este informe europeo, segundo que realiza la UE para actualizar la directiva 91/439 de 29 de julio de 1991 sobre permisos de conducir, se producen cambios, estos afectar¨¢n al Reglamento General de Conductores de la legislaci¨®n espa?ola que, por otro lado y desde 1997, ya incorpora en muchos apartados el concepto de valoraci¨®n individualizada del riesgo", dice Elena Vald¨¦s, asesora m¨¦dica de la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico, la otra experta que ha participado en el informe. Y a?ade: "De las conclusiones se desprende que la soluci¨®n ¨®ptima es una legislaci¨®n sencilla y clara que sea f¨¢cil de cumplir por el paciente, acompa?ada de unas gu¨ªas cl¨ªnicas que ayuden a los profesionales sanitarios a cuantificar el riesgo de accidente de forma individual".
Conflictos y enga?os
A¨²n existe un gran desconocimiento y rechazo social de la epilepsia. Desde las distintas instituciones p¨²blicas y privadas, cient¨ªficas y de pacientes se est¨¢n haciendo grandes esfuerzos para dar a conocer esta enfermedad neurol¨®gica, pero todav¨ªa queda mucho por hacer para resolver situaciones sociolaborales conflictivas que eviten el estigma que, muchas veces, a¨²n rodea a los epil¨¦pticos.
"El enfermo debe ser consciente y responsable. Los m¨¦dicos deben informar al paciente de su enfermedad y asesorarle de los riesgos que corren si abandonan el tratamiento, y de los aspectos legales y laborales, para que tenga una mayor adherencia terap¨¦utica y evite la discriminaci¨®n social", apunta Mar¨ªa del Carmen D¨ªaz-Obreg¨®n, del servicio de Neurolog¨ªa del hospital San Carlos, de Madrid y presidenta de la Asociaci¨®n Espa?ola de Ayuda al Epil¨¦ptico.
En esta misma l¨ªnea se pronuncia Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¦rez y P¨¦rez, de la Sociedad Espa?ola de Medicina de Tr¨¢fico. "Todav¨ªa, muchas veces, el m¨¦dico piensa que el paciente le enga?a sobre su enfermedad y el paciente cree que tiene que enga?arle para mantener el carn¨¦ de conducir. Esto es un error".
Para Ram¨®n Echanove, presidente de la Asociaci¨®n de afectados de epilepsia de Madrid, la epilepsia es una enfermedad psicof¨ªsica, individual, social pero tambi¨¦n familiar. "A menudo, la familia se averg¨¹enza y entonces la ¨²nica defensa que tiene el paciente es el anonimato. Se deben hacer m¨¢s campa?as y debe existir voluntad pol¨ªtica para solucionar los problemas del paciente epil¨¦ptico", subraya.
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