Otra raci¨®n de Oreja
Nuevo trabajo, el cuarto, de t¨ªtulo 'Guapa'. Diez a?os de trayectoria musical. Cinco millones de discos despachados. El grupo donostiarra La Oreja de Van Gogh vuelve a calentar motores para que se les oiga en todos los sitios.
A Amaia Montero el cuerpo le pide nicotina. Quiere salir del Museo de Arte Reina Sof¨ªa para fumarse un cigarro. Nerviosa, le suelta su min¨²sculo bolso de Louis Vuitton a Pablo Benegas. El guitarrista de La Oreja de Van Gogh (LODVG) se queja, refunfu?a, y ella le ri?e: "?No me puedes ni aguantar el bolso? Si empezamos ya con esa actitud?". Como salida de ninguna parte, otra pregunta le cae a la cantante: "Ese Vuitton est¨¢ hecho en Hong Kong, ?no?". "Todos mis Vuitton son verdaderos, ?qu¨¦ te piensas?", responde medio ofendida Amaia mientras camina por el pasillo del centro de arte hacia la salida.
La Oreja de Van Gogh cumple 10 a?os en el mundo de la canci¨®n. El grupo se form¨® en enero de 1996 en San Sebasti¨¢n, y una d¨¦cada despu¨¦s reconocen haber pasado su primera gran crisis como banda. "Todos crecemos", afirma Benegas. "Cuando empezamos ten¨ªamos 18 a?os; ahora nos enfrentamos al trabajo con otro tipo de madurez, nos hemos hecho mayores, ya estamos por los 30". Y para crecer, muchas veces hay que pasarlo mal.
"Fui yo la que pidi¨® un par¨®n. Hasta ?lvaro ha terminado con un ataque de psoriaris, todo provocado por el estr¨¦s"
Seg¨²n su casa discogr¨¢fica, Sony / BMG, en esos 10 a?os LODVG ha logrado vender m¨¢s de cinco millones de copias en el mundo. Es decir, es uno de los grupos que m¨¢s dinero han hecho en la ¨²ltima d¨¦cada, y eso, tal como se encuentra de desesperada la industria discogr¨¢fica por culpa de la pirater¨ªa e Internet, termina pesando, y mucho.
El nuevo trabajo, cuarto del quinteto donostiarra, se titula Guapa, y Sony ten¨ªa previsto hacer un lanzamiento mundial del disco a finales del mes de marzo. Las entrevistas de promoci¨®n estaban cerradas, un viaje a M¨¦xico y toda la parafernalia medi¨¢tica segu¨ªan su curso. De pronto, el universo de La Oreja se detuvo. "El disco tiene un problema de sonido grave, y el lanzamiento se ha pospuesto sin una nueva fecha prevista", fue la explicaci¨®n que ofreci¨® la discogr¨¢fica. "Lo que ocurri¨® realmente fue que los nervios pasaron por primera vez al plano real", confiesa Amaia. "Todo fue producto del estr¨¦s, ven¨ªamos de hacer una gira por EE UU y Suram¨¦rica; paramos en verano para componer los nuevos temas, todo se retras¨®, deb¨ªamos tener el disco listo para Navidad y fue imposible? Luego, la grabaci¨®n, la vida adquiri¨® un ritmo fren¨¦tico? El disco qued¨® muy bien, pero el coste fue alto, muy alto, sobre todo para m¨ª".
Entre el mundo de las discogr¨¢ficas y de la prensa musical corri¨® como la p¨®lvora que el grupo hab¨ªa estallado por dentro. Que Amaia (voz), Pablo Benegas (guitarra), Haritz Garde (bater¨ªa), ?lvaro Fuentes (bajo) y Xabi San Mart¨ªn (teclados) se hab¨ªan peleado sin remedio. "No es cierto. Fui yo la que pidi¨® un par¨®n. Si hasta ?lvaro ha terminado con un ataque de psoriasis terrible, y fue todo provocado por el estr¨¦s. No pod¨ªamos m¨¢s", justifica la cantante, que en agosto cumplir¨¢ 30 a?os.
Durante el d¨ªa que EPS pas¨® con LODVG en Madrid como parte de la promoci¨®n del disco, el grupo se mostr¨® muy unido, pero ciertas actitudes, como la del bolsito de Vuitton, se convirtieron en pistas de que algo hab¨ªa pasado en la cohesi¨®n de una banda que el 1 de diciembre de 2000 aseguraba: "LODVG implica algo sentimental que el dinero no puede romper".
Antes del dinero y la fama, LODVG no eran m¨¢s que un grupo de amigos universitarios que se reun¨ªan para tocar versiones de sus grupos favoritos. Despu¨¦s, Pablo Benegas y Xabi San Mart¨ªn comenzaron a componer temas, pero ninguno de ellos pose¨ªa una capacidad vocal suficiente como para que sonaran medianamente bien. Amaia apareci¨® despu¨¦s, descubierta por Pablo, y se convirti¨® en la parte m¨¢s reconocible e importante de la banda. En los estudios de Nacho Cano en Madrid, y con Alejo Stivel como productor, grabaron su primer ¨¢lbum, Dile al sol. Nunca tuvieron problemas para reconocer que el equipo de m¨²sicos de Stivel ayud¨® mucho a la confecci¨®n de aquel trabajo, puesto que los miembros del grupo no eran precisamente unos virtuosos con los instrumentos.
Ahora, con fama y dinero, se hospedan en uno de los hoteles m¨¢s caros de Madrid, han recibido clases para tocar mejor y son el grupo espa?ol mimado de una multinacional. Y tienen la conciencia de que "esto es un trabajo y no un hobby", como dice Benegas. Han crecido, es cierto. El tiempo ha pasado incluso para un grupo que ha sido capaz de que sus canciones fueran no s¨®lo aceptadas, sino tarareadas por toda una generaci¨®n de quincea?eros, pero tambi¨¦n por sus padres e incluso sus abuelos.
Tras la sesi¨®n de fotos en el Reina Sof¨ªa, la siguiente parada ser¨¢ el mercado de Fuencarral. La furgoneta tiene cristales tintados y tres hileras de asientos. Pablo, Haritz y ?lvaro se sientan en la ¨²ltima fila, Amaia y Xabi van delante. Eso s¨ª, en esta furgoneta se debe fumar: "?Qu¨¦ haces, San Mart¨ªn, que no est¨¢s fumando ya?", pregunta la cantante al teclista. Xabi se pasa todos los trayectos entre un punto y otro de Madrid enganchado a una Play Station portable con un juego en el que gotas de mercurio han de recorrer laberintos cada vez m¨¢s complicados. La discogr¨¢fica le ha regalado una de esas consolas a cada uno de los integrantes del grupo, pero Amaia aclara que no le gusta.
La cantante posee cierta incontinencia verbal. "Lo menos inteligente que he hecho en mi vida ha sido irme a vivir sola", exclama sin explicar el sentido de la frase, como echando de menos su juventud y el cuidado de sus progenitores. Suena el tel¨¦fono m¨®vil de Xabi y son sus padres. Amaia dice: "?Verdad, Xabi, que a m¨ª es a la que m¨¢s quieren tus padres?". Pablo escucha; es el m¨¢s callado, como para no descubrirse, para no dar pistas; s¨®lo habla -y mucho- cuando se le pregunta sobre el ¨²ltimo disco. Entonces se dispara. Pero ¨¦l jam¨¢s dejar¨ªa entrever que tiene una sola carencia afectiva, como se lee entre l¨ªneas cuando se expresa Amaia.
En la radio de la furgoneta suena Roxanne, el superhit de Police de 1978. Una de las canciones m¨¢s versionadas de la historia del pop. "Qu¨¦ m¨ªtica es esta canci¨®n, es un tem¨®n", dice Amaia. San Mart¨ªn, sin quitar ojo de la pantalla de cristal l¨ªquido de su videoconsola, se muestra contrario: "Pues a m¨ª no me gusta". "Cuando toc¨® en Bilbao, Sting estaba guap¨ªsimo, me encant¨®", le responde Amaia. De la parte trasera de la furgoneta llegan efluvios de marihuana? Uno de los tres chicos se est¨¢ preparando un porrito. Lo hace discretamente, s¨®lo puede verle el pasajero que viaja sentado a su lado, pero el olor es inconfundible.
La furgoneta aparca en Fuencarral. Se bajan y la suerte quiere que la cantante se encuentre de bruces en la puerta de una tienda de Fun and Basics. "Los due?os son amigos m¨ªos", dice. Y sin pensarlo m¨¢s se mete en el establecimiento. Mientras, los chicos se dejan fotografiar entre graffitis y modernos en el centro de Madrid. Un cuarto de hora despu¨¦s, Amaia sale de la tienda con cuatro bolsos y tres pares de calcetines. Ante la mirada de pocos amigos de Pablo, la cantante se explica divertida: "?No se trataba de que fu¨¦ramos de compras?? Pues yo voy de compras".
El grupo comienza a brujulear por el mercado de Fuencarral. Haritz se ha comprado una camiseta del Naranjito, la mascota del Mundial de f¨²tbol organizado en Espa?a en 1982; ?lvaro, el bajista, se ha decantado por una con el logotipo de Black Belt Jones, la m¨ªtica pel¨ªcula de artes marciales de mitad de los a?os setenta. Pura tendencia retro que a Xabi, el fil¨®sofo del grupo, le lleva a la siguiente reflexi¨®n: "Cuando nosotros ¨¦ramos peque?os, ?la gente de 30 se compraba camisetas de Colombo? Somos unos nost¨¢lgicos, pensamos que cualquier tiempo pasado fue mejor". Entonces comienza una charla, como de aperitivo, en la que los chicos se preguntan si en la m¨²sica se est¨¢ viviendo una vuelta atr¨¢s, al punk, al rock y al pop de los ochenta. Saben de lo que hablan. Sin embargo, en la semana en la que Arctic Monkeys, el grupo revelaci¨®n de la temporada, est¨¢ a la cabeza de las listas brit¨¢nicas, los miembros de LODVG ni siquiera han o¨ªdo hablar de ellos.
Amaia vuelve a aparecer cargada con m¨¢s bolsas. Se acaba de comprar un vestido, un chaleco y una camisa en la tienda Tanburi y Hereza de la calle de Fuencarral. Cada minuto que pasa se hace m¨¢s claro que Amaia Montero es independiente. S¨ª, son amigos, pero ya no se deben la pleites¨ªa t¨ªpica de la edad del pavo. Ahora la individualidad est¨¢ por encima del grupo. Incluso ellos hablan, en broma, de la palabra divorcio para explicar que ya no comparten las habitaciones de los hoteles. "No pude m¨¢s el d¨ªa que me despert¨¦ y me encontr¨¦ a Xabi mir¨¢ndome mientras dorm¨ªa", explica Pablo.
El hambre ya hace mella en los est¨®magos de La Oreja. De nuevo a la furgoneta. Destino: el restaurante Dassa-Bassa, propiedad del nuevo cocinero televisivo Dar¨ªo Barrio, que participa en Todos contra el chef, emitido por Cuatro. Ha sido Amaia la que ha elegido el local. "Moderno y se come bien", dice.
Como si fueran los platos de un men¨² degustaci¨®n, comienzan las explicaciones m¨¢s promocionales, las que corresponden a varias de las canciones de su nuevo disco. Mu?eca de trapo lleva varias semanas sonando en las radios. Es el primer single de Guapa. Pero, tras la primera degustaci¨®n, parece que el tema elegido no es el m¨¢s comercial ni el m¨¢s adecuado para ser el primer sencillo del disco. La canci¨®n resulta demasiado oscura y atormentada como para convertirse en uno de los ¨¦xitos que LODVG sabe colocar tan bien en las radiof¨®rmulas.
"Puede ser cierto que no se trate de un tema que se consuma as¨ª de primeras, pero en esto tambi¨¦n hemos crecido respecto a nuestro anterior elep¨¦", asegura Pablo Benegas. "Hay que escucharlo cuatro o cinco veces, y creo que entonces es de los que se quedan para siempre. Ahora nos preocupa que la m¨²sica nos guste. Llevamos 10 a?os en esto y ser¨ªa pat¨¦tico volver otra vez a discos anteriores", concluye. En Guapa aparece la tem¨¢tica de siempre de LODVG: canciones de amor y desamor, pero tambi¨¦n han entrado otras historias que tienen que ver con la coca¨ªna, los cuernos, la inmigraci¨®n? Y todo envuelto en unos arreglos con pretensiones de sonar m¨¢s guitarreros y atrevidos. Hay sonidos reggae, pop oscuro y hasta se lanzan con una ranchera. "El grupo est¨¢ vivo musicalmente", dice Benegas. "Hemos hecho el disco con toda la honestidad posible, y para nosotros el ¨¦xito de Guapa ser¨¢ que la gente descubra el disco. Puede que no guste, que se venda menos, pero ?y qu¨¦?".
Amaia abandona la mesa y a sus compa?eros antes de que la comida haya terminado. Ella se quedar¨¢ en Madrid un d¨ªa m¨¢s. El resto viajar¨¢ a San Sebasti¨¢n esa misma tarde. Xabi, que le tiene terror a volar, ya est¨¢ preparado para tomar su dosis de tranquilizantes con co?¨¢.
El nuevo disco de La Oreja de Van Gogh, 'Guapa' (Sony / BMG), sale a la venta el 25 de abril. Con ¨¦l se tiene acceso a su 'web' oficial: www.laorejadevangogh.com.
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