Bush intenta frenar el desencanto militar
El presidente defiende al jefe del Pent¨¢gono por las cr¨ªticas a la guerra de Irak de varios generales retirados
Hace tres a?os que cay¨® Bagdad e Irak se hunde cada d¨ªa m¨¢s en la violencia y el caos. Para las tropas, las malas noticias no s¨®lo se producen en el teatro de operaciones iraqu¨ª. En Washington, un grupo de generales retirados cuestionan la guerra al exigir la cabeza del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, al que acusan de incompetente y arrogante. El comandante en jefe de todos los Ej¨¦rcitos, George Bush, interrumpi¨® sus vacaciones familiares en Camp David para cerrar filas en torno a Rumsfeld e hizo algo poco usual, una declaraci¨®n escrita: "Tiene todo mi apoyo".
Con el mensaje, el presidente quer¨ªa adem¨¢s evitar que llegaran al campo de batalla se?ales de desaliento. Una vez m¨¢s, Bush ha manifestado la lealtad que le une a sus m¨¢s estrechos colaboradores y su resistencia a cambiar la composici¨®n de su equipo por presiones exteriores, al renovar su confianza en el secretario de Defensa.
Como ya ha hecho en otras ocasiones, el presidente de Estados Unidos parece decidido a dejar pasar la tormenta pol¨ªtica y medi¨¢tica suscitada por las cr¨ªticas, algo nuevo, de un grupo de militares retirados y no sacrificar a un colaborador, a quien amigablemente llama Don en la declaraci¨®n emitida desde Camp David. En ella rinde homenaje a Rumsfeld por su "liderazgo en¨¦rgico y decidido". "Hoy habl¨¦ con Don Rumsfeld sobre las operaciones militares en marcha en el guerra global contra el terrorismo. Le reiter¨¦ mi fuerte respaldo a su liderazgo durante este hist¨®rico y desafiante momento para nuestra naci¨®n", dice Bush en su declaraci¨®n. "El en¨¦rgico y firme liderazgo del secretario Rumsfeld es exactamente lo que se necesita en este per¨ªodo cr¨ªtico. Tiene todo mi apoyo y mi m¨¢s profundo aprecio".
Baja popularidad de Bush
A poco m¨¢s de seis meses de las legislativas de noviembre, los ¨ªndices de aprobaci¨®n de Bush siguen cayendo en picado; se encuentran en un 36%, su punto m¨¢s bajo desde que asumi¨® la presidencia, debido al creciente descontento p¨²blico con la guerra en Irak.
El n¨²mero de ex mandos militares que han criticado al jefe del Pent¨¢gono por sus "errores" en el desarrollo de la guerra de Irak en las ¨²ltimas semanas se eleva ya a siete, seis de los cuales han pedido su renuncia. De especial importancia son las cr¨ªticas realizadas por el general de dos estrellas John Batiste, que fuera responsable de la Primera Divisi¨®n de Infanter¨ªa durante su despliegue en 2004 y 2005 en Irak. A la vuelta de aquel pa¨ªs ¨¢rabe renunci¨® a colocarse la tercera estrella en su uniforme y a convertirse en el n¨²mero dos del Ej¨¦rcito de Tierra, porque no quer¨ªa estar bajo el mando de Rumsfeld.
Seg¨²n Batiste, se necesita "un liderazgo nuevo que respete a los militares, de igual forma que ellos esperan que les respeten los militares, y que entienda lo que es trabajar en equipo", declar¨® Batiste a la CNN. Rumsfeld, 73 a?os, es un civil entre militares.
Al igual que el resto de antiguos mandos, el general de dos estrellas considera que Bush ha violado principios fundamentales en su manejo de la guerra de Irak, tales como la unidad de mando y el empleo de tropas suficientes para la batalla. A pesar de que las cr¨ªticas provienen s¨®lo de siete de los 9.000 generales retirados y en servicio que existen en el Ej¨¦rcito de Estados Unidos, las peticiones de estos generales -Paul Eaton, Anthony Zinni, Gregory Newbold, John Riggs, Charles Swannack, Robert Scales, que no ha pedido la renuncia, adem¨¢s de Batiste-, han generado una tormenta en torno al siempre pol¨¦mico Rumsfeld.
Al menos dos veces durante el esc¨¢ndalo de las torturas a los prisioneros en la c¨¢rcel iraqu¨ª de Abu Ghraib, Rumsfeld present¨® su dimisi¨®n al presidente, que no la acept¨®. Los senadores republicanos John McCain y Chuck Hagel expresaron en diciembre de 2004 su falta de confianza en el secretario de Defensa de Bush. En esta ocasi¨®n, Rumsfeld no ha puesto su cargo a disposici¨®n de la Casa Blanca. En una entrevista en la cadena ¨¢rabe Al Arabiya, el jefe del Pent¨¢gono declar¨®: "Si hubiera que hacer caso a dos o tres personas que no est¨¢n de acuerdo de entre los miles de generales que existen y cambiar al secretario de Defensa de Estados Unidos, esto ser¨ªa como un tiovivo".
En apoyo de Rumsfeld, adem¨¢s del comandante en jefe Bush, han salido Richard Myers, militar retirado que fue jefe del Estado Mayor, y el tambi¨¦n retirado Tommy Franks, comandante en las guerras de Afganist¨¢n e Irak. Pero los analistas consideran que Bush no puede dejar pasar por alto las cr¨ªticas de los generales. "Es un refer¨¦ndum en el punto medio de la presidencia de Bush", dice en The Washington Post Michael O?Hanlon, de la Brookings Institution, y a?ade que para el presidente es "impensable" imaginar el Pent¨¢gono sin Rumsfeld.
Para el general retirado Charles Broker, es "inusual" que un grupo de militares, aunque en el retiro, hagan semejantes cr¨ªticas de forma p¨²blica. En su opini¨®n, la experiencia de Vietnam, en la que los errores causados por el liderazgo civil condujeron a la derrota militar y a a?os de erosi¨®n en la moral de las tropas, ha hecho posible que ahora un grupo de oficiales se hayan decidido a hablar de forma m¨¢s contundente y agresiva.
Contundente, Charles Swannack, comandante que dirigi¨® la 82? Divisi¨®n Aerotransportada en Irak, asegura que se necesitan "l¨ªderes militares que entiendan los principios de la guerra y los apliquen sin miramientos", a?adi¨®. Eaton, a cargo entre 2003 y 2004 de la formaci¨®n de las fuerzas militares iraqu¨ªes, public¨® un demoledor art¨ªculo en The New York Times en el que expon¨ªa que "Rumsfeld ha puesto el Pent¨¢gono a merced de su ego, una visi¨®n del mundo m¨¢s propia de la Guerra Fr¨ªa y una confianza sin base en que la tecnolog¨ªa puede reemplazar a los soldados".
En Irak sin un plan
El general Anthony Zinni, que ya se hab¨ªa manifestado en este sentido a principios de mes, ha reiterado su solicitud en coincidencia con otros ex mandos del Pent¨¢gono que piensan que Rumsfeld "est¨¢ loco" si no presta atenci¨®n a las objeciones a la estrategia y las t¨¢cticas de EE UU en el golfo P¨¦rsico. "El mayor error de Rumsfeld fue que desech¨® 10 a?os de planificaci¨®n para ocupar Irak, y fuimos all¨ª sin un plan", dijo Zinni, que estuvo al frente del Mando Central desde 1997 a 2000. En su opini¨®n, el secretario de Defensa tiene "un estilo prepotente y una falta de disposici¨®n a escuchar" el consejo de los mandos militares.
Zinni record¨® que el general Eric Shinseki dijo al Congreso que para la operaci¨®n se necesitar¨ªan por lo menos 300.000 soldados. Rumsfeld refut¨® esa idea y EE UU invadi¨® Irak con unos 160.000 soldados.
Tres a?os despu¨¦s, Estados Unidos mantiene en Irak m¨¢s de 130.000 soldados, han llegado en ata¨²des envueltos en banderas m¨¢s de 2.300 cad¨¢veres y no existe un calendario de salida del pa¨ªs.
El caso del prisionero Qahtani
?Supervis¨® o autoriz¨® Donald Rumsfeld el interrogatorio de un detenido en la base estadounidense de Guant¨¢namo? Seg¨²n un informe elaborado por el inspector general del Ej¨¦rcito en diciembre de 2005 y desvelado por la revista electr¨®nica Salon.com, s¨ª lo hizo. El informe contiene un testimonio del teniente general Randall M. Schmidt, que afirma que Rumsfeld estuvo "personalmente implicado" en el interrogatorio del detenido Mohamad al Qahtani.
La organizaci¨®n de defensa de los Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW) ha recogido el testigo y reclama al Gobierno de EE UU que nombre un fiscal especial para investigar la responsabilidad de Rumsfeld, entre otros, en el caso de Al Qahtani.
Para HRW, el actual Fiscal General, Alberto Gonzales, estuvo personalmente implicado en el dise?o de pol¨ªticas de interrogatorios cuando era asesor legal de la Casa Blanca, lo que le descalifica para realizar un trabajo independiente
Qahtani fue sometido a malos tratos f¨ªsicos y ps¨ªquicos desde mediados de noviembre de 2002 hasta principios de enero de 2003, seg¨²n HRW. Durante seis semanas, afirma la organizaci¨®n, se le impidi¨® dormir, fue obligado a permanecer en posturas dolorosas, a realizar ejercicios, a permanecer en pie y se le prohibi¨® ir al ba?o en varias ocasiones, entre otras humillaciones.
"Llegados a este punto, la cuesti¨®n no es si Rumsfeld deber¨ªa dimitir, sino si deber¨ªa ser imputado", declar¨® la responsable de Terrorismo y Antiterrorismo de HRW, Joanne Mariner, en un comunicado. Seg¨²n el testimonio del general Schmidt, Rumsfeld "hablaba semanalmente" con el general Geoffrey Miller, un alto responsable en Guant¨¢namo en 2002 y principios de 2003, sobre el detenido y estuvo "personalmente implicado en el interrogatorio de esta persona".
RUMSFELD, EN APUROS
- Uno de los cr¨ªticos es el general Batiste, jefe de la Primera Divisi¨®n de Infanter¨ªa en 2004 y 2005
- "Su mayor error fue que desech¨® 10 a?os de planificaci¨®n para ocupar Irak", dice el general Zinni
- Los analistas creen que Bush no puede dejar pasar por alto las cr¨ªticas de los generales retirados
- Rumsfeld present¨® su dimisi¨®n dos veces; ahora no lo ha hecho
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