La empresa en la Constituci¨®n
Parece que veinticinco a?os largos despu¨¦s de que Espa?a tenga Constituci¨®n, la libertad de empresa es no s¨®lo un concepto econ¨®mico fundamental asumido por la ciudadan¨ªa
sino tambi¨¦n una regla de conducta y una pr¨¢ctica universal; es exactamente el modelo con el que funciona la econom¨ªa espa?ola. En esto no se distingue de Europa, EE UU o Jap¨®n. ?sta es una evidencia s¨®lida, aceptada sin reservas -y no puede decirse lo mismo en el periodo que va desde 1939 a 1975-, y que, tambi¨¦n con cierta unanimidad, parece responsable del cambio econ¨®mico espa?ol ocurrido a toda velocidad desde finales de la d¨¦cada de los setenta. Resulta que cuando Alfonso Guerra promet¨ªa que a Espa?a no la iba a reconocer "ni la madre que la pari¨®", el agente del cambio, seg¨²n los entusiastas de la econom¨ªa del mercado, no era el Gobierno socialista sino la libertad de empresa.
La libertad de empresa
Antonio Cidoncha
Thomson Civitas
ISBN 84-470-2504-7
Pero toda evidencia necesita ser recordada de vez en cuando, para que se aprecien las virtudes o se deploren sus defectos, y, en cualquier caso, se conozca su funcionamiento. El libro de Cidoncha cumple esta finalidad con ¨¢nimo claramente exhaustivo. Es un recorrido preciso -y no siempre ameno; obs¨¦rvese como s¨ªntoma la abundancia de notas a pie de p¨¢gina- de la incardinaci¨®n de los modelos econ¨®micos en las Constituciones europeas y espa?olas. El punto de partida, claro est¨¢, es la Constituci¨®n espa?ola vigente y el hecho, que Cidoncha recuerda, de que "la econom¨ªa de mercado se reconoce en el marco de la Constituci¨®n, no la Constituci¨®n en el marco de la econom¨ªa de mercado". Como la econom¨ªa de mercado es precisamente el ¨¢mbito en el que se desarrolla la libertad de empresas, ya est¨¢n planteados el orden y la relaci¨®n entre Constituci¨®n y libertad de empresa. La libertad de empresa recogida en la legislaci¨®n actual "no puede desarrollarse ni en el socialismo ni en el capitalismo dirigido", precisa; aunque evidentemente el texto constitucional tiene las correcciones p¨²blicas habituales en los llamados Estados sociales de Derecho. En el ¨¢mbito econ¨®mico, define el autor, existen tres piezas protegidas: la propiedad privada, la libertad de empresa y el mercado. "El sujeto activo de la libertad de empresa es la empresa, por supuesto, entendida como actividad profesional organizada"; sujetos pasivos son "los poderes p¨²blicos y los particulares". Entiende, pues, el texto que la libertad de empresa es un derecho absoluto "que admite la suplencia del legislador por un juez".
Todas las precisiones anteriores, m¨¢s las que de car¨¢cter hist¨®rico y recorrido geogr¨¢fico contiene el libro, tienen consecuencias pr¨¢cticas de alcance. No es lo mismo organizar empresas en sistemas legales como el franquista, que alentaba el intervencionismo directo de variada graduaci¨®n -pero siempre presente-, cuya campanuda ret¨®rica ocultaba el dirigismo oficial ("la iniciativa privada como fuente fecunda de la vida econ¨®mica"), que en una Constituci¨®n de naturaleza liberal, defensora del mercado (es decir, el capitalismo).
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