F¨¦lix Bay¨®n, el hombre que ri¨® mil veces
Periodista y escritor, fue corresponsal diplom¨¢tico de EL PA?S y obtuvo notable ¨¦xito con sus novelas, una de ellas llevada al cine
Hace apenas diez d¨ªas su risotada -toda una masiva bater¨ªa de risa buena, limpia y amplia- sobresaltaba literalmente a los transe¨²ntes en la esquina de las calles de Serrano y de General Oraa. Sentado en una mesa de la reci¨¦n abierta terraza del Hevia de Madrid, en un mediod¨ªa luminoso, F¨¦lix Bay¨®n casi asustaba a los clientes y peatones desconocidos con su risa rotunda y su entusiasmo tan genuino y contagioso. Ten¨ªa motivos este hombre de suerte para ser especialista en ¨¦sta una de las principales expresiones de felicidad humana. Que F¨¦lix Bay¨®n muriera el s¨¢bado en Marbella, a la edad de 54 a?os -que tan temprana ya se nos antoja- y haya dejado un vac¨ªo infinito a Sagrario, su mujer, y a su hijo, Pablo, y tambi¨¦n una definitiva ausencia a quienes le conocimos, quisimos y gozamos como amigo, no debiera hacer olvidar a nadie que este hombre ha vivido m¨¢s y mejor que la mayor¨ªa, tambi¨¦n de los longevos. Porque la ciencia le regal¨® en 1992, con un trasplante -"con un coraz¨®n de un maravilloso vasco fuerte y jovencito", como sol¨ªa decir con pudorosa emoci¨®n- 13 a?os, 13 regalos maravillosos cultivados d¨ªa a d¨ªa con infinita gratitud, inteligencia y emoci¨®n, en los que este amigo creci¨® hasta cotas de humanidad que le hac¨ªan un ser tan completo en la l¨²cida y pl¨¢cida degustaci¨®n de la vida y sus m¨¢s genuinos bienes y virtudes como perfectamente inasequible a los ataques del desaliento y el miedo y por supuesto a la agresi¨®n externa de la mezquindad.
Si F¨¦lix hubiera muerto cuando le fall¨® su primer gran coraz¨®n, se habr¨ªa ido ya como algo m¨¢s que lo que nuestro com¨²n y siempre recordado amigo y maestro Francisco Eguiagaray llamaba con sorna una "estupenda promesa": "Magn¨ªficos inicios con derroche de talento, sin tiempo para defraudar y la culpa achacable a la muerte". Como Eguiagaray y otro amigo de Mosc¨², Hern¨¢n Rodr¨ªguez Molina, tambi¨¦n muerto hace poco, ten¨ªa F¨¦lix un concepto cuasirreligioso de la amistad como tambi¨¦n un sentido de la ecuanimidad que lo hac¨ªa inasequible a compromisos m¨¢s o menos aviesos con la realidad y desde luego perfectamente incapacitado para el baile del sectarismo. Todo ello lo convert¨ªa en esencialmente incompatible con algunos de los usos y costumbres m¨¢s habituales de la profesi¨®n hoy en d¨ªa.
Pero fue despu¨¦s de aquella muerte abortada en julio de 1992 cuando F¨¦lix resurge a la vida con un as del que carece la inmensa mayor¨ªa de quienes en su generaci¨®n y en las posteriores, entraron en el periodismo como en un campo de caza sin veda alguna y hoy son menos libres que las colecciones de presas que tienen en casa disecadas. F¨¦lix pas¨® los ¨²ltimos 14 a?os de su vida plet¨®rico de lucidez, generosidad, humor, inteligencia y libertad. Por eso se pod¨ªa re¨ªr tanto y tan bien hasta un minuto antes de morir. Le ha dado tiempo a mucho m¨¢s que a conocer mundo, hacerse un nombre como periodista, cosechar unos ¨¦xitos en la novela -la ¨²ltima esa profec¨ªa marbell¨ª que es De un mal golpe- que iban a m¨¢s y de los que hablaba con tanto inter¨¦s como inteligente desapego. Su primera novela, Adosados, fue finalista del Premio Nadal de novela en 1995, fue llevada al cine por Mario Camus, y su gui¨®n, del que fue coautor, fue premiado en los festivales de Chicago y Montreal. Con otra de sus novelas, Un hombre de provecho, consigui¨® en 1998 el Premio Ateneo de Sevilla, y hac¨ªa un mes hab¨ªa presentado su ¨²ltimo libro, De un mal golpe, una historia policiaca ambientada en Marbella
Supo muy pronto que le interesaba este gaditano nacido en el a?o 1952 a¨²n en plena era de plomo. Se fue a Madrid a estudiar Ciencias Pol¨ªticas y Periodismo que a¨²n cogi¨® en las postrimer¨ªas de la Escuela Oficial. Trabaj¨® en el Diario de C¨¢diz, en Informaciones y en Le Monde, antes de unirse a nuevos proyectos, como muchos otros de aquellos j¨®venes periodistas plet¨®ricos de ansias de libertad de informaci¨®n y de expresi¨®n en todos los campos, pero tambi¨¦n de honestidad, de transparencia y de decencia para sacar a Espa?a de su postraci¨®n y subdesarrollo y a la sociedad de su miedo y su ignorancia. El principal de estos proyectos fue sin duda EL PA?S y F¨¦lix Bay¨®n estuvo en el mismo desde un principio con una capacidad profesional, un entusiasmo y una cultura que lo convirtieron en enviado especial en mil conflictos desde el conflicto del S¨¢hara a la ca¨ªda del Sha en Teher¨¢n. Despu¨¦s se convirti¨® en el corresponsal de EL PA?S en Mosc¨², corresponsal diplom¨¢tico y jefe de cultura.
En la referida comida en Hevia hablaba emocionado del buen alem¨¢n que habla su hijo Pablo que apenas ten¨ªa dos a?os cuando ten¨ªa previsto morir por primera vez. Su casa en Marbella parec¨ªa una mansi¨®n romana en la que F¨¦lix y Sagrario hab¨ªan creado un microcosmos de equilibrio, inteligencia, humor y calidad culta en el que Pablo ha gozado de un lujo que l¨®gicamente no puede ni intuir. Sin solemnidades hablaba F¨¦lix de su suerte que sin duda tuvo siempre y le habr¨ªamos deseado m¨¢s larga porque m¨¢s completa era imposible.
Tantas veces ri¨® durante el mencionado almuerzo en su breve estancia en Madrid que es imposible saber si lo hizo con m¨¢s fuerza al despotricar sobre el pozo negro de lujo de Marbella, al recordar a colegas hoy triunfantes, m¨¢s o menos respetables, al comentar piruetas grotescas de la pol¨ªtica nacional o rememorando escenas gloriosas con amigos muertos. Nuestro Peter Ustinov gaditano, nuestro sabio y generoso F¨¦lix Bay¨®n ten¨ªa siempre mil motivos por los que re¨ªr.
F¨¦lix Bay¨®n
F¨¦lix Bay¨®n (C¨¢diz, 1952) estudi¨® Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad Complutense y Periodismo en la Escuela Oficial de Madrid. Tras ejercer en Diario de C¨¢diz, Informaciones y Le Monde, se incorpor¨® a
EL PA?S con el lanzamiento del peri¨®dico hace 30 a?os. Fue corresponsal en Mosc¨², corresponsal diplom¨¢tico y jefe de la secci¨®n de Cultura. Colaborador de la cadena SER, en la actualidad pertenec¨ªa al consejo editorial de Grupo Joly. Falleci¨® de un infarto de miocardio el pasado s¨¢bado en Marbella.
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