Una nueva ley de televisi¨®n divide a M¨¦xico en plena campa?a electoral
La oposici¨®n acusa a Fox de favorecer a los grupos de comunicaci¨®n
Empresarios, profesionales, congresistas e intelectuales est¨¢n profundamente divididos en M¨¦xico en torno a la nueva ley de Radio y Televisi¨®n, promulgada el martes pasado por el presidente Vicente Fox con una rapidez inusual despu¨¦s de su aprobaci¨®n por el Congreso. El texto ha generado tal cantidad de cr¨ªticas que el Senado discutir¨¢ y eventualmente votar¨¢ ma?ana varias reformas paralelas, para llenar los vac¨ªos de la ley aprobada.
M¨¦xico est¨¢ inmerso en la campa?a electoral de las presidenciales del 2 de julio, y un tema tan sensible como la regulaci¨®n de los medios de comunicaci¨®n masivos es un arma pol¨ªtica a la que nadie quiere renunciar.
La aprobaci¨®n de la controvertida ley no pod¨ªa darse en un momento pol¨ªtico m¨¢s delicado. Con la luz verde presidencial, el nuevo texto ser¨¢ una bandera partidista, estiman varios observadores, que advierten de que la fluctuaci¨®n de los candidatos en las encuestas se interpretar¨¢ como el pago de los grandes consorcios medi¨¢ticos a la aprobaci¨®n de la ley.
Legisladores de los tres grandes partidos han confirmado la presentaci¨®n ante la Corte Suprema de Justicia de una acci¨®n de inconstitucionalidad. Fuentes jur¨ªdicas dudan del ¨¦xito de la iniciativa, que tendr¨ªa un alto coste pol¨ªtico para el alto tribunal, despu¨¦s de que el presidente no vetara el texto, como ped¨ªan sus detractores.
La nueva ley mejora sustancialmente una legislaci¨®n obsoleta que data de 1964, aseguran los representantes de la industria de radio, televisi¨®n y telecomunicaciones, que apoyaron por escrito el texto, aprobado por toda la C¨¢mara de Diputados y dos terceras partes del Senado. En el extremo opuesto, la escritora y periodista Elena Poniatowska opina que la ley reduce las opciones de los mexicanos a informarse y elegir entre varias alternativas. "Es un enorme retroceso en la vida democr¨¢tica de M¨¦xico, porque s¨®lo vamos a o¨ªr las voces de Televisa y de TV Azteca, los dos grandes consorcios medi¨¢ticos", asegura.
Los detractores la denominan ley Televisa, t¨¦rmino ampliamente difundido en diarios y revistas poco condescendientes con la reforma. "Somete TV al Senado", titul¨® en portada el diario Reforma.
Intelectuales destacados como Carlos Monsiv¨¢is, Carlos Montemayor y Margo Glantz critican la ley por considerar que pone en peligro el futuro de las emisoras comunitarias, ind¨ªgenas y los medios p¨²blicos en general. "Son intelectuales muy prestigiosos, pero creo que ninguno de ellos ha le¨ªdo la ley", replica el abogado Javier Tejado, presidente del Comit¨¦ de Estudios Legislativos de la C¨¢mara de Radio y Televisi¨®n Mexicana, y alto directivo de Televisa.
"Los permisos bajo los que operan las emisoras p¨²blicas, comunitarias y culturales seguir¨¢n ah¨ª, no se les quita nada. Buena parte de la desinformaci¨®n ha venido de los medios p¨²blicos mexicanos, cuyos directivos son nombrados por el secretario [ministro] de Educaci¨®n P¨²blica de turno y pretend¨ªan que la ley les mantuviera en sus cargos", a?ade Tejado.
Algunos congresistas han hecho casus belli de la nueva ley. Como el senador Javier Corral, del oficialista Partido Acci¨®n Nacional (PAN), que sostiene que el Senado regala a Televisa m¨¢s de 1.000 millones de d¨®lares. Corral acu?¨® el t¨¦rmino ley Televisa, que hace furor en un sector de la poblaci¨®n.
Quienes votaron en contra en el Parlamento, como Dulce Mar¨ªa Sauri, senadora del Partido Revolucionario Institucional (PRI), aducen que la ley favorece la concentraci¨®n y pone en riesgo tres elementos esenciales para la democracia y el desarrollo nacional: "Pluralidad, diversidad y sana competencia".
Licencias comerciales
Uno de los puntos m¨¢s controvertidos de la nueva ley tiene que ver con la concesi¨®n de licencias para fines comerciales. Superado el pliego de condiciones, la Comisi¨®n Federal de la Competencia (Cofeco) debe dar el visto bueno. Finalmente, el desempate entre id¨®neos se dar¨¢ por subasta p¨²blica, es decir, ganar¨¢ quien pague m¨¢s. De ah¨ª que los adversarios de la ley argumenten que tendr¨¢n ventaja las empresas m¨¢s poderosas.
Tejado asegura que la industria en bloque defiende la ley porque fortalece el ¨®rgano regulador Cofetel (Comisi¨®n Federal de Telecomunicaciones), que adquiere mayores atribuciones en la concesi¨®n de nuevas licencias de radio y televisi¨®n, en detrimento del presidente de la Rep¨²blica, que hasta ahora ten¨ªa la facultad de repartir frecuencias discrecionalmente. As¨ª sol¨ªa ocurrir al final de cada sexenio.
De acuerdo con la nueva ley, los cinco comisionados del Cofetel ser¨¢n nombrados por el Ejecutivo con la aprobaci¨®n del Senado. Las voces cr¨ªticas dudan de la independencia de los comisionados, cuya designaci¨®n, aseguran, ser¨¢ el resultado del cabildeo de la industria con el Legislativo y el Ejecutivo. "No le quepa duda de que en el Cofetel tendr¨¢n sus representantes los grandes consorcios como Televisa, TV Azteca, Telmex o Telef¨®nica", dice un analista del sector.
Una sesi¨®n de siete minutos
Para sorpresa de muchos, en la C¨¢mara baja los diputados del opositor Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD, izquierda) votaron el 1 de diciembre a favor de la ley, junto al PRI y al PAN, en una sesi¨®n fugaz que dur¨® siete minutos, sin debate alguno. Resultado: 327 votos a favor y ninguno en contra, de un total de 500.
No tuvieron tiempo de leer el texto, se excusaron algunos. El panorama cambi¨® en el Senado a finales de marzo. Los tres grandes partidos votaron divididos y no faltaron los improperios entre senadores del mismo partido.
Periodistas y profesionales del sector audiovisual han vivido intensamente la pol¨¦mica sobre la nueva ley. Nadie pidi¨® su opini¨®n. Una queja generalizada tiene que ver con la forma en la que se condujo el debate y la aprobaci¨®n en el Congreso. "M¨¢s all¨¢ de la cuesti¨®n de si es la ley de Televisa o del duopolio, el sentir de gran parte de los profesionales es que ha sido un proceso poco prolijo en cuesti¨®n de fechas, tiempos y procesos legislativos", dice un destacado periodista que prefiere mantener el anonimato. "El debate en comisiones dej¨® mal sabor de boca. Parec¨ªa que hab¨ªa una consigna para aprobar la ley. Sobraron silencios de parte de los defensores de la ley, que fueron un campo fecundo para sembrar sospechas de que todo estaba orquestado".
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