Europa llega a Venus

El ¨¦xito de la llegada de la primera sonda europea a la ¨®rbita de Venus, tras recorrer 400 millones de kil¨®metros en cinco meses, vuelve a dar la raz¨®n al modelo de investigaci¨®n espacial desarrollado por Europa. Naves peque?as, con gran capacidad instrumental y de costes depurados por la experiencia previa. Con esta metodolog¨ªa, la Agencia Europea del Espacio ha logrado, en t¨¦rminos cient¨ªficos y no s¨®lo de mercadotecnia, grandes avances en Marte y Tit¨¢n. Algo que dentro de poco, cuando la Venus Express despliegue su potencial y empiece a enviar informaci¨®n a la Tierra, es de esperar que se repita.

Hace tiempo ya que la Agencia Europea del Espacio, que durante a?os ha sido vista como una hermana menor de la todopoderosa NASA, camina con pie propio en la aventura del espacio. Ahora mismo, como se han encargado de recordar sus responsables, es la ¨²nica agencia del mundo que tiene en marcha cinco misiones de observaci¨®n en distintos cuerpos del Sistema Solar. Y todas ellas con objetivos de calidad cient¨ªfica. Prueba de esta capacidad operativa, que ser¨¢ ampliada con una futura nave a Mercurio, la ha dado la propia sonda enviada a Venus al cumplir sin problema el primer tramo de su misi¨®n. Lo que ahora resta es que se desarrolle con la misma pericia el trabajo de toma y env¨ªo de datos.

Para ello, la nave dispone de un equipo id¨®neo, am¨¦n de un objeto de estudio apasionante. Venus y sus registros extremos, la composici¨®n y din¨¢mica de su atm¨®sfera, el efecto invernadero que dispara las temperaturas en su suelo, entre otros muchos fen¨®menos, suponen informaciones de primer orden para explicarnos nuestro propio entorno y avanzar en el vertiginoso conocimiento del espacio.