Almod¨®var regresa a Cannes con 'Volver'
El director espa?ol competir¨¢ en la secci¨®n oficial con Sofia Coppola, Moretti y Loach, entre otros
Volver, de Pedro Almod¨®var, competir¨¢ en la 59? edici¨®n del Festival de Cannes. El filme ha sido elegido junto a otros 19 t¨ªtulos por el comit¨¦ de selecci¨®n para su secci¨®n m¨¢s prestigiosa, la de pel¨ªculas a concurso. Almod¨®var (que en 2004 inaugur¨® el certamen fuera de concurso con La mala educaci¨®n) hubiese preferido participar al margen de la carrera por la Palma de Oro, sobre todo para evitarse decepciones como la vivida en 1999 con Todo sobre mi madre -cuando se llev¨® el premio al mejor director pero se qued¨® sin el m¨¢ximo galard¨®n-, pero los organizadores necesitaban de un t¨ªtulo con atractivo popular y de la cr¨ªtica como Volver para la actual edici¨®n. El italiano Nani Moretti, ya ganador de una Palma de Oro, tambi¨¦n figura con Il caimano -su carga contra Berlusconi- entre los cineastas condenados al dif¨ªcil ejercicio de la competici¨®n.
Habr¨¢ en concurso dos mexicanos, Guillermo del Toro y Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu
Otros cineastas espa?oles figuran en la selecci¨®n oficial, aunque sea dentro del apartado Una cierta mirada, atento a nuevos talentos, a cintas en absoluto convencionales o de directores que por mil razones no han podido ser incluidos en la secci¨®n competitiva. Se trata de los catalanes Manuel Huerga e Isabel Coixet. Del primero se estrenar¨¢ Salvador Puig Antich, sobre el militante libertario asesinado legalmente por el franquismo, mientras que de la segunda se mostrar¨¢ su episodio de Paris, je t'aime, una obra colectiva de directores de medio mundo.
Cannes 2006, en palabras de su presidente, quiere ser "un festival de talla humana" -el n¨²mero de t¨ªtulos a concurso es inferior a 20 para un certamen que dura 12 d¨ªas, del 17 al 28 de mayo, es decir, se ha acabado con el gigantismo- y atento al cine contempor¨¢neo para poder ser "ejemplar, saber anticipar y significativo". Respecto al ¨²ltimo adjetivo, no quiso precisar a qu¨¦ significaci¨®n se refer¨ªa.
En cualquier caso, si la significaci¨®n debe desprenderse de la elecci¨®n para la apertura del festival de la adaptaci¨®n de El c¨®digo Da Vinci, libro-receta convertido en filme por el tradicionalmente mediocre Ron Howard, la declaraci¨®n de principios es de vuelo gallin¨¢ceo. Eso s¨ª, Tom Hanks, Audrey Tautou y decenas de millones de d¨®lares de presupuesto est¨¢n ah¨ª para camuflar la indigencia intelectual del proyecto.
Dos pel¨ªculas abordan la historia de Francia. Sofia Coppola, tras su estupendo minimalismo de Lost in translation, se ha atrevido a dar vida a Marie Antoinette, es decir, al aristocr¨¢tico placer de vivir previo a una Revoluci¨®n. Kirstin Dunst es la reina que acaba en la guillotina. Y Rachid Bouchareb, en una coproducci¨®n con Argelia y Marruecos, con un reparto encabezado por todos los actores franceses de origen magreb¨ª, aborda en Indig¨¨nes el papel desempe?ado por los ciudadanos de las colonias francesas durante la I Guerra Mundial, es decir, cuando se les utiliz¨®, de la manera m¨¢s c¨ªnica, como carne de ca?¨®n.
Dos mexicanos -Guillermo del Toro y Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu, con El laberinto del fauno y Babel, respectivamente- aportan el punto de vista nervioso y poco complaciente de quienes acaban de llegar al reino de los cielos de la producci¨®n cinematogr¨¢fica de alto nivel. En Una cierta mirada, ese punto de vista se completa con la debutante paraguaya Paz Encina, de la que presenta Hamaca.
El festival, liquidada la ¨¦poca de las delegaciones nacionales, asume la de las grandes zonas de influencia: ling¨¹¨ªsticas, culturales, econ¨®micas. Y ah¨ª est¨¢ el mundo anglosaj¨®n, con Richard Kelly y Southland tales, Richard Linklater y Fast food nation o el brit¨¢nico Ken Loach con The wind that shakes the Barley.
O el espacio europeo, que junto a los tres filmes franceses de Nicole Garc¨ªa -Selon Charlie-, Bruno Dumont -Flandre- y Xavier Giannoli -Quand j'etais chanteur- a?ade el belga de Lucas Belvaux -La raison du plus faible- o el del imperturbable finland¨¦s Aki Kaurismaki -Laitakaupungin valot (Las luces del suburbio)-, las dos cintas italianas -la ya mencionada de Moretti y L'amico di famiglia, de Paolo Sorrentino- as¨ª como una nueva entrega del portugu¨¦s Pedro Costa: Juventude em marcha.
El ¨¢rea asi¨¢tica, a la que tanto protagonismo hab¨ªa concedido Cannes, queda en esta oportunidad reducida a Summer palace, del chino Lou Ye. Y quedan las pel¨ªculas de nuevos outsiders, como el debutante Andrea Arnold con Red Road, o Iklimker, de Nuri Bilge Ceylan.
Cannes 2006 se cerrar¨¢ con un nuevo musical itinerante -Transylvania- de Tony Gatlif, pero tambi¨¦n nos permitir¨¢ descubrir que da de s¨ª el sentido del humor de Beno?t Delepine en Avida, la serie de bromazos gran espect¨¢culo de los X-Men en manos de Brett Ratner, o qu¨¦ puede explicar el brit¨¢nico Paul Greengrass en United93 del vuelo secuestrado por Al Qaeda que nunca lleg¨® a estrellarse contra el objetivo fijado por los terroristas.
Sobre la pol¨ªtica estadounidense contempor¨¢nea tambi¨¦n existe mucha expectaci¨®n respecto a Inconvenient truth, de David Guggenheim, que rescata la figura de Al Gore para hablarnos de las pintorescas circunstancias que permiten ser elegido presidente del imperio sin haber obtenido el mayor n¨²mero de votos populares.
Como siempre, el festival no s¨®lo son las pel¨ªculas, aunque ¨¦se sea el combustible del que se alimentan sus sue?os, pues el cin¨¦filo tambi¨¦n puede disfrutar de las lecciones de cine dictadas por una actriz formidable -Gena Rowlands-, un veterano de la puesta en escena como Sydney Pollack o un virtuoso del tratamiento de la m¨²sica en el cine como Michel Audiard. Y una gran exposici¨®n dedicada a los dibujos de Sergu¨¦i Eisenstein nos recordar¨¢ un planeta desaparecido -no s¨®lo el del cine mudo sino tambi¨¦n el del cine de montaje y el del a¨²n m¨¢s remoto cine sovi¨¦tico- y lo har¨¢ con sus evocaciones a l¨¢piz del mundo que ¨¦l recreaba con la c¨¢mara, y con sus enso?aciones er¨®ticas, tan mal vistas por la ortodoxia estaliniana.
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