El 65% de quejas a SOS Racisme corresponde a abusos laborales

D. F. estuvo empleado dos a?os en una empresa de reparaci¨®n de calzado. Despu¨¦s de cuatro meses sin cobrar y trabajar m¨¢s de las ocho horas diarias estipuladas, decidi¨® acudir a SOS Racisme, que present¨® una denuncia por impago laboral. Como en este caso, hasta el 65% de las denuncias que recibi¨® esta organizaci¨®n dedicada a combatir la xenofobia a lo largo del ¨²ltimo a?o, tienen relaci¨®n con cuestiones laborales, como pusieron ayer de manifiesto responsables de esta entidad en la presentaci¨®n de su balance anual.

Estas quejas se deben a impagos, contratos irregulares o despidos improcedentes, circunstancias que, un a?o m¨¢s, suponen el grueso de las protestas remitidas a esta organizaci¨®n no gubernamental. Sin embargo, el a?o pasado se produjo en Espa?a un proceso de regularizaci¨®n, como destacaron desde SOS Racisme, por lo que subrayaron el hecho de que pese a haberse normalizado la situaci¨®n de miles de trabajadores inmigrantes, siguen siendo muy numerosas las denuncias relacionadas con la explotaci¨®n y los abusos laborales que se producen con estas personas. En este apartado se recogen empleadores que se niegan a dar de alta en la Seguridad Social a sus trabajadores, como el caso de la colombiana M. M., la negativa a pagar horas extras a I. D., que trabajaba como asistenta, o el adeudo de 1.500 euros -dos meses de trabajo- a G. G. M., tambi¨¦n en trabajo dom¨¦stico.

Agresiones

Junto a este aspecto, desde SOS Racisme destacaron un aumento de denuncias de agresiones perpetradas por personal de seguridad privada, como el sucedido en un local del paseo de la Albereda de X¨¤tiva "en el que se proh¨ªbe la entrada a personas de origen magreb¨ª", o de abuso policial. Un ejemplo de este tipo de agresiones se produjo, seg¨²n recoge esta ONG en su informe, en el rastro de Valencia cuando F. A. y su hija denunciaron "la agresi¨®n de un polic¨ªa a un chico de color" al que "comenzaron a dar patadas cuando se encontraba en el suelo". A estas acciones, los responsables de SOS Racisme reflejaron el aumento de casos de agresiones, no s¨®lo de grupos de ultraderecha, sino de "personas a t¨ªtulo individual".