La Alianza chi¨ª busca un nuevo primer ministro para dirigir Irak

La Alianza chi¨ª, ganadora de las elecciones del 15 de diciembre, aunque sin mayor¨ªa absoluta, anunci¨® ayer la celebraci¨®n de una segunda votaci¨®n interna para escoger su candidato a primer ministro. Esto abre la posibilidad de que Ibrahim al Yafari, designado en febrero, sea reemplazado para desbloquear la formaci¨®n del Gobierno tras meses de tensiones. Kurdos y sun¨ªes le rechazan y EE UU le considera demasiado pr¨®ximo a Ir¨¢n.

La Alianza, formada por siete partidos chi¨ªes isl¨¢micos, adopt¨® esta decisi¨®n despu¨¦s de que Al Yafari (l¨ªder de Dawa, segundo en importancia en la coalici¨®n) solicitara un voto interno de confianza para saber si se confirma su candidatura o si se escoge a otra persona.

La votaci¨®n podr¨ªa celebrarse el s¨¢bado o el domingo. Tampoco est¨¢ claro si se convocar¨¢ a los 128 legisladores de la Alianza (sobre los 275 que conforman el Parlamento iraqu¨ª) o si esta consulta quedar¨¢ limitada a los l¨ªderes. Se sabe que la reuni¨®n se celebra a petici¨®n del gran ayatol¨¢ Al¨ª Sistani, m¨¢xima autoridad religiosa del chi¨ªsmo en Irak. Sistani apoya a Al Yafari, pero teme que el bloqueo permanente termine por romper la coalici¨®n y debilitar las opciones pol¨ªticas de los chi¨ªes.

Al Yafari ha mantenido hasta ahora en todas sus declaraciones p¨²blicas que no tiene intenci¨®n alguna de presentar su dimisi¨®n, rechazando as¨ª las peticiones de kurdos y sun¨ªes, y de manera m¨¢s discreta de EE UU, para que lo haga.

El proceso pol¨ªtico impulsado por la ONU, y m¨¢s tarde apoyado por la Casa Blanca, renuente al principio, se encuentra paralizado. Washington asiste cada vez m¨¢s impaciente y desesperado a la incapacidad de los pol¨ªticos iraqu¨ªes de alcanzar alg¨²n tipo de pacto que permita la formaci¨®n de un Ejecutivo estable. Despu¨¦s de que millones de iraqu¨ªes desafiaran al miedo y a las bombas de la insurgencia y acudieran en masa a votar en diciembre de 2005, el Ejecutivo que cerrar¨ªa el proceso de transici¨®n no termina de constituirse.

Otros nombres

Al Yafari gan¨® las primarias de la Alianza en febrero por un voto sobre el economista Adel Abdul Mahdi, propuesto por el Consejo Supremo para la Revoluci¨®n Isl¨¢mica en Irak, el principal partido de la Alianza. Para EE UU, ¨¦ste hubiera sido la opci¨®n adecuada.

Los kurdos (53 esca?os en diciembre), colaboraron con Al Yafari en el Gobierno transitorio, pero un viaje de ¨¦ste a finales de febrero a Turqu¨ªa, y del que no fue advertido el presidente de Irak, el kurdo Yalal Talabani, provoc¨® la ruptura. Adem¨¢s de la cuesti¨®n hist¨®rica, hay otras cuestiones, como el futuro de la petrolera ciudad de Kirkuk, que los kurdos reclaman para rubricar su autonom¨ªa, que les separa de los chi¨ªes.

En el caso de los partidos sun¨ªes, que tras boicotear el proceso pol¨ªtico decidieron participar en las elecciones de diciembre (55 esca?os entre todos los grupos), la cuesti¨®n es la de la seguridad. Consideran que el Gobierno transitorio dirigido por Al Yafari ha estado implicado, a trav¨¦s del Ministerio de Interior, en la formaci¨®n y direcci¨®n de los escuadrones de la muerte que atacan a diario a los sun¨ªes, en Bagdad sobre todo. Milicias de unos y otros libran desde el 22 de febrero una guerra soterrada en la que no dejan de aparecer cad¨¢veres en los barrios de la capital.

EE UU no oculta su preferencia por un primer ministro laico, como el chi¨ª y ex jefe del primer Gobierno tras la invasi¨®n, Ayad Alaui, que carece de apoyo suficiente. La incapacidad para lograr la formaci¨®n de un Gobierno y la violencia cotidiana impiden a la Administraci¨®n de EE UU presentar avances visibles en un avispero en el que han muerto aproximadamente 2.400 de sus soldados, sobre todo en un a?o electoral en el que se renovar¨¢n la C¨¢mara de Representantes y un tercio del Senado.