?Andaluc¨ªa perjudicada? Falso
Cuando en el Parlamento de Catalu?a se aprob¨® el proyecto de Estatuto catal¨¢n tuve ocasi¨®n de se?alar en este mismo peri¨®dico algunos reproches que, desde una perspectiva andaluza, se pod¨ªan realizar al sistema de financiaci¨®n propon¨ªa dicho proyecto. De hecho, incluso me compromet¨ª p¨²blicamente a no votar el estatuto catal¨¢n si no se produc¨ªan cambios sustanciales en el mismo. En estos momentos, una vez aprobado el Estatuto en el Congreso de los Diputados, con el voto favorable del que suscribe, parece oportuno hacer un repaso de los cambios realizados, para que as¨ª quede claro por qu¨¦ el mismo ya no tiene implicaciones negativas para Andaluc¨ªa ni para el Estado.
En efecto, cualquiera que disponga de conocimientos suficientes sobre los sistemas de financiaci¨®n auton¨®mica podr¨¢ apreciar un cambio sustancial entre el Estatuto catal¨¢n que entr¨® en el Congreso de los Diputados y el que ha salido del mismo, cambio que puede resumirse como sigue:
Es falso que Andaluc¨ªa salga perjudicada por el Estatut. Al contrario, saldremos ganando.
- Se elimina el principio de bilateralidad en la financiaci¨®n y se somete a lo establecido en la LOFCA y desaparecen los principios de cercan¨ªa y subsidiariedad en caso de conflicto normativo (art. 202).
- La Generalitat ya no se apropia de todos los tributos como se pretend¨ªa sino s¨®lo de los cedidos (art. 203) y las potestades regulatorias e inspectoras que pretend¨ªan extenderse a todos los tributos se limitan a los tributos cedidos totalmente (art. 204). Es decir en ambos art¨ªculos se reproduce lo que ya existe ahora.
- No es el Estado el que participa en los tributos recaudados en Catalu?a como se pretend¨ªa, sino que es la Generalitat la que participa en los tributos estatales seg¨²n las necesidades de gasto (art. 208), como ya ocurre ahora.
- La Generalitat ya no "contribuye a la solidaridad" para que se puedan prestar los servicios en otras Comunidades seg¨²n los criterios establecidos en el Estatuto, sino que sus recursos se ajustan "en m¨¢s o menos por su participaci¨®n en los mecanismos de nivelaci¨®n y solidaridad" y es el Estado el que fija la nivelaci¨®n y solidaridad (art. 208). Es decir, se elimina la pretensi¨®n de que la nivelaci¨®n de servicios sea solidaridad.
- Asociado a ese criterio de solidaridad se pretend¨ªa que la nivelaci¨®n se basase en la poblaci¨®n, mientras que ahora son las necesidades de gasto, que fijan las participaciones en los tributos, las que toman como criterio de referencia la poblaci¨®n (art. 208). Ello es lo mismo que reconocer impl¨ªcitamente que la garant¨ªa de suficiencia se basa en la poblaci¨®n. Es decir, el mismo sistema que ahora se encuentra vigente.
- La pretensi¨®n de que en Catalu?a s¨®lo existiese la Agencia Tributaria Catalana se elimina y ahora esa Agencia s¨®lo se encargar¨¢ de los tributos cedidos totalmente y la Agencia Tributaria del Estado de los cedidos parcialmente y el resto (art. 205). Por tanto todo igual que ahora salvo en lo relativo al Impuesto sobre patrimonio.
- La pretensi¨®n de resolver todas las reclamaciones econ¨®mico administrativas de los contribuyentes queda limitada por la potestad del Estado de unificaci¨®n de criterios (art. 206).
- Y el endeudamiento y el d¨¦ficit de la Generalitat queda sometido no s¨®lo a la normativa europea como se pretend¨ªa sino tambi¨¦n a la normativa del Estado (arts. 217 y 218). Es decir tambi¨¦n como ahora.
En definitiva, la pretensi¨®n que exist¨ªa de convertir la financiaci¨®n de Catalu?a en un sistema de cupo encubierto ha desaparecido y la de que los servicios que se prestan en otras Comunidades sea gracias a la magnificencia solidaria de Catalu?a tambi¨¦n, con lo que el sistema propuesto en su d¨ªa queda totalmente desmontado y ajustado casi literalmente a lo que ya existe. "Limpio como la patena", como prometi¨® el presidente Zapatero.
No obstante, es cierto que el Estatuto introduce algunos cambios que van a tener reflejo en algunos aspectos del nuevo sistema de financiaci¨®n que se negocie entre todas las Comunidades Aut¨®nomas. Muchos de los cuales no s¨®lo no son preocupantes, sino que son buenos para Andaluc¨ªa y sus ciudadanos.
Por ejemplo, el traspaso de las competencias en materia de reclamaciones econ¨®mico administrativas va a ser positivo, ya que muchas veces ocurr¨ªa que los Tribunales Econ¨®mico Administrativos manten¨ªan claras confrontaciones con las interpretaciones de las Haciendas auton¨®micas. Algo totalmente incoherente ya que estos ¨®rganos no son entes judiciales sino administrativos y en principio deben interpretar las normas fiscales con los criterios de la Administraci¨®n a la que se reclama.
Tambi¨¦n es bueno que a medio plazo termine existiendo una Agencia Tributaria ¨²nica consorciada que recaude todos los tributos, incluidos los municipales si fuese posible, en cada Comunidad Aut¨®noma, ya que se racionalizar¨ªan todos los procedimientos, se disminuir¨ªan los costes y se facilitar¨ªa el acceso de los contribuyentes.
Finalmente, tambi¨¦n es positivo que se incluya entre las competencias de las Comisiones Mixtas Estado-Comunidad Aut¨®noma la negociaci¨®n de la participaci¨®n en los fondos estructurales europeos, ya que no se pierde nada en los fondos tradicionales, cuyo reparto viene predefinido por la Uni¨®n Europea, y sin embargo permite a la Comunidad Aut¨®noma participar en la distribuci¨®n del Fondo de Cohesi¨®n que hasta ahora hab¨ªa sido distribuido discrecionalmente por el Estado.
En consecuencia, es falso que Andaluc¨ªa salga perjudicada. M¨¢s al contrario, la realidad es que si se reproducen ciertos art¨ªculos en el Estatuto de Andaluc¨ªa los andaluces saldremos ganando, ya que se mejorar¨¢ la gesti¨®n y se podr¨¢n reducir situaciones discriminatorias como las sufridas durante el Gobierno de Aznar con el Fondo de Cohesi¨®n.
De hecho, la ¨²nica prevenci¨®n que debemos tener es que en nuestro Estatuto se igualen las competencias en materia de financiaci¨®n y se incluyan variables de reparto de recursos que sean importantes para Andaluc¨ªa, para que al final la LOFCA las recoja todas y se pueda construir un sistema de financiaci¨®n suficiente para todas las Comunidades Aut¨®nomas.
Siendo as¨ª, resulta sorprendente que por parte de algunos se nos acuse de haber aprobado "algo malo para Andaluc¨ªa" precisamente en materia de financiaci¨®n auton¨®mica. Ello denota bien un desconocimiento total de lo que es la financiaci¨®n auton¨®mica, bien un intento pol¨ªtico de manipular a la opini¨®n p¨²blica. En el primero de los casos, m¨¢s valdr¨ªa hablar menos de lo que no se conoce, en el segundo lo mejor ser¨ªa que nos vi¨¦semos en las pr¨®ximas elecciones y as¨ª los ciudadanos podr¨ªan decir quien ha defendido m¨¢s a Andaluc¨ªa, si ellos o el PSOE de Andaluc¨ªa.
Luis ?ngel Hierro es profesor de la Universidad de Sevilla y Diputado socialista en el Congreso de los Diputados.
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