El libro paso a paso
AUTOR
Ramiro Pinilla
De la cabeza al papel, seg¨²n el novelista vasco hay dos caminos: "Uno, cuando te salta una idea y da pie a un cuento o una novelita, y otro, cuando el contenido va gest¨¢ndose a lo largo de 40 o 50 a?os y parte de ¨¦l ha ido apareciendo en escritos previos, como en el caso de Verdes valles, colinas rojas". Su monumental trilog¨ªa, galardonada con el Premio de la Cr¨ªtica, es fruto de un "proceso lento y paulatino". "La antropolog¨ªa es lo que me ha inspirado bastante". ?Alg¨²n detonante final para lanzarse a escribir? "Pens¨¦, voy a empezar esto y a ver qu¨¦ hago. Me qued¨¦ solo y con m¨¢s tiempo". En "el grueso y blando papel" de unos viejos carteles del PCE de la campa?a de 1978 -"convenientemente recortados en tama?o folio"-, armado con un boli, escribi¨® la trilog¨ªa. "Al principio no ten¨ªa ni idea de que se iba a extender tanto. A partir de los 500 folios, la novela comenz¨® a erigirse como mandona y tuve que plegarme. Fui un instrumento de ella a medida que avanzaba". Hoy, aquellos folios "forman un buen mont¨®n en el gallinero". "Por el tiempo, la bola del boli se convierte en una prolongaci¨®n natural de la mano que moldea palabras sin el tictac impertinente del teclado", asegura el novelista. ?l mismo pasa luego a ordenador su manuscrito. "Solo trabajo muy bien, me desdoblo: dicto y copio. Luego hago otra lectura y lo env¨ªo". Las sugerencias de los editores le llevan a menudo a preguntarse: "?C¨®mo no me di cuenta antes?". Y, al fin, alcanza un nuevo estado: "Cuando el texto se serena y t¨² te serenas, alcanzas el definitivo olvido de autor y te conviertes por completo en lector".
Ramiro Pinilla (Bilbao, 1923), premio de la Cr¨ªtica 2005 con Las cenizas de hierro (Tusquets).
Eduardo Ayuso
Lleva seis a?os al frente de S¨ªgueme, Premio Nacional de Edici¨®n en 2005, y Eduardo Ayuso resta importancia a la figura del editor "gur¨²". "Un editor es antes que nada un trabajador, no un relaciones p¨²blicas, ni un artista, ni un personaje social. La clave est¨¢ en el equipo; s¨®lo un grupo que suma distintas cualidades puede aportar pluralidad dentro de una misma l¨ªnea ideol¨®gica y de unos principios irrenunciables". Tras 60 a?os y con un cat¨¢logo de 1.600 t¨ªtulos -que recogen muchas obras de tema religioso y filos¨®fico-, S¨ªgueme no admite originales enviados por autores. Encargan y buscan de antemano. "Hacer un libro es la conclusi¨®n de un proceso sencillo, de intercambio, de b¨²squeda, de opciones. Se puede tardar una semana o varios a?os. Contamos con un consejo asesor de cuatro personas que nos orientan. Una vez elegido el libro el resto es pura mec¨¢nica". La est¨¦tica es un elemento clave para Ayuso, capaz de "salvar a una editorial de perder su alma". Pero la forma no lo es todo, asegura: "La calidad del libro y su edici¨®n nace tambi¨¦n de su contenido, de la verdad, la bondad y la belleza que atesora. Esto tal vez resulte a algunos poes¨ªa o pura grandilocuencia, pero si un libro no es singular (¨²nico), si no es veraz, ni ayuda a ser mejor a quien lo lee, ?habr¨ªa que publicarlo? Creo que no".
Fundada en Salamanca en 1948, Ediciones S¨ªgueme obtuvo el Premio Nacional de Edici¨®n en 2005.
Malcolm Otero
"El editor vende sus libros al librero". Otero carga contra la visi¨®n m¨ªtica de su profesi¨®n. "Aquello se acab¨®. La saturaci¨®n del mercado lo pone todo m¨¢s dif¨ªcil; ahora tiene m¨¢s m¨¦rito". Y s¨ª, "los libros se guillotinan o se saldan, pero siempre con consentimiento del autor". Vuelta al principio de la historia, a su mesa de la editorial Destino llegan cerca de 40 manuscritos cada mes. "La criba inicial se hace a partir de los informes de lectura. Son dos p¨¢ginas en las que b¨¢sicamente el lector me dice si vale la pena leerlo". Reconoce que el canal de llegada es importante. "Lo que llega directamente de la calle sin agente tiene peor vida; supone cerca de un 20% de lo que finalmente sale. El agente es un filtro", explica. Un filtro que pronto muta en negociador implacable de anticipos. La edici¨®n a fondo del texto es el siguiente paso. "Empiezas con cambios obvios para ganarte la confianza del autor y luego pasas a otras cosas: leves correcciones de estilo o querencias de otros autores". Nada de cuestiones ortotipogr¨¢ficas, eso queda en manos de correctores. Y del precio se encargan en el departamento de marketing. "Un libro en una organizaci¨®n grande tarda en hacerse como m¨ªnimo dos meses". ?Y las obras contratadas antes de ser escritas? "Es un acto de fe resultado de las p¨¦rdida de fidelidad entre autor y editor".
Malcolm Otero es editor de la colecci¨®n ?ncora y Delf¨ªn de la editorial Destino, perteneciente al grupo Planeta.
Gloria Guti¨¦rrez
Un departamento de lectura y varios lectores independientes hacen una preselecci¨®n de los "much¨ªsimos manuscritos" que a diario llegan a las oficinas de Carmen Balcells. "Son muy pocos los que pasan. Somos muy exigentes no s¨®lo en cuanto a la calidad, que es algo subjetivo; tambi¨¦n tenemos en cuenta la capacidad que veamos para colocarlo". Sus cerca de 150 autores incluyen a Garc¨ªa M¨¢rquez o Eduardo Mendoza. Con el editor, si es una primera obra, la negociaci¨®n no es compleja, se trata de persuadirle para que "lea". Y en la venta de derechos no son proclives a las partidas de p¨®quer telef¨®nico: "No somos muy partidarios de las subastas".
Gloria Guti¨¦rrez es directora de la Agencia Literaria Carmen Balcells.
Javier Trabada
L¨¢vel arranc¨® en 1980 con una linotipia y dos m¨¢quinas de formato de impresi¨®n. Hoy sus m¨¢quinas de impresi¨®n plana "manchan" las p¨¢ginas de grandes grupos editoriales como Planeta, Santillana o Anaya. "La mayor innovaci¨®n es que se han recortado los tiempos", aclara Trabada. Los pliegos de una novela de 300 p¨¢ginas con una tirada de 3.000 ejemplares tardan unas 12 horas. El papel lo ponen ellos para un libro medio: color ahuesado y 80 gramos. Remitido por CD o correo electr¨®nico, el texto pasa a las planchas que se ajustan a los rodillos; si no hay colores, de un pase la tinta negra mancha los pliegos. "Se imprime una cara, luego la otra, y la portada, aparte".
Miguel Ramos
Rodeado de guillotinas, plegadoras, m¨¢quinas de coser y de hacer tapas, de volantes de estampaci¨®n y de l¨ªneas de terminaci¨®n r¨²stica y carton¨¦, Miguel Ramos explica las claves del oficio. En la encuadernadora que su abuelo fund¨® en Madrid en 1929, trabajan 80 personas que consiguen cortar, coser y recubrir las p¨¢ginas de unos 2.500 t¨ªtulos al a?o. "Hay que cuidar el papel desde que llega a tu casa. Se guillotina, se pliega, se alzan los cuadernillos que conforman el libro y se cose. Luego, a?ades la cubierta. Una vez acabado, se pone a secar una noche con un peso encima". Una tirada de 3.000 ejemplares de un libro de 300 p¨¢ginas en r¨²stica viene a tardar unos cinco d¨ªas. Ramos sostiene que la mejor encuadernaci¨®n es la tradicional: "Libros de hace 500 a?os que est¨¢n perfectos".
Enric Satu¨¦
Habla del dise?o de portadas como si fuera un arte culinario. "Tienen mucho que ver. Usas materiales comunes y tratas de innovar". Entre sus muchos trabajos se cuentan proyectos para Espasa Calpe y Alfaguara. Satu¨¦ siempre guarda las distancias con el texto. "El dise?ador normalmente no lee el libro y creo que debe mantenerse lejos, para no caer en la tentaci¨®n de traducir el argumento, algo que considero pedante. La cubierta tiene que transmitir el aire, un clima, nada m¨¢s". A partir de algunos datos b¨¢sicos, como el pa¨ªs o el a?o en que est¨¢ situado, comienza su tarea. "Trato cosas prosaicas, cuestiones tipogr¨¢ficas y espaciales. Marco el territorio y busco que todo respire". En un d¨ªa la portada est¨¢ lista y el dise?o le ser¨¢ enviado por ordenador al impresor, pero antes a Satu¨¦ le gusta verla "en maqueta", y es as¨ª como se la env¨ªa al editor por si quiere hacer cambios -"hay libros en los que todos meten mano"-. A pesar del tiempo transcurrido, sigue fascinado por el libro como objeto. "Lo m¨¢s misterioso es que en 500 a?os no ha cambiado su aspecto f¨ªsico. Naci¨® de manera tan perfecta que no hay forma de mejorarlo".
Enric Satu¨¦ fue premio Nacional de Dise?o Gr¨¢fico en 1988.
Miguel Visor
Las casi 40 editoriales con las que trabaja le anuncian sus novedades trimestral, anual o semestralmente. Ocho personas en la calle informan en librer¨ªas sobre lo que est¨¢ por llegar: "Unas 30 novedades por semana". Una vez tramitados los pedidos, los ejemplares se distribuyen y reponen cinco d¨ªas a la semana. Viajan desde su nave de 3.000 metros cuadrados hasta las tiendas de Madrid y Castilla-La Mancha, sus dos ¨¢reas de acci¨®n. "Cubrimos 600 puntos de venta". Las furgonetas reparten y recogen las devoluciones. "Compramos los libros a las editoriales al 50% y los vendemos a las librer¨ªas con un descuento de entre un 30% y un 40%. ?stos son los m¨¢rgenes comerciales. Si el librero los devuelve recibe ¨ªntegro su dinero, y lo mismo nos ocurre a nosotros con las editoriales". En su almac¨¦n conserva un cat¨¢logo casi completo de todas las editoriales con las que trabaja -"a veces 20 ejemplares, a veces 2.000"-, pero el grueso lo devuelve si pasados tres meses no ha recibido nuevos pedidos. "Unas veces duran a?os en las librer¨ªas; otras,s¨®lo tres semanas. Cada libro es un distinto".
Antonio Ram¨ªrez
"El saber de un librero no es filol¨®gico, no aplica un canon est¨¦tico, recae m¨¢s bien en la capacidad de formular hip¨®tesis en torno a las familiaridades entre libros y lectores. Juzgamos antes al editor que al autor, antes a los libros que a los textos. ?Pocas veces hemos le¨ªdo el libro que compramos!", asegura el propietario de La Central. Sus cuatro sedes repartidas entre Barcelona y Madrid -recientemente inaugurada en el Museo Reina Sof¨ªa- suman un fondo de 250.000 ejemplares, al que hay que a?adir 30.000 guardados en un almac¨¦n externo. En sus librer¨ªas Ram¨ªrez pone a prueba "una mezcla de olfato comercial y lectura en diagonal, donde cuentan tanto las referencias le¨ªdas como el bagaje de lecturas previas y los cientos de comentarios de lectores". A ellos dirige un gui?o desde el escaparate apelando a quienes piensa que leen como ¨¦l. Los distribuidores le visitan una vez por semana para presentar el "servicio de novedad". La entrega de los ejemplares var¨ªan desde las 24 horas hasta los 10 d¨ªas. "El problema dram¨¢tico est¨¢ en la torpeza que muestra el sistema de distribuci¨®n para atender peque?os pedidos o reposiciones de pocos ejemplares. Las grandes maquinarias est¨¢n interesadas en colocar los lanzamientos de forma masiva". Las ventas diarias superan los 2.000 ejemplares y las devoluciones mensuales rondan normalmente el 20%. "M¨¢s del 50% de las novedades de Sant Jordi deber¨¢n devolverse antes de un mes. Es la gran pesadilla".
Entrevistas realizadas por Andrea Aguilar.
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