Momentos estelares de ZP

Los festejos del paso del ecuador de la legislatura han iniciado su semana grande con el mitin del domingo en el Palacio Vistalegre, que cerr¨® Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, y ahora se ir¨¢n reproduciendo en ciudades y agrupaciones locales del Partido Socialista conforme al calendario establecido por el secretario de Organizaci¨®n, Jos¨¦ Blanco. Tuvieron su preparaci¨®n medi¨¢tica con las entrevistas concedidas a medios de comunicaci¨®n, cuya traca final fueron las conversaciones aparecidas en dos entregas, resumen del mano a mano en La Moncloa entre ZP y Jotapedro. Recordemos que la renuncia del anterior titular de Defensa, Jos¨¦ Bono, pudo deslucir las conmemoraciones, pero el presidente se atornill¨® en el centro del albero y se comport¨® como Don Tancredo y aquella tarde se desentendi¨® de la cena con Kofi Annan y acredit¨® una impasibilidad que nadie le hubiera reconocido.

En Vistalegre cundi¨® el entusiasmo propio de estas convocatorias, pero en pol¨ªtica nunca cae el tel¨®n y el ¨¦xito nunca es definitivo, por decirlo con el t¨ªtulo del libro dedicado por Geofrey Parker a nuestro Felipe II. Por eso, conviene atender a la suerte del alto el fuego permanente proclamado por los encapuchados de ETA que, despu¨¦s de las cartas de extorsi¨®n a los empresarios de Navarra, se ha visto alterado primero, en Bara?¨¢in, y el domingo, de nuevo, en Getxo, con da?os a la ferreter¨ªa de un concejal de UPN, versi¨®n pamplonesa del PP, y tambi¨¦n a una empresa de seguros que pasaba por all¨ª. El ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, en declaraciones a la Cadena SER, ha dicho: "Tenemos los elementos y m¨¦todos suficientes para conocer el origen y si estamos ante una decisi¨®n de ETA de reiniciar la kale borroka o ante hechos aislados que tienen otras motivaciones".

Ahora veremos si en La Moncloa se decide parar el reloj de la verificaci¨®n y poner otra vez el contador a cero. Si as¨ª fuera, se desplazar¨ªan los tiempos previstos y habr¨ªa que pensar para la comparecencia del presidente en el Congreso en una fecha ulterior a la del debate del estado de la naci¨®n fijado para junio pr¨®ximo. Hay declaraciones contundentes de los que fueron dirigentes de Batasuna seg¨²n las cuales nuevos episodios de kale borroka significar¨ªan interrupci¨®n del alto el fuego. Por eso, la cuesti¨®n a dilucidar, como ha dicho el ministro, es si las acciones de Bara?¨¢in y Getxo han sido decididas por ETA, es decir, si se han llevado a cabo por su iniciativa y bajo su control, o se han producido por elementos fuera de su disciplina. En el primer caso, la interrupci¨®n quedar¨ªa confirmada y en el segundo, convendr¨ªa plantearse qu¨¦ clase de di¨¢logo final cabe emprender con quienes dejan de acreditar el pleno control de sus filas.

En todo caso, tiene relevancia repasar cu¨¢les son los momentos estelares que el propio presidente del Gobierno o sus ex¨¦getas se?alan en sus dos a?os de mandato. Parece que ser¨ªan el fin de la violencia terrorista anunciado en el Pa¨ªs Vasco; la retirada de las tropas de Irak; la ley de violencia de g¨¦nero; la regularizaci¨®n de inmigrantes; la ley de matrimonios homosexuales; el Estatut de Catalu?a; la Ley Org¨¢nica de la Educaci¨®n; el crecimiento econ¨®mico y la creaci¨®n de puestos de trabajo y el refer¨¦ndum de la Constituci¨®n Europea. En el otro lado de la balanza quedar¨ªa la p¨¦rdida de consensos, la imposibilidad de acometer las reformas de la Constituci¨®n, el Estatut de la patena, los desencuentros con Maragall, la continuidad de las pateras, los asaltos a las verjas de Ceuta y Melilla y la comprobaci¨®n de que nada puede hacerse respecto a Cuba y a la cuesti¨®n del S¨¢hara, donde alguien pens¨® haber encontrado la piedra filosofal.

El presidente ha dicho muy deprisa que la derecha se ver¨¢ obligada a mantener las reformas logradas por los socialistas. Es un pensamiento democr¨¢tico, anclado en el principio de la alternancia. Pero recuerde que su Gobierno procedi¨® nada m¨¢s llegar a la derogaci¨®n de la Ley de Calidad de la Ense?anza as¨ª como la del Plan Hidrol¨®gico. De Irak, nadie le pide que se arrepienta de la retirada de las tropas, pero deber¨ªa superar la hipnosis inicial que causa verse obedecido. En cuanto a las tareas pendientes la Ley de Dependencia, tiene asegurado un arrastre social de primera. Veremos si tambi¨¦n consigue cerrar una Ley de Financiaci¨®n de los Partidos, en el origen de tantas corrupciones.